El autor de “Los amantes de Córdoba”, que hace referencia al bar céntrico, recibirá un tributo. A las 21 se presentará en el Anfiteatro junto a César Isella, Piñón Fijo y el Toro Quevedo
Aunque en el inconsciente colectivo de muchos se la conozca como “Café La Madrileña”, el título original de la canción es “Los amantes de Córdoba”.
Publicada en los años 70 por Los de Siempre y reeditada en 2013, en el álbum “Regreso”, la obra del gran compositor mendocino Daniel Altamirano duerme en el corazón de varias generaciones de villamarienses y visitantes que reconocen las primeras líneas de aquella letra romántica cada vez que deambulan por el bar céntrico ubicado en la primera cuadra de calle San Martín.
“Me preguntan siempre por esa canción, pero la historia es la misma”, comenta desde el otro lado del teléfono el propio autor que mañana a las 20 será homenajeado justamente frente a La Madrileña, antes de presentarse en el Anfiteatro.
En diálogo con EL DIARIO, Altamirano recrea aquella joyita de su repertorio: “Era a comienzos de los 70. Nosotros íbamos seguido a Villa María a actuar y parábamos una semana o 10 días. En ese entonces, íbamos mucho a ese café y por eso la referencia. Pero no se refiere sólo a la ciudad, sino a todo Córdoba, porque en ese momento, como también sucede ahora, Córdoba era el centro del país y muchos estudiantes de todas partes llegaban a aquellas tierras”.
-Pero la historia de la mujer que inspiró la canción ¿pasó o no pasó? ¿La volvió a ver?
-Sí, las cosas son un poco como están escritas y un poco, no. Es parte de mito y parte de realidad. Respecto a la chica, sí la volví a ver después, pero no pasó nada más. Es una linda canción que tiene una hermosa melodía de Walter Suárez, nuestro guitarrista que luego pasó a formar parte de Los de Siempre cuando se retira (Julio) Sáenz. Y además era mi compadre.
-¿Cómo recuerda los principios del Festival de Peñas?
-Era un festival muy lindo que se realizaba en un Anfiteatro mucho más simple del que hay hoy en día. Tenía forma de un espigón, donde la gente podía subirse. Pasamos jornadas maravillosas allí. Nos abrazan y nos acompañaban a cantar. Los jóvenes lo vivían con una gran euforia. Cambió mucho el Festival, ya que se ha nutrido mucho de figuras internacionales. Ahora no existen las mismas vivencias espirituales que antes.
“Al folclore le faltan incentivos naturales”
-¿Está de acuerdo con ese cambio o con el nuevo formato?
-Son dos cosas distintas. Al comienzo el Festival se hizo todo a pulmón, impulsado por el ideal de un par de personas, entre las que destaco a Tito Suárez, y donde no había tantas ayudas municipales o del Estado. Sí había mucha voluntad de todo el mundo. Pero lo que sucede en Villa María sucede en todos lados. Son transformaciones sociales y ciclos que vive el ser humano que se producen constantemente. Ojo que no estoy en contra de eso. Que nos estemos comunicando por celular a distancia en cualquier parte es fabuloso.
-Ahora, aquella era una época dorada del folclore con muchos conjuntos y solistas.
-Es cierto. Hoy en día al folclore le faltan incentivos más naturales. El músico vive rodeado de mucha tecnología que lo lleva a otras partes del país y del mundo, donde recibe música de la India, la China, de todos lados, como en una catarata, y por un lado está bien. Pero el artista debe entender que si quiere ser mejor, tiene que hacerlo mediante algo más simple: brindar lo que uno siente por la música, por su lugar de nacimiento y por su gente. A veces parecemos como los indios cuando vino Colón, extasiados por los espejitos de colores. Por supuesto, queda en el remanso, al paso del tiempo, quedan cosas buenas.
-¿Qué ofrecerá en su concierto en el “Anfi”?
-Voy a llevar buena parte de mis canciones, de lo que soy o me representa, con mi banda que son todos músicos de mi provincia. Además, voy a estrenar dos canciones de mi disco nuevo: “Rosa y canela”, dedicada al recuerdo de mi abuela y su halo de amor y bondad, y una versión de “Callejero” de Alberto Cortez, por mi cariño a los animalitos, a los que ahora llaman mascotas. Pido que no los dejen sueltos o tirados en la calle ni tampoco que los dueños los encierren y se mueran en los departamentos.
En contra de los fuegos artificiales
-¿Qué piensa sobre el uso de la pirotecnia?
-No estoy a favor de los fuegos artificiales. Antes, hace mucho, lo estaba, pero después aprendí que es una estupidez. Por lo menos, creo que se deberían prohibir los fuegos más explosivos, porque no sólo afectan a los animales, sino también a las personas.
-Volviendo a su nueva visita, usted ha actuado varias veces en Villa María y tiene varias amistades.
-Por supuesto. Tengo amigos como Eduardo Belloccio o la gente de Vincent, que me dejan presentarme siempre allá. Además actué en el Festival, hice el reencuentro de Los Altamirano (2009) y me presenté con la nueva formación de Los de Siempre (2013). Digamos que cuando voy a Villa María estoy con cama adentro (risas).
J.R.S.
Eventos. Mañana a las 19 se realizará un homenaje a los pioneros del Festival, en General Paz 142, donde funcionó la peña Ctalamochita. A las 20, tributo a Altamirano en el café La Madrileña. Y a las 21, en el Anfiteatro, actuarán Piñón Fijo, César Isella, Daniel Altamirano y Jorge “Toro” Quevedo.