Durante la semana que transcurre se sucedieron varios robos mediante la forma del cuento del tío. En Villa María, una mujer de 84 años entregó una importante suma de dinero creyendo que el destinatario era un familiar muy estimado
Al menos dos casos de los denominados “cuentos del tío”, uno en Villa María y otro en la vecina orilla, fueron consumados durante las últimas jornadas, refirieron a EL DIARIO familiares de una de las víctimas, quienes solicitaron hacer públicos los ilícitos para alertar a la población del accionar de los delincuentes.
El «cuento del tío», como todos conocen, se funda en el engaño y la mentira, pero el objetivo es apoderarse de bienes ajenos, sobre todo dinero en efectivo.
Esto fue lo que ocurrió durante las primeras horas de la tarde del lunes pasado, cuando una mujer de 84 años, residente en barrio Santa Ana, recibió un llamado telefónico mediante el cual le encomendaban “juntar toda la plata que hay en la casa”, porque así lo requería su amado nieto, quien estaba a punto de concretar una operación comercial.
Quien efectuó la llamada no le generó dudas a la octogenaria, al punto que reiteró una y otra vez que, para ella, no era otra que la voz de su nieto.
El contacto que recibió la mujer, según lo mencionó el maleante camuflado como interlocutor válido, se realizaba desde una entidad bancaria de la ciudad. Así lo refirió posteriormente la abuela, quien dijo que, para ella, no había dudas de que “me llamaron desde el banco”.
“Habla tu nieto”, escuchó la señora, quien en ese momento proporcionó el nombre del hijo de su hija, dato que cayó “como anillo al dedo” a los ladrones.
La conversación telefónica se hizo extensa. El delincuente le pidió a la anciana que buscara no solo toda la plata (hacía poco que había cobrado la jubilación), sino que además le ordenó que juntara “los dólares y las joyas” que estaba necesitando su nieto para cerrar un importante negocio, ante lo cual la abuela reveló: “Yo no tengo dólares…” (otro dato que proporcionó al desconocido).
A tal punto se prolongó el contacto telefónico y la conminación a reunir el botín, que quien hablaba “me pidió que mirara lo que había sobre el ropero”, dijo la mujer, quien incluso recurrió a una escalera para hacer lo que le pidió el maleante, pero que ella creyó que era un empleado bancario que le hablaba por indicación de su nieto.
Transcurrió un lapso bastante extenso durante el cual, en forma repetida, le pidieron que no colgara, hasta que le dijeron que iba a llegar a la casa un empleado del supuesto banco para retirar el dinero que le había pedido su (presunto) nieto.
“Un chico con saco cortito”
Y así ocurrió. Con toda la plata que logró juntar, la abuela no sólo esperó a que llegara el presunto bancario, sino que salió a la vereda y, a plena luz del día, se apersonó “un chico, un jovencito, que tenía puesto un saco cortito, pero que no la miraba, quien le dijo que venía de parte del cajero…”
…Y le entregó todo lo que había juntado, porque en ningún momento se le cruzó por la cabeza que aquello era una tramoya, un engaño, un libreto mentiroso de quienes, haciéndose pasar por bancarios y apelando a la figura de su nieto, se apoderaron del dinero.
Esta historia, verídica por cierto, acaecida en un barrio de Villa María pero que se replicó al menos en dos ocasiones en Villa Nueva, no fue denunciada ante la Policía (aunque los funcionarios tienen conocimiento de lo ocurrido).
Esta historia, que en este caso tuvo como víctima a una mujer de 84 años, que se moviliza con la ayuda de un bastón y padece los achaques propios de los años vividos, es relatada a pedido de sus familiares con el fin de poner en sobreaviso al resto de la población, sobre todo a aquellas personas que se encuentran en situación más vulnerable.
Robo calificado por uso de arma
Una pareja, ambos miembros de 29 años, se apoderó de 400 pesos tras amenazar con una navaja a un hombre de 34 años que transitaba en proximidades de la esquina de Entre Ríos y Rivadavia.
El hecho ocurrió minutos después de las 6 y la víctima dio cuenta que, tras el asalto, el hombre y la mujer que le habían quitado la suma mencionada subieron a un taxi y se alejaron.
Sin embargo, la Policía logró interceptar el auto de alquiler en Mendoza y Sobral (frente al Palacio Municipal) y secuestró la el arma blanca tipo sevillana antes mencionada, tras lo cual trasladaron a la pareja a la sede policial en calidad de presuntos autores de “robo calificado por el uso de arma blanca en grado de tentativa”.
Intruso en el patio
Un hecho similar se registró las 23 del martes pasado a la altura del 700 de calle Perito Moreno, donde observaron a un sujeto en el preciso momento que saltaba una tapia.
Convocados los uniformados se logró ingresar y observar la puerta del patio abierta y a un sujeto que salió corriendo del interior de la casa.
Los policías redujeron al intruso, de 21 años, que fue aprehendido por “hurto en grado de tentativa”.