Fueron detenidos a fines de noviembre junto a otros sujetos que tenían otro cometido en la banda: “Distribuir la droga a domicilio”
El fiscal de Instrucción de la Delegación Villa María de la Lucha contra el Narcotráfico, Walter Ramón Gesino, confirmó ayer la prisión preventiva de los dos cabecillas de una banda que se dedicaba a la comercialización de drogas a través del formato delivery.
Se trata de Juan Manuel “Chileno” Ruiz, de 30 años y residente en barrio Las Playas, y Darío Ramírez, con domicilio en barrio San Nicolás.
De acuerdo a pruebas acopiadas y analizadas por la Justicia, ambos jóvenes serían los responsables de conducir la banda, que también integraban Fernando Bravo y Dante Oscarez, aunque éstos tendrían una responsabilidad menor, toda vez que se trataría de quienes actuaron como los delivery que llevan los estupefacientes “a domicilio”.
El accionar de la banda, dirigido a la distribución y reparto de narcóticos en el ámbito de Villa María, se basaba en el uso de celulares que, una vez secuestrados, habrían permitido determinar la responsabilidad de cada uno de los apresados.
El 25 de noviembre pasado, durante un megaoperativo que realizaron Gendarmería Nacional, Policía Federal y efectivos de la Fuerza Policial Antinarcotráficos, se realizaron 13 allanamientos simultáneos durante los cuales se secuestraron numerosos elementos vinculados con la actividad delictiva al mismo tiempo que fueron detenidos los encartados.
“Me van a sembrar algo”
Uno de los que deberá permanecer en prisión preventiva denunció que era objeto de persecución policial “porque ellos (en referencia a la Policía) tienen algo contra mí porque soy el Chileno de Las Playas”, supo decir Juan Ruiz.
El joven, en esa oportunidad dijo que tenía la plena seguridad de que “van a sembrar algo”, al mismo tiempo que manifestó estar “harto” de la persecución por parte de las patrullas.
Ruiz, que reside en Panamá 340 de Las Playas, aseguró por entonces que no tenía nada pendiente: “No robé, no violé, no maté a nadie… pero me viven persiguiendo”, expresó.
“Yo no digo que soy un santo, pero no he cometido ningún delito”, supo decir Ruiz, quien trabaja en un taller de chapa y pintura, lugar donde también alista autos para vender.