Legislador denuncia una “Justicia delivery”

El Fiscal de Estado, Jorge Córdoba, en representación del Gobierno de la Provincia de Córdoba, se presentó días atrás ante la Fiscalía General de la Provincia, a fin de que disponga las medidas de investigación, tanto en los procedimientos, como también sobre los funcionarios que intervinieron en el proceso de adjudicación de seis de los sistemas de gasoductos troncales a la Empresa Odebrecht.

Como es de público conocimiento, desde distintos sectores políticos se hicieron sentir voces que denunciaron que el proceso habría estado teñido de las mismas irregularidades que se le imputan al Sr. Marcelo Odebrecht en su país de origen y en otros de distintos continentes e incluso en la Argentina.

Entendiendo la trascendencia mediática local y nacional generada por esta situación, el Ejecutivo Provincial se presentó ante la Fiscalía General del Poder Judicial para que ésta verifique los procedimientos de selección de los sistemas adjudicados a la empresa brasileña y se aclare ante la opinión pública.

La presentación realizada incluye las copias certificadas de las actuaciones administrativas cumplidas dentro del Programa Integral de Gasoductos Troncales de la Provincia de Córdoba, poniendo además a disposición toda otra documentación que resultara correspondiente.

Finalmente, se informa que todos los funcionarios del Poder Ejecutivo, que de manera directa o indirecta hubieren intervenido formal o informalmente en el proceso, están a disposición de la Justicia.

Esta presentación es insólita, es igual a la que hicieran vinculada al Hotel Ansenuza de Miramar. Se presentan quienes deben ser investigados, presentan su propia documental, lo hacen ante los fiscales que venimos denunciando como cómplices y responsables de la impunidad en la provincia y con eso quieren blanquear una presunta actitud transparente. Seguimos en presencia de lo que podemos calificar como “Justicia delivery”, procesos que se abren y se cierran a pedido del “cliente”.

Para tener transparencia necesitamos una investigación independiente y fiscales sin presiones, sin protección política y sin genuflexión.

Si quieren investigar de verdad la obra de los gasoductos, que empiecen por la primera obra (frustrada) y la ya famosa lista del arrepentido Alberto Yousef, que habla claramente de sobornos en Córdoba y que, cuando fue llevada a la Justicia, de manera vergonzosa fue archivada por un servil empleado del Gobierno «disfrazado» de fiscal que, como premio, ahora será ascendido a juez de Control Anticorrupción.

No creemos en esta puesta en escena burda y carente de imaginación. Acudiremos nuevamente a la Justicia Federal para que sea en el ámbito de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas donde se investiguen estos hechos.

El Gobierno de la Provincia, conociendo que legisladores de la oposición han efectuado una presentación en este sentido en la Justicia Federal de Córdoba, debería haber acudido a ese ámbito a contestar todas las preguntas que se formulan en la presentación y de las que nunca quisieron ni pudieron dar respuestas.

Dr. Juan Pablo Quinteros, legislador provincial por el Frente Cívico

Vecino orgulloso evoca a “próceres” locales

En la edición de EL DIARIO del lunes pude ver a gente visitante de nuestra ciudad, mucha de ella que vino por primera vez, hablando maravillas de todo lo que se ha encontrado y no solamente de la costanera.

Turistas llegados de la ciudad Córdoba capital, de Río Cuarto y hasta de Estados Unidos, pero también de localidades más cercanas como Hernando, Pueblo Italiano, Bell Ville, Arroyo Cabral, La Carlota, General Deheza, Ballesteros, Ausonia, Pozo del Molle, La Palestina y la vecina Villa Nueva, entre otras.

La verdad es que valoro el trabajo de haberlos buscado y encontrado, pero más que nada quiero referirme al orgullo que sentí como vecino de la ciudad, ya que todos ellos me hicieron ver cosas que, a veces, uno no tiene en cuenta por vivir acá y no les da la suficiente importancia que adquieren ante una mirada de afuera.

Y no se trata solamente de la costanera, sino que rescatan la variada oferta de actividades, la gentileza de los vecinos y hasta algunos de ellos hacen mención a que les gustaría vivir acá.

Yo pienso entonces que no fue en vano el esfuerzo que hicieron muchos hombres y mujeres de esta tierra que soñaron con una ciudad de este tipo y se fueron, por así decirlo, sin conocerla. Aunque tal vez la imaginaron. Amadeo Sabattini, Antonio Sobral, Juan Rocchi, Carlos Pizzorno, Edith Vera… son solamente algunos de ellos, a quienes bien podríamos decir hoy: “Tarea cumplida”. Ojalá pudiéramos darnos un abrazo en todo lo positivo y seguir hacia adelante sin egoísmos.

Alberto Botta, barrio Ameghino

Reflexiones en torno a las legislativas 2017

En las próximas elecciones legislativas se renovará un tercio de la Cámara de Senadores (período 2017-2023) y la mitad de la Cámara de Diputados (período 2017-2021). Previamente, para determinar las candidaturas, se realizarán las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Esta coyuntura merece que desde el campo popular se formulen algunas reflexiones que pueden resultar de importancia para el curso de acción a seguir.

En general, no soy amiga de las autocríticas porque suelen deslizarse hacia el autoflagelo sacrificial, con el consecuente riesgo de caer en la inhibición. Más todavía, si consideramos el bombardeo mediático que ataca al kirchnerismo con inmerecidas injurias, acusaciones judiciales, campañas de desprestigio, etcétera, cierta cautela en los cuestionamientos al propio desempeño debería evitarnos el dar alimento a los lobos. Pero la prudencia no nos exime del análisis, todos sabemos que hubo equivocaciones y que las seguirá habiendo porque en el campo de la política, en tanto acción humana, siempre se trata de apuestas sin garantías.

Hecha esta aclaración, resulta conveniente formular algunas advertencias para la tarea que nos aguarda. Una de las razones que determinó la derrota electoral de 2015 consistió en la pésima campaña realizada en el contexto del surgimiento de un candidato que no terminaba de ser aceptado. Si constitucionalmente resultaba imposible la candidatura de Cristina, se pretendía, al menos, que fuese alguien “del riñón”, como se expresaba. Llevó un tiempo instalar allí al presidenciable y convencer a gran parte de la militancia que “el candidato es el proyecto”. ¿Cómo salir a la calle a hacer campaña si a muchos de los integrantes del FPV no los seducía el propio candidato? En plena batalla política por el recambio presidencial, el FPV permaneció adormecido, encerrado, polemizando internamente.

El colectivo se desvitalizó, la mística y el apasionamiento militante que lo caracterizaba se tiñó de resignada pasividad, resultando la campaña una cruzada descafeinada y burocrática. Inmovilizados, cometimos un error fatal para un colectivo: cedimos la calle, que es la casa del pueblo, y el adversario la fue ocupando. En la tormentosa noche del escrutinio del 28 de octubre, una especie de rayo nos despertó de la somnolencia. Se puede afirmar que la verdadera campaña comenzó recién de cara a la segunda vuelta, el 29 de octubre. Ese día la identidad popular sorprendida y shockeada se puso en movimiento de manera urgente, de forma colectiva y autoconvocada. Sin esperar la bajada de línea de la dirigencia, salió del encierro, recuperando la iniciativa y la calle. Resurgió así la mística, la militancia plebeya, la alegría potente y politizada que constituye nuestro mayor capital, timón y faro del proyecto nacional y popular.

Nos equivocamos en aquella primera vuelta, al pensar que se ganaba sin necesidad de militar la campaña, esperando que la dirigencia estableciera la agenda. Democracia y organicidad son dos condiciones indispensables que deben existir en el interior de la construcción. Esto significa que hay un tiempo acotado para el debate, que debe dar lugar a otro tiempo conclusivo de organicidad y disciplinamiento hacia la voluntad popular.

En una construcción colectiva no pueden volver a aparecer las mezquindades individualistas, los enojos egoístas en los que se antepone el capricho de cada uno: es una deuda pendiente para el campo popular aprender a habitar el “nosotros”. Al candidato que surja de las PASO, sea el que sea, se lo apoya, no podemos repetir el error, no contamos con tiempo político ni social para correr ese riesgo. Hoy no hay resto.

La campaña es muy importante, hay que deconstruir el prejuicio instalado que la subestima y se orienta a desinteresarse de ella. Dentro del campo popular hay un sector radicalizado que la considera superflua, tomando a las representaciones como meros procedimientos burocráticos, afirmando que lo importante es sólo la democracia como soberanía del pueblo. Por otra parte, la mayoría de los dirigentes políticos oculta su interés por ocupar cargos, evitando responder cuando se les pregunta o contestando con evasivas al modo de “hay mucho que hacer ahora para estar pensando en eso”.

Subestimar la contienda electoral conduce a errores políticos gravísimos que se pagan duramente. La campaña constituye un momento privilegiado de la comunicación del proyecto político y de la presentación pública de quienes van a encarnar las mayores responsabilidades. La campaña cumple la función de convencer, persuadir, ampliar la base de electores con el objetivo de acceder al gobierno para dirigir el proyecto democrático nacional y popular.

Sin un Estado al servicio de los intereses populares, el pueblo corre el riesgo de permanecer demandando horizontalmente sin ser escuchado. Solo la combinación de éstos dos agentes, pueblo y Estado, puede llevar adelante un proyecto emancipatorio capaz de enfrentar al neoliberalismo.

Nora Merlin, psicoanalista, magíster en Ciencias Políticas, autora de Populismo y Psicoanálisis (La Tecla Eñe)