Alrededor de 30 reclamos, entre formales e informales, receptó la Auditoría General en la jornada de ayer respecto a la malograda fiesta de fin de año de “Ron Ron Balú”, desarrollada en la madrugada del domingo en el predio del Jockey Club.
Según la auditora Alicia Peressutti se recibieron más de 20 llamados y cerca de 8 personas que se acercaron a la oficina ubicada sobre calle Chile 327, a fin de presentar una queja sobre el evento masivo y al aire libre que debiera interrumpirse luego de las 3 de la madrugada debido al fuerte temporal y el corte energético de toda la zona.
“Vamos a llamar a una audiencia entre las partes para el lunes a las 10, aquí en la sede de la Auditoría, con los organizadores de un lado y algunos de los chicos que han reclamado”, puntualizó la funcionaria.
Asimismo, señaló que “de las presentaciones formuladas, algunos pedían la devolución de las entradas y otros, que se hiciera una nueva fiesta”.
Respecto a los pasos administrativos, Peressutti indicó que se deberá constatar si “se advertía en las publicidades del evento que se suspendía por lluvia, si se habían enterrado los cables en el lugar, si había o no carpas disponibles” y, si se va a realizar un nuevo evento, “cómo, dónde y cuándo va a realizarse”.
Del mismo modo, destacó que “en rigor, la fiesta comenzó y tuvo un desarrollo hasta su suspensión”.
Por parte de la organización de la fiesta, se habían publicado comunicados oficiales donde se daba cuenta de lo sucedido y se adelantaba que se está “pensando en una segunda oportunidad” y quienes retuvieran las entradas “ingresarán sin costo”. Aunque, oficialmente, no hay nada confirmado aún.