Cuatro villamarienses, ocho villanovenses y un olivense cruzarán la cordillera para brindar homenaje en el bicentenario de la histórica gesta militar
La plaza Capitán de los Andes de Villa Nueva y la figura del General José de San Martín que allí tiene un monumento, motivaron a Domingo Medina a plantearse: “¿Por qué no hacerle un homenaje?”.
Este villanovense consideró que el bicentenario que se cumplirá de la histórica gesta era motivo suficiente como para intentar emular los pasos del Ejército de los Andes en 1817 y logró contagiar su idea.
Por ello, el próximo sábado 21, 14 personas partirán rumbo al enorme desafío de cruzar los Andes a pie. Son ocho villanovenses, cuatro villamarienses, y otra persona de Oliva. Hombres y mujeres, de entre 34 y 50 años.
“La iniciativa arrancó en julio. En este tiempo se han dado varios bicentenarios de nuestra historia, pero noté que no se escuchaba nada sobre el bicentenario del cruce de los Andes, que fue una de las grandes gestas militares y que llevó a la liberación de Chile y Perú”, recordó Medina.
“Me plantee la idea de hacer un homenaje generando una caminata junto a un grupo con el que hacemos trekking de montaña”, mencionó y dijo que cuando les tiró la idea de cruzar la cordillera a sus compañeros “no como una acción deportiva ni turística, sino más por la historia y por revalorizar y recrear”, le dijeron que estaba loco.
Recién en octubre logró que se sumen a la idea. “Al principio se prendió un grupo muy chiquito porque parecía una locura. Pero, en realidad, cuando uno lo va viendo en frío, más allá de que puede ser una locura, no es algo imposible, están los medios, los recursos y tenemos la preparación previa”, destacó Medina.
“Al principio creían que era algo descabellado, hasta que empezamos a ver concretamente cómo era el cruce”, sostuvo, quien si bien no minimiza el desafío, aclaró que “es un paso, tenemos que caminar y siempre ir ganando altura, uno por ahí tiene la visión de los Andes como un cuco, no es para minimizarlo, pero es un paso”.
El desafío
El viaje está diagramado en una semana. “Son tres días de adaptación por la altura, y tres días donde hacemos concretamente un ataque a la montaña para llegar a una determinada altura y luego concretar la bajada hacia Chile, en el Distrito de San Miguel”, describió Domingo, quien apuntó que la caminata es hasta el límite máximo del El Portillo que es de 4.300 metros de altura.
El grupo se concentrará en El Manzano (en Tunuyán, Mendoza), adonde llegarán en auto porque “ese el punto histórico donde San Martín descansó en el regreso”.
Domingo contó que “vamos a hacer la ruta del regreso de San Martín, cuando por lo general todos hacen el camino de ida”. Esta elección tiene un motivo especial: “Personalmente elijo ese recorrido porque San Martín vuelve sin pena ni gloria después de semejante gesta”.
Sobre el ascenso, explicó que “no hay que escalar ni andar trepando. Es un paso antiguo como todos los que usó San Martín para desplegar la estrategia militar”.
“Vamos con dos guías. Armamos una logística con arrieros, mulas, caballos, cocina, carpa de campaña, carpas térmicas, demandó toda una organización. Hay agencias de turismo que hacen este tipo de actividad, pero no quisimos hacerlo así para no quitarle el valor de la iniciativa propia”, ponderó.
Tendrán que pasar varias noches en la montaña. “La idea es que una vez que cayó el sol, se cena y a dormir”. Y uno de los pocos “miedos” que tienen es al clima. “Que nos toque una lluvia intensa, o una nevada que te saque de los parámetros que manejamos. Pero durante este mes deberíamos tener grandes montañas y algunos picos nevados, esa debería ser la postal que tendríamos que ver. Al estar en altura por lo general la temperatura es baja, sobre todo a la noche. Igualmente durante el verano es un poco más benévolo, tenés bajas temperaturas pero te permite andar hasta con remera si tenés sol, pero a la noche tenés -10 grados”, afirmó.
Con relación al equipamiento que llevarán, Domingo apuntó que “lo fundamental es la ropa térmica, no se puede andar emponchado, y sobre todo ropa sintética para que la transpiración se te seque a la media hora, porque las prendas de algodón se mojan y no se secan más, lo que te puede llevar a una hipotermia a la noche si no tenés otra ropa”.
Además, llevan bolsas de dormir especiales y calzado, pantalón y campera, impermeable también. “Tenemos un límite de cinco kilos para llevar en la espalda y otros diez kilos en mula, porque cuando llegamos al paso fronterizo no se puede cruzar nada para Chile, entonces las mulas pegan la vuelta y el resto de la caminata se hace con mochila al hombro”, contó.
El regreso a Mendoza será en colectivo.
Preparados
Quienes se estarán lanzando en esta aventura, que comenzará el 21 y terminará el 28 del corriente, integran un grupo de trekking que habitualmente desarrolla actividades en las sierras de Córdoba.
Por ello, se puede considerar que están medianamente preparados. “Durante el año hacemos salidas a la montaña, por las sierras, se camina en desnivel, pero tuvimos que hacer una preparación previa para las horas de esfuerzo que tiene la travesía. Sobre todo para los últimos tres días que es donde tenés entre nueve y diez horas de marcha. Son días muy activos y en altura, donde tenés que tener resistencia, un trabajo aeróbico como para poder seguir”
Desde lo físico, “el mayor desafío es la altura” y que “el organismo de cada uno se adapte”. Es por ello que, incluso, no descarta que alguno no pueda completar la travesía: “Podés estar muy entrenado, pero si tu organismo no puede mantenerse a determinada altura posiblemente alguno pueda quedar en el camino, eso lo vamos a saber en el período de los tres días de adaptación. Creemos que no va a haber problema, pero tampoco lo descartamos”.
Historia
No todo se trata de tener aguante para soportar la altura, el frío y que las piernas no aflojen. Para este grupo, la preparación también incluyó la historia. El verdadero fin, como lo reiteran una y otra vez, es homenajear, recrear y vivir una experiencia que vaya más allá de lo físico.
Por eso, algunos de los que estarán cruzando se reunieron días atrás con el docente Manuel Argüello, “con quien tratamos de ver cuál era la visión geopolítica de la época, contextualizar este viaje trazando un paralelismo con la Argentina de estos años, y estamos viendo que muchas cosas parecen que fueran del presente”.
“Queremos revalorizar la cuestión histórica. Tiene que ver con el lugar de donde salimos, con los 200 años del cruce. De hecho elegimos la fecha porque es en la que San Martín hace el cruce”, subrayó.
Domingo se apasiona no sólo al imaginar lo que será el cruce, sino al plantear paralelismos con aquel momento. “Por un lado tenés un San Martín que llega victorioso de haber liberado y con una visión de una Patria grande, y por otro lado tenés el centralismo de Buenos Aires que lo que quiere es el libre comercio con Europa”, repasó.
Con la bandera de Villa Nueva
Días atrás el grupo fue recibido por el intendente interino de Villa Nueva, Edgardo Garmendia, a quien llegaron con el fin de pedirle una Bandera de la ciudad, la que llevarán en alto durante todo el desafío. “Somos ocho villanovenses y el motivo de inspiración se dio en la plaza, en ese contexto, por eso queríamos tener un símbolo de la ciudad”, cerró.
Estos son. Omar Catena, Anabella Giordano, Guillermo Pandolfi, Federico Fioroni, Marcelo Sorzana, Mingo Medina, Marco Rodríguez, Juan Pablo Rodríguez, Analía Carlomagno, Claudio Ambrosio, Ariel Turecki, Verónica Peretti, Claudia Peretti y Cachi Formía son las 14 personas que cruzarán los Andes.
“Queremos revalorizar la cuestión histórica. De hecho elegimos esa fecha porque es en la que San Martín hizo el cruce”.