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La ley no garantizaba la prevención

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La ley no garantizaba la prevención
El pedido de estudios para detectar la enfermedad depende principalmente de los antecedentes del paciente

Realizar estudios indiscriminadamente a todas las mujeres podría estigmatizar como “enferma” a la población sana, afirman especialistas en Hematología

El pedido de estudios para detectar la enfermedad depende principalmente de los antecedentes del paciente

La trombofilia es la propensión a desarrollar trombosis (coágulos sanguíneos) debido a anormalidades en el sistema de la coagulación, tanto en hombres como en mujeres.

El riesgo de trombosis en mujeres aumenta durante el embarazo y el puerperio, durante la toma de anticonceptivos orales que contengan estrógenos, con el uso de hormonas que se usan en la estimulación ovárica en los tratamientos de fertilización asistida y con el uso de terapia de remplazo hormonal durante la menopausia.

El último 26 de diciembre, el presidente Mauricio Macri vetó la Ley Nacional de Trombofilia (27.335) en su totalidad. Esta ley había sido aprobada el 24 de noviembre de 2016 en el Senado por unanimidad y por Diputados a fines del año anterior.

La norma establecía, entre otras cosas, que los análisis que diagnostiquen la trombofilia sean de rutina en mujeres en edad fértil y pre-fértil, y su incorporación al Programa Médico Obligatorio (PMO). Además, creaba un Programa Nacional para la investigación, diagnóstico y tratamiento en el marco del Ministerio de Salud.

El principal reclamo de los impulsores de esta ley, es la pérdida del derecho de las mujeres a saber desde un primer momento si tienen que tratarse por esta enfermedad, sin esperar a perder embarazos para hacerse los estudios correspondientes.

 

No consultaron con especialistas

EL DIARIO habló con el doctor Gustavo Gómez, especialista en Medicina transfusional y hemostasia y director del Banco de Sangre del Hospital Pasteur.

Según sus palabras, la ley estuvo bien vetada porque en el proceso de creación: «No habían consultado con la Sociedad Argentina de Hematología ni con especialistas, específicamente con el Grupo Cooperativo de Hemostasia y Trombosis (CAHT). Ellos ni habían opinado ni habían dado ninguna norma ni protocolo de cómo se debía manejar la patología. La ley salió con varios defectos que debían ser corregidos, pero no se hizo, por eso hubo que vetarla».

La enfermedad tiene una parte que es hereditaria y otra que es adquirida, que se desarrolla a través de la vida.

Hay casos de trombofilia en Villa María y van a seguir habiendo, se van a ir descubriendo, «detectando nuevos». No hay un número de casos o una estadística, pero sí existen y se tratan: «Es una enfermedad relativamente nueva, se han desarrollado muchos marcadores en los últimos años, pero está en el conocimiento de los distintos especialistas. Eso de que los médicos no la conocemos es otro error que se ha generalizado”.

“Están los medios en los laboratorios para hacer el diagnóstico, a veces no en los hospitales públicos, pero si hay centros que los hacen y los derivamos desde acá. No hay ningún inconveniente para su detección y tratamiento», destacó el especialista.

 

Detección a tiempo

Esta enfermedad tiene mucha importancia para las mujeres que han perdido embarazos, es una de las causas, a veces, por la que directamente no pueden quedar embarazadas.

Ese era el mayor reclamo de mujeres que sufren esta enfermedad y recién se les ha detectado luego de perder varios embarazos.

«El ginecólogo conoce perfectamente la patología y las otras posibles y es el que va a determinar los estudios que pide para cada embarazada en particular. Lo piden como examen de rutina para aquellas pacientes mujeres que no pueden concebir hijos o que pierden embarazos. Eso depende de la especialidad, de la paciente y principalmente de los antecedentes de todo tipo que ésta tenga, que eso lo recaba el especialista en la historia clínica», explicó el médico.

El diagnóstico empieza con un examen de rutina de coagulación: «La manifestación clínica es muy importante, por lo general se manifiesta con trombosis en lugares poco frecuentes, allí empieza la sospecha y por supuesto, cuando las mujeres han tenido perdida de embarazos».

Es una enfermedad que afecta también a hombres, pero se ve más en mujeres. También se relaciona con otras patologías como el Lupus Eritematoso Sistémico o la colagenopatía.

En cuanto al alcance de esta enfermedad, Gómez destacó que la Sociedad Argentina de Hematología está sacando las muestras y están obteniendo las estadísticas   para que se sepa cuál es el porcentaje de la población que padece esta patología, «se van a presentar, pero todavía no están terminados».

 

Argumentos del Grupo CAHT contra la ley

Grupo Cooperativo de Hemostasia y Trombosis manifestó que la ley tiene “graves fallas conceptuales y peligrosas consecuencias”, que genereban una gran preocupación en la sociedad científica: 1- Considera a la “trombofilia” como una enfermedad cuando es un factor de riesgo e incluye alteraciones que no se asocian con riesgo alguno. Con la ley se asignará el rótulo de “enfermas” a personas, sanas y asintomáticas.

2- Obliga a la realización indiscriminada de estudios en mujeres jóvenes y sanas, sin ninguna evidencia científica que lo avale, en directa oposición al conocimiento actual sobre el tema.

3- Estudiar “a todos” no redunda en una eficaz prevención ya que los estudios no tienen valor predictivo, es fundamental la historia personal y familiar de cada paciente.

4- Teniendo en cuenta que se estudiará a todas las mujeres sanas y muchos de estos estudios frecuentemente dan “positivos” sin que esto signifique mayor predisposición a una enfermedad, se indicará tratamiento con heparina en más del 50% de las mujeres estudiadas, incluso en aquellas

con condiciones en que no está comprobado que su uso sea beneficioso.