Lo admitió el intendente Martín Gill. Fue otorgada a la hija de Marta Giusti, directora de un MuniCerca. Aparentemente sufría violencia de género
El municipio adjudicó de manera directa a la hija de una funcionaria una casa del Plan 400 Viviendas, denominado barrio Malvinas Argentinas.
La beneficiaria es hija de Marta Giusti, directora del MuniCerca 3 que tiene injerencia en los barrios Bello Horizonte y San Martín.
La entrega fue confirmada por el intendente Martín Gill ante la consulta de EL DIARIO. “Hemos hecho la verificación, hay una persona que estaba en el registro y tenía una situación particular de emergencia por una situación personal por la que estaba alcanzada, y bajo esos criterios se entregó una vivienda, que es lo que habitualmente se realiza en situaciones de vulnerabilidad y emergencia”, señaló el mandatario.
Dijo que apuesta a que en el Programa “Lo Tengo” y en otro que suscribirá con el Estado provincial “la totalidad de las viviendas se entregue por sorteo, salvo situaciones de vulnerabilidad” y sobre estos últimos casos indicó que en base a aquellos “terrenos que pueden quedar en disponibilidad” es el Instituto Municipal de Vivienda el que “con su equipo técnico define esta situación”.
“Hoy estamos trabajando sobre las nueve viviendas sociales que estamos construyendo para atender situaciones de altísima vulnerabilidad, fundamentalmente en mujeres en situación de jefas de familia o en otras situaciones, y creemos que este tiene que ser el camino para lograr hacer frente a una enorme necesidad”, admitió, añadiendo que “la demanda habitacional y de acceso al suelo es enorme”. Además dijo que trabaja para que en los próximos días se puedan dar “anuncios concretos en materia de acceso al suelo, evitando la especulación que existe en estos momentos y que es una especulación muy grande que le impide a mucha gente no poder ejercer el derecho de acceso a la vivienda”.
Injusto
De acuerdo a cifras oficiales, en Villa María hay cerca de seis mil familias sin un techo propio, a la par de unas 700 que viven en condiciones edilicias muy precarias como, por ejemplo, no tener baño en muchos de esos casos.
Hasta hace días nomás, hubo un acampe frente al Palacio Municipal en reclamo de viviendas. La demanda es muy grande. “Enorme”, según el propio Gill.
El acto de darle una vivienda a la hija de una funcionaria pone en tela de juicio la pregonada transparencia en los actos de Gobierno y la mentada igualdad de oportunidades. ¿Desde cuándo estaba anotada? ¿Se hallaba en peores condiciones que centenares de mujeres que están prácticamente solas y en situación desesperante? Las respuestas no saldarán las suspicacias.
Diego Bengoa