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Un «León» con piel de «Lobo»

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Un «León» con piel de «Lobo»
Jacobi ya metió el derechazo rumbo al gol para hacer estallar de algarabía a casi todo el público en la Placita

Alem sufría sin poder convertir hasta que, faltando dos minutos, apeló a la vieja fórmula de Argentino: Centro de Díaz y cabezazo de Jacobi, para ganarle 1-0 a San Basilio y coronar la noche en Plaza Ocampo

Jacobi ya metió el derechazo rumbo al gol para hacer estallar de algarabía a casi todo el público en la Placita

Escribe Juan Manuel Gorno

Las agujas del reloj corrían muy rápido, tanto como el pibe Natanael Guzmán, que acababa de entrar y encendía velas de esperanza por todos lados. Marcaban 43 minutos del segundo tiempo y la noche llamaba al silencio de un 0 a 0 mediocre, tibio.

Era un momento crucial. La tribuna de cemento había pasado del entusiasmo a la angustia, más allá que el pibe se fajaba con los defensores y demostraba que había que atacar por afuera.

El partido contra Atlético San Basilio dejaba poco margen y la Placita parecía endemoniada para Alem, que jugaba a ganar, pero sin demasiados argumentos… Hasta que una vieja fórmula que supo emerger de Argentino se trasladó desde el plano doméstico al torneo nacional: tiro libre a favor, centro de Claudio Díaz, con rosca y precisión milimétrica, buscando al compinche Carlos Jacobi por el primer palo. Derechazo del central. Y gol. Golazo. Y así como antes era gloria para el Lobo, ahora lo fue para el León.

Una fórmula que sirvió para ganar dos títulos locales en forma consecutiva, esta vez alcanzó entonces para dar el primer impulso de un representante de la Liga Villamariense en el Federal C.

Quizás no podía ser de otra manera.

 

Cruzado

El gol de Jacobi fue fundamental para sumar tres puntos que Alem buscó desde un principio, aunque con claros problemas de juego ante un rival limitado.

El León empezó con la buena intención de poner la pelota al piso y de abastecer a sus delanteros. Y a los 7 minutos casi tiene premio cuando Lanita abasteció a Gustavo Rodríguez, que se anticipó a la falsa salida del arquero afuera del área (no sería la única) y quedó solo para definir, pero el remate del Pescadito no fue violento y el portero, Emanuel Romero, alcanzó a reponerse para salvar el gol sobre la línea.

No obstante, esto fue sólo un espejismo. El equipo fue perdiendo presencia en la mitad de la cancha porque careció de sorpresa para atacar al vacío y por afuera.

No sumó la presencia de Nicolás Pedernera como volante externo (sin proyección ni claridad), mientras que Franco Gozzerino quedaba varado por la izquierda, entre un Yamil Elhall tapado para subir y un Lanita Díaz que también se tiraba por ese sector para jugar corto.

En ese contexto, Pablo Fernández intentaba con pelotazos largos y la redonda no circulaba en tres cuartos de cancha.

Cuando Atlético San Basilio vio que Alem no lastimaba, dejó su actitud defensiva y equilibró el partido, sólo para debatir la posesión en la mitad de la cancha y no para generar situaciones arriba. Por las dudas, Jacobi y compañía cerraban todo en el fondo.

Pareció entonces que Alem iba a quedar más lejos de abrir el marcador, a tal punto que la otra situación de riesgo que generó fue por la pegada de Díaz y esa cabeza de Jacobi que dejaron la pelota en el área chica, donde Martín Porporatto -en una noche errática- no alcanzó a definir, a los 22 minutos.

De ahí hasta el final de la primera etapa, el León deambuló sin rumbo, exhibiendo problemas serios para ser un verdadero equipo.

En el segundo tiempo, algo mejoró Alem con el desplazamiento de Gozzerino a la derecha, aunque lo mejor en los primeros minutos fue generado por San Basilio en un tiro libre que remató Gianfranco Rivarolo, cuando la pelota se desvió en la barrera y se estrelló en el palo más lejano.

Alem intentó una reacción tras el susto, ofreciendo sólo como amenaza la pegada de Díaz, en un par de tiros de esquina.

En ese marco, el primer cambio de la noche resultó vital, no tanto por la salida de Gustavo Rodríguez (mal abastecido, se cansó de correr sin solución), sino por el ingreso del pibe Guzmán, que imprimió la velocidad por afuera que se necesitaba y generó una chance a los 23 minutos, con un remate que tapó el arquero Romero.

En la siguiente jugada, el “pibe cuete” tiró un caño, dejó a dos atrás y se la cedió a Porporatto, que completó su noche nefasta cuando, debajo del arco, la tiró por encima del travesaño, ante la incredulidad de la gente.

Con el goleador apagado y San Basilio dispuesto a cuidar más la zona por donde se filtraba Guzmán, el partido se fue diluyendo con el cero impregnado. Pero…

Existen pequeñas sociedades que suelen gestar grandes momentos. Y Alem lo vivió anoche en carne propia, con Díaz-Jacobi en la llave para la victoria. Sí. Tuvo algo de Lobo. Y tendrá que seguir laburando para ser un verdadero León, más allá de la euforia de su gente, que terminó moviendo la tribuna de cemento, a puro festejo.

 

La figura: Carlos Jacobi

El defensor sostuvo atrás como un verdadero León y las peleó arriba. Generó una chance de cabeza (con pase a Porporatto) y terminó ganando el partido cuando aprovechó otro centro del Lanita Díaz, el otro encumbrado del partido.

 

El árbitro: Matías González

El hombre de San Francisco pudo llevar el partido sin inconvenientes y amonestó cuando el partido lo ameritaba. Tuvo errores en algunos de sus compañeros que se apresuraron en marcar posiciones adelantadas que, en un par de veces, no existieron.