A fines de 2016 la región comprendida entre las provincias de La Pampa, sur de Buenos Aires y norte de Río Negro presentaba condiciones de extrema peligrosidad para la ocurrencia de fuegos.
De acuerdo con los especialistas, la acumulación de grandes volúmenes de materia seca fina sumado a tormentas eléctricas secas -casi sin precipitaciones-, altas temperaturas y baja humedad relativa en el ambiente predisponen el comienzo del fuego y dificultan su control.
Con más de un millón de hectáreas afectadas, el INTA participa de mesas interinstitucionales y aporta imágenes satelitales que ayudan a evaluar la dimensión de los focos.
En este sentido, Néstor Stritzler, director del Centro Regional La Pampa-San Luis del INTA, señaló: “Básicamente estamos subordinando nuestras acciones a lo que está haciendo el Gobierno provincial” y aclaró: “Relevamos imágenes satelitales y las enviamos para que puedan evaluar la dimensión de los focos”.
En La Pampa, a la fecha, suman más de 400 mil las hectáreas afectadas por el fuego desde el comienzo de los incendios -diciembre-. “Cuando comienza el fuego y, sobre todo, con la presencia de vientos intensos es muy difícil de controlar”, expresó Stritzler quien agregó: “El incendio está localizado en una zona de bosques y afecta al Caldén, un bosque único en el mundo”.
Para coordinar acciones, el INTA participa de una mesa interinstitucional. “Este viernes nos reunimos con el Comité de Emergencia donde, convocados por el Gobierno provincial, participan instituciones públicas y organizaciones de productores”, adelantó el director del INTA.