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Condena y libertad

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Condena y libertad
Francisco “Chechene” Quevedo recuperó la libertad al finalizar el juicio
Francisco “Chechene” Quevedo recuperó la libertad al finalizar el juicio

Un joven villamariense, confeso adicto al consumo de marihuana, recibió ayer una pena de un año y cinco meses de prisión por varios hechos delictivos, pero pudo recuperar la libertad por el tiempo que llevaba detenido.

Se trata de Francisco Alexis Quevedo, de 22 años (1 de julio de 1994), quien fue declarado autor responsable de “amenazas calificadas”, “amenazas reiteradas” (tres hechos), “resistencia a la autoridad”, “lesiones leves” y “daño”, y coautor de “robo”, por una serie de episodios registrados entre los últimos días de agosto y la primera semana de septiembre de 2015.

Quevedo, apodado “Chechene”, reconoció su culpabilidad en todos los hechos que se le atribuían y posibilitó que el juicio se realizara bajo la modalidad de trámite abreviado, por lo que no se receptaron pruebas testimoniales en la sala de audiencias de la Cámara del Crimen de Villa María.

En un principio, los incidentes que tuvieron como protagonista a este convicto primario damnificaron a una tía, a quien amenazó verbalmente y hasta con un cuchillo, en momentos que se encontraba bajo los efectos del alucinógeno que había fumado.

Pocos días después, Quevedo participó en un robo junto a otro sujeto (se apoderaron de algunas herramientas que había en el interior de un automóvil), pero fue detenido. Sin embargo, cuando tomó intervención la Policía, el joven no sólo se resistió al arresto, sino que además golpeó a un efectivo y dañó un patrullero.

La audiencia sustanciada en la víspera fue presidida por el camarista René Gandarillas y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y de la asesora letrada Silvina Muñoz, como así también de la secretaria Gabriela Sanz.

A poco de comenzado el debate, en momentos que el presidente del tribunal lo interrogaba sobre condiciones personales, el acusado respondió de una manera muy particular luego de admitir que había abandonado la escuela.

“¿Por qué no siguió estudiando?”, le preguntó el juez. “Por pelotudo”, respondió el joven con un dejo de resignación.

Previo al inicio del juicio, la Fiscalía y la Defensa habían acordado la pena que luego solicitaron en sus respectivos alegatos y que finalmente se le impuso a Quevedo, quien llevaba un año, cinco meses y 23 días entre rejas.

El juez Gandarillas le dio por compurgada la condena y ordenó su inmediata libertad.