El joven acusado de asesinar a su tío de varias puñaladas permanece alojado en la alcaidía policial. Ayer a la mañana, en tanto, la fiscal Silvia Maldonado lo imputó como presunto autor de “homicidio simple”. El móvil del crimen no sería económico, sino una cuestión “personal”

La fiscal Silvia Maldonado acusó ayer formalmente a Carlos Sebastián Heredia (20) por la muerte a cuchilladas de su tío, el conocido comerciante villamariense Juan Carlos “Peine” Heredia (62), ocurrida el sábado a la noche en barrio San Martín de esta ciudad.

El único sospechoso que tiene el alevoso crimen fue imputado -en principio- como supuesto autor de “homicidio simple” y permanece alojado en la alcaidía policial ubicada en Piedras y avenida Presidente Perón, pero será trasladado a la cárcel el próximo jueves, una vez que Heredia nombre abogado defensor o la Justicia le asigne uno de oficio.

En tanto, una calificada fuente policial dijo anoche a EL DIARIO que el móvil del crimen no sería económico, como trascendió en un primer momento, sino “personal”, a raíz de un entredicho que habrían mantenido víctima y victimario, lo que derivó en el sangriento episodio.

En la Unidad Judicial

Por otra parte, durante la mañana de la víspera los ayudantes fiscales Roxana Medina y Pablo Jávega receptaron cuatro testimonios en la sede de la Unidad Judicial que funciona en el edificio de la Departamental de Policía, los que fueron incorporados al expediente y en las próximas horas lo enviarán a la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno para que la fiscal Maldonado continúe con las medidas procesales de rigor.

Se trata de las declaraciones que prestaron dos familiares directos de los Heredia y otros tantos policías que tomaron intervención funcional en el lugar del hecho durante las primeras horas del domingo 25.

Tanto Medina como Jávega coordinan todas las actuaciones sumariales dentro de la Unidad Judicial y luego envían los sumarios a la Fiscalía correspondiente, donde se da continuidad a la instrucción de las causas.

Más precisiones

La fuente consultada por este matutino dio algunas precisiones de la causa, como, por ejemplo, que la identidad correcta del confeso homicida es Carlos Sebastián, aunque sus familiares y amigos lo conocen por su segundo nombre, y confirmó que tiene 20 años, ya que nació el 25 de junio de 1996.

Sin embargo, lo más relevante del hecho que se investiga radica en las motivaciones que habrían llevado al joven a ultimar a su tío pocos minutos antes de la medianoche del sábado.

Según la fuente, “el móvil no fue económico, sino personal”, aunque declinó especificar a qué se refería puntualmente, por lo que las especulaciones son de lo más variadas.

No obstante, el informante ratificó que en sede policial Sebastián Heredia confesó haber apuñalado a Juan Carlos luego de mantener una discusión verbal generada por, precisamente, el problema “personal” suscitado momentos antes.

La revelación se produjo en momentos en que el joven se encontraba en la Comisaría de Distrito, adonde había sido trasladado por personal policial en calidad de sospechoso luego de las contradictorias declaraciones que formuló frente a la vivienda de la víctima, ubicada en la esquina de avenida Porfirio Seppey (exruta pesada) y pasaje Darío Ramonda.

“Se quebró y confesó”

“El muchacho se quebró y reconoció que había sido él quien había matado al comerciante”, comentó la fuente, y agregó: “Fue una declaración espontánea y, por lo tanto, tiene validez jurídica; si hubiera sido en el marco de un interrogatorio, sin presencia de la autoridad judicial, no tendría valor procesal”.

Incluso durante su comparendo Heredia dijo adónde había arrojado el cuchillo con el que degolló a su tío, lo que posibilitó que los efectivos que trabajaron en el lugar del hecho lo encontraran rápidamente.

Se trata de un cuchillo tipo Tramontina que fue secuestrado y será sometido a pericias en los próximos días, aunque los investigadores sospechan que, además, el homicida utilizó otra arma blanca en el ataque.

La especulación radica en el tipo de lesiones que presentaba el cuerpo de­­ Juan Carlos Heredia, compatibles con un segundo cuchillo, que todavía no fue localizado.

Puñaladas letales

Cabe recordar que el comerciante recibió al menos tres puñaladas, una de las cuales prácticamente lo degolló, ya que le produjo un corte en el cuello -sobre el lado derecho- que le seccionó la vena yugular y la arteria carótida, ocasionándole una profusa pérdida de sangre en pocos minutos.

Las otras cuchilladas lo alcanzaron en la región abdominal: una sobre la parte baja del flanco izquierdo (el corte fue muy amplio y las vísceras quedaron al descubierto) y la restante en el costado derecho, a la altura de la región hepática.

Interviene la fiscal

Una vez que efectivos de la Patrulla Preventiva llegaron al lugar del hecho, dieron intervención a la fiscal Maldonado, quien arribó acompañada por su secretario Leonardo García Tomas. Habían pasado unos 45 minutos de la medianoche y en la finca de barrio San Martín ya estaban trabajando el superior de turno de la Unidad Departamental, un comisario de apellido Veronese y el jefe de la División Investigaciones, comisario Lucas Dagatti.

También concurrió a la escena del crimen personal del Gabinete Criminalístico, que se encargó de tomar fotografías, confeccionar el croquis y realizar otras diligencias propias de la investigación policial.

Al requisar las inmediaciones, se encontraron en la vereda las llaves de la vivienda del comerciante asesinado y la moto del confeso homicida, con manchas de sangre en el manillar y sobre el asiento.

Trágica ­­­Nochebuena

Cabe recordar que la Policía llegó a las 0.15 al domicilio de Juan Carlos Heredia y allí entrevistó a Sebastián, quien les informó que minutos antes había concurrido a la casa de su tío para visitarlo y que lo encontró tirado en el suelo de la cocina con heridas cortantes en el cuello y el abdomen.

El joven tenía las manos y el rostro ensangrentados. Al ser interrogado por el personal policial, incurrió en varias contradicciones, por lo que fue trasladado a la Comisaría en calidad de sospechoso y fue allí donde terminó confesando el crimen.