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Soberanía alimentaria y cambio rural

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Soberanía alimentaria y cambio rural
Los integrantes de Pueblo Mampa agradecieron a instituciones, gremios y cooperativas por su apoyo

Organizan jornada para mañana

Pueblo Mampa es un proyecto comunitario, colectivo e independiente que entre otros propósitos tiene el de trabajar en la búsqueda de alternativas superadoras al actual sistema de producción de alimentos y medicinas.

El derecho humano más elemental contenido en la Declaración Universal, es el derecho a alimentarse.

De ahí que la Soberanía alimentaria sea el derecho de los pueblos a definir su política agraria y alimentaria sin depender de otros países o someter sus necesidades nutricionales a los intereses especulativos de corporaciones.

Sin embargo, la mayoría de los países están sujetos a los designios de la Organización Mundial de Comercio que protege el derecho de exportar e importar comida, sin considerar los señalamientos que la ONU en 1996 establece para la alimentación y la agricultura: “Toda persona debe tener acceso a alimentos en todo momento y éstos deberán ser suficientes en términos de calidad, cantidad y variedad para satisfacer sus necesidades, que estén libres de sustancias nocivas y sean aceptables para su cultura”.

En la actualidad, quienes deciden qué nos llevamos a la boca, son un puñado de empresas multinacionales que nos monopolizan desde el mercado de la semilla, la producción de los alimentos hasta su distribución en los supermercados…

En Pueblo Mampa creemos que la producción masiva de animales en encierro, sometidos a una crueldad funcional inaudita, la alimentación con balanceados industriales y el uso intensivo de fármacos, hormonas y antibióticos de todo tipo, más que alimentar terminan por enfermar a quiénes los consumen…

En estos momentos en el planeta hay más de 1.000 millones de personas que padecen el hambre, 25% más que hace 20 años atrás. ¿Por qué? ¡Porque el sistema no quiere solucionar el problema del hambre!

Creemos, con seguridad, que el sistema de producción actual y la dirección en la que se dirige la agricultura, están incrementando el hambre en el mundo.

La alternativa real que propone el movimiento por la Soberanía alimentaria es: “Producción local de pequeña escala adecuada al modelo ecológico de las áreas culturales”.

Una agricultura campesina que no sólo alimente al mundo sino que lo alimente mejor.

 

La ciudadanía

Es necesario que la ciudadanía valore y multiplique los esfuerzos de las comunidades campesinas que bregan por la Soberanía alimentaria como alternativa, frente a un modelo de agricultura y alimentación que no funciona.

En toda América Latina se ha incrementado considerablemente la dependencia hacia las importaciones agrícolas de insumos y materias primas, esto ha reforzado la industrialización de la agricultura poniendo en riesgo el patrimonio genético, cultural y medioambiental del continente.  

Se están promocionando monocultivos para la producción de agrocombustibles y otros fines industriales a favor de los agronegocios, con un impacto devastador sobre los bosques nativos, el agua y el entorno natural, así como la vida económica y social de los pueblos latinoamericanos.    

Necesitamos que cada ser humano recupere su capacidad e inventiva para producir al menos una parte mínima de lo que consume, que podamos recuperar los patrimonios culturales, tanto como las antiguas tradiciones culinarias y las especies alimentarias autóctonas, que podamos rescatar los herbarios medicinales y las semillas locales.

Proponemos repoblar los campos con familias y multiplicar los mercados regionales, mercados donde no exista un descarte que no sea inmediatamente reciclado de manera ecológica, sin tantas cadenas de frío, ni largos y costosos transportes.

Debemos lograr que los alimentos dejen de ser mercancías para la especulación y sean considerados como necesidad básica y vital a la que tiene derecho todo ser que habite en este maravilloso mundo. Es decir, considerar a la alimentación como importante y fundamental fuente de nutrición y no como un asunto de comercio.

Vivimos horas decisivas para la humanidad. Los cambios climáticos producidos por el afán inagotable de poder y de ganancias, la alimentación artificial, la creciente contaminación, el cenit en consumo de petróleo, la dependencia farmacológica en la gestión de la salud, las crisis financieras y las guerras evidencian la vulnerabilidad de la especie humana y de la vida en este planeta. Tenemos pocas oportunidades de modificar nuestras acciones erradas mas no debemos entonces, volver a equivocarnos.

Nuestro proyecto se basa en la experimentación, adaptación y utilización de conocimientos ecológicos generados en diferentes partes del mundo y bajo diferentes escuelas (Agroecología, Permacultura, Biodinámica, movimientos de transición, agrupaciones campesinas, sabiduría ancestral de las comunidades originarias, etcétera). Buscamos atender a todos los aspectos que hacen a la vida del ser humano en armonía con la Naturaleza. Concentrando nuestros esfuerzos en las necesidades básicas de una comunidad: alimentación, salud, paz y vivienda. Con esto buscamos generar las condiciones necesarias para el arraigo a nuestra tierra, en donde la abundancia, fruto del trabajo con la naturaleza, sea compartida con todas las personas que así lo deseen, generando lazos solidarios para el bien común.

Las familias que integramos la comunidad de Pueblo Mampa creemos firmemente que podemos, desde este lugar, difundir prácticas saludables y sustentables de producción y arraigo comunitario, aprovechar la oportunidad de educar-haciendo y contribuir comprometidamente en la construcción de la Soberanía Alimentaria de nuestro país. ¡Viva el complemento y la reciprocidad! ¡Vamos por el cambio rural, el comercio justo y la soberanía alimentaria!