Se trata de Marcelo Aguila, un marplatense radicado en Villa Nueva. Durante seis años abusó sexualmente de una niña de su entorno. La propia víctima, que ahora tiene 19 años, fue quien lo denunció. Está detenido desde septiembre de 2014
Un trabajador de la construcción oriundo de Mar del Plata, pero con último domicilio en Villa Nueva, fue condenado ayer a ocho años de prisión de cumplimiento efectivo luego de que confesara haber violado reiteradamente a una menor de su entorno familiar.
La sanción recayó en Marcelo Oscar Aguila (40), alias “Churrasco”, quien al cabo de un juicio de trámite abreviado fue declarado autor penalmente responsable de “abuso sexual con acceso carnal, agravado por el vínculo”.
Aguila se convirtió así en el cuarto violador que es sentenciado por la Cámara del Crimen de Villa María en lo que va de septiembre. El primero de ellos fue condenado el martes 1 y los dos restantes el lunes 7 (ver “Otras condenas”).
Acorralado por la contundencia de las pruebas en su contra y quizás advirtiendo que la pena iba a ser mucho más severa si continuaba negando los hechos, este albañil nacido el 14 de agosto de 1975 cambió de parecer a poco de comenzada la audiencia de debate y terminó confesando el grave delito que se le atribuía.
Se declaró culpable
En efecto, luego de la lectura de la acusación, pero antes de que declararan los cuatro testigos citados (entre ellos, la joven que fue abusada y su madre), Aguila consultó a su defensor, pidió la palabra y reconoció su culpabilidad.
La confesión lisa, llana y circunstanciada de los hechos, sumada a la ausencia de antecedentes penales, le permitieron al agresor sexual obtener la pena mínima prevista por la legislación argentina para el ilícito que se le endilgaba, cuya escala va de los ocho a los 20 años de prisión.
De acuerdo con la pieza acusatoria, en fechas no precisadas con exactitud, pero ubicadas desde 2006 hasta 2012, Aguila abusó sexualmente de una niña, luego adolescente, que por aquellos años tenía entre 10 y 16 años.
Aprovechando la situación de convivencia y haciendo abuso de su autoridad, la sometió a sus bajos instintos en reiteradas oportunidades hasta que en septiembre de 2014, ya con 19 años, ella decidió denunciarlo, lo que derivó en la inmediata detención del disoluto individuo.
Por tratarse de hechos de instancia privada, en los que -además- la víctima era menor de edad, la audiencia de debate se realizó a puertas cerradas (no se permitió el acceso a la sala del público ni de los medios de prensa) y por esa razón está prohibido publicar detalles del caso, justamente para preservar la integridad de la víctima.
El juicio fue presidido por el camarista Félix Martínez y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y del abogado villanovense Jorge Bustos, mientras que como secretario intervino Guillermo Picco.
Cómputo de la pena
Detenido hace casi un año y por tratarse de un convicto primario, Aguila podrá solicitar la “libertad condicional” cuando cumpla las dos terceras partes de la pena impuesta en la víspera (es decir, cinco años y cuatro meses), por lo que podría salir de la cárcel a fines de enero de 2020.
Pero como la Justicia es mucho más estricta con los condenados por delitos sexuales, lo más probable es que tenga que completar los ocho años entre rejas.
Otras condenas
Cabe recordar que el martes 1 del corriente mes, el médico clínico Alex Jesús Candelero (47), oriundo de la localidad de Corral de Bustos, fue condenado a 10 años y seis meses de prisión tras ser declarado culpable de “promoción y facilitación de la corrupción de menores, calificada y continuada”, en perjuicio de una menor de su entorno familiar.
En tanto, el lunes 7, Germán Darío Sosa (36), un albañil domiciliado en la ciudad de Oliva, recibió una pena de 13 años de cárcel luego de ser declarado autor de “abuso sexual gravemente ultrajante”, “abuso sexual con acceso carnal continuado en un número indeterminado de hechos”, “corrupción de menores agravada”, “coacción agravada por uso de arma” y “coacción simple”, delitos que también tuvieron como víctima a una menor familiar.
Y ese mismo día, en otro juicio abreviado, al multirreincidente presidiario Carlos Dante “Calabaza” Rafuls (54) se le impuso una condena de seis años de prisión luego de ser hallado culpable de “abuso sexual con acceso carnal reiterado” en perjuicio de un joven de 20 años.