Inicio Culturales Su obra será un legado eterno

Su obra será un legado eterno

0
Su obra será un legado eterno

Falleció ayer a los 88 años en Córdoba. En 1992 había ganado el Premio Nacional de Literatura

“La revolución es un sueño eterno”, sobre la vida de Juan José Castelli, fue su obra más reconocida

Al día siguiente de conocerse la muerte del creador de Los Sorias, Alberto Laiseca (a los 75 años), nuestras letras pierden a otro de sus grandes y reconocidos talentos.

Ayer, a los 88 años y en Córdoba capital, falleció Andrés Rivera, el autor de «El farmer», “Ese manco Paz”, “La sierva” y «La revolución es un sueño eterno», con el cual había obtenido el Premio Nacional de Literatura en 1992.

Nacido un 12 de diciembre de 1928 como Marcos Ribak en Villa Crespo, Buenos Aires, Rivera desarrolló “dos grandes bloques narrativos”, según explicó a la agencia Telam Alberto Díaz del sello Seix Barral que publicara sus últimos títulos: “Las novelas históricas y los libros donde abordó la realidad de la clase obrera”.

El periodista cordobés Jorge Mario Lewitt recordó que “era nieto de un rabino polaco e hijo de un padre obrero textil, oficio que él mismo aprendió en su juventud mientras militaba en el Partido Comunista y en los anchos caminos de la lectura. Su madre, ucraniana, también había sido obrera en una fábrica”.

 

Palabras de Gazzera y Andruetto

El villamariense Carlos Gazzera, director del sello Eduvim de la UNVM, trabajó a la par de Rivera durante varios años en espacios como la Biblioteca Popular Bella Vista de Córdoba, que dirige la esposa del escritor, Susana Fiorito. Ayer, Gazzera publicó en su Facebook: “Un año de mierda, como quien dice. Me acaban de avisar que falleció Andrés Rivera. El de ‘La revolución es un sueño eterno’, el de ‘El Verdugo en el umbral’. Libros para releer siempre, como ‘La guerra y la paz’ o ‘El Capital’ en momentos como estos. Son lecturas que alivian, aunque uno sabe que ya nada será igual”. Más tarde, comunicó que no se haría velorio sino un cortejo hacia el crematorio camino a Malagueño.

Por su parte, la destacada escritora María Teresa Andruetto, nacida en Arroyo Cabral, ofreció una semblanza a modo de homenaje: “Inmersa en los recuerdos de esos cafés compartidos durante años en El Quijote, o las comidas en Betos de bulevar San Juan o en nuestras casas, o en la suya, aquí en Bella Vista o en su departamento en Buenos Aires (el departamento de un estudiante, me parecía, austero, con fotos de amigos y escritores amados clavadas con alfileres, o esa obra de su amigo Gorriarena de un hombre de espalda). Tengo muchas anotaciones, cosas que le oía decir (sobre la escritura, sobre la vida, sobre la vida política), y luego anotaba al llegar a casa, en una libreta de tapas grises que atesoro. Y luego ese libro ‘Ribak/Reedson/Rivera, conversaciones con Andrés Rivera’ (de Ediciones de la Flor), que hicimos con Lilia Lardone, justo antes de que comenzara a írsenos”.

 

“Un cafecito” con EL DIARIO

El 22 de septiembre de 2003, el periodista Sergio Stocchero publicó en EL DIARIO, “Un cafecito con Andrés Rivera”. En aquella charla, el autor plasmaba estas palabras: “Un libro está vivo cuando uno lo escribe. Yo no escribo con computadora. Es un anacronismo, lo reconozco, pero necesito la relación con el papel y con la lapicera; necesito tachar, yo sé que con la computadora se puede hacer de un modo mucho más higiénico y ahí sí, siento una relación muy fuerte, muy sanguínea”.

“Yo no vuelvo a leer lo que escribí. Y quiero puntualizar que toda escritura es provisional. Yo, hoy, si tuviera tiempo, reescribiría ‘La revolución es un sueño eterno’, por el cual, dicen, me otorgaron el Premio Nacional de Literatura. Y a eso también quiero referirme: todo premio es arbitrario. Ahí entra a jugar eso que los críticos se niegan a aceptar: el gusto”.

“La historia que usted, yo, y muchos de los argentinos conocemos, que es la que nos han enseñado en la primaria, en la secundaria y en la universidad a aquellos que pudieron o pueden ir, es una ficción. Tenemos historiadores que se han escindido en dos ramas: los liberales y los revisionistas. Hay otros que dicen que son objetivos, como si la objetividad existiera”.

Tres vínculos del escritor con la ciudad

– El viernes 12 de septiembre de 2003, el escritor Andrés Rivera se presentó en la exsede de la Biblioteca Mariano Moreno (sobre calle Santiago del Estero), junto a Carlos Gazzera y Alejandro Schmidt.

– El 21 de agosto de 2010 se monta en La Panadería la obra “Que paren los relojes”, dirigida por Ricardo Bartís, sobre personajes de textos de Rivera, en el marco del programa Café Cultura Nación.

– El pasado 28 de julio se presentó en el Teatro Verdi la obra “El farmer”, con Rodrigo de la Serna y Pompeyo Audivert, basada en el célebre libro de Rivera, sobre la vida de Juan Manuel de Rosas.