San Lorenzo hizo “el gasto” y hasta abrió el marcador, pero volvió a perder, esta vez en el Bosque y por 2 a 1 con Atenas de Río Cuarto, que aseguró la clasificación. Con la caída, los de Las Perdices quedaron eliminados previo a la última fecha

La felicidad ajena, otra vez. San Lorenzo quedó definitivamente eliminado en la noche que jugó su primer partido en Las Perdices, al sufrir su tercera caída en el Federal C frente a Atenas de Río Cuarto, que aseguró su clasificación a la siguiente fase.

Fue 2 a 1 para el Albo, en cotejo que se resolvió en el epílogo del juego, después de que el Santo intentará incesantemente y con argumentos futbolísticos la anhelada victoria. Sin embargo, nuevamente la ineficacia en el arco rival lo pagó en el arco propio, y en momentos inesperados, ya que Atenas le aplicó dos “puñaladas” cuando el dominio era del anfitrión, y le propinó una derrota que truncó definitivamente la ilusión “santa” de sostenerse con oportunidades hasta el próximo partido.

La histórica noche en el Bosque (el club perdiceño recibió por primera vez en su historia un encuentro de carácter nacional) comenzó de la mejor manera para San Lorenzo, que a los 7 minutos marcó el 1 a 0 con otro tanto -a pura viveza- de Jonatan Silva (segundo consecutivo), concretando en el marcador el protagonismo que mostró desde el vamos el local.

El dominio del equipo de Trullet se extendió tras la ventaja, con un correcto manejo de la pelota; de todos modos, no fue asfixiante sobre el arco de Testa, al punto que generó otra oportunidad recién a los 33’, cuando el arquero rival se mostró atento ante un tiro de media distancia de Pablo Rolón.

Previo a esto, Atenas, con más empuje que claridad, avisó con un tiro libre desviado de Cristian Acosta y, a los 35’, Jonathan Rojas marcó el 1 a 1 ya que, ante cierta pasividad defensiva, acomodó la pelota al palo más lejano del Mono Giraudo.

El local sintió el cimbronazo del inesperado empate y, a partir de allí, el juego resultó equilibrado, si bien el complemento tuvo un lapso de ataque por ataque, pero con aproximaciones que no derivaron en situaciones claras de gol.

En dicho segundo segmento, el local, ante las urgencias, se mostró más impreciso con el esférico ante un rival que, sabiendo que el punto lo metía en la otra fase, intentó cortar los circuitos de juego del rival y reduciendo los espacios en el campo propio; entonces, Trullet buscó explosión con los cambios, entre ellos Guido Ferreyra, quien se mostró incisivo, con un tiro desviado y otra acción que definió perfecto, pero la jugada fue anulada por una fina posición adelantada.

En la siguiente, Rolón pisó el área rival para receptar un centro, pero no logró controlar el balón y el arquero rival, atento, le impidió tener su oportunidad.

Parecía que en el cierre San Lorenzo se arrimaba a la victoria, pero el que facturó fue Atenas, que aprovechó las ventajas -ante la necesidad- que dejó atrás el local. Por lo que, el ingresado Facundo Quiroga, prácticamente robándole la pelota a Mariano Aldecoa, definió por encima del Mono Giraudo, anotando el 2 a 1 que determinó la clasificación del Albo y la eliminación del local.

El Santo, nuevamente, masticó dolor y bronca, pero fue reconocido por su público, mientras el camino ahora le indica despedirse con San Basilio y enfocarse en el plano local, adonde buscará sostener el notable protagonismo que tuvo el año pasado.