El alto costo de los alquileres son la principal preocupación de la Asociación de Comerciantes; aunque los servicios y la presión fiscal se suman al estado de alerta
La preocupación por el cierre de los negocios no se disimula en la Asociación de Comerciantes.
“Lo veníamos viendo desde hace tiempo y éramos conscientes de que íbamos a llegar a esta situación, que es realmente preocupante”, aseguró Roberto Salomón, presidente de la Asociación de Comerciantes Villa María (Acovim) y propietario de una tradicional zapatería ubicada en pleno centro, en el área peatonal.
“A nuestro entender, y más allá de que existen varios factores que inciden en el cierre de locales comerciales, la variable de ajuste que más impacta en las bajas de los negocios es el aumento, en la gran mayoría de los casos, elevadísimo y desproporcionado, de los alquileres. Y en esta situación los comerciantes estamos desamparados, porque el mercado inmobiliario está completamente desregulado. Entonces entre el alquiler y los servicios, la luz, por ejemplo, los costos para mantener abierto al público cualquier negocio, son altísimos”, puntualizó Salomón.
“Desde Acovim le hemos enviado una nota al intendente Martín Gill para solicitarle que interceda entre las inmobiliarias, el Colegio de Martilleros y los comerciantes para tratar de encontrar un acuerdo que nos ayude a sobrevivir a todos y sostener la actividad. Porque, a nuestro entender, los agentes, o los propietarios de los inmuebles tienen una valoración equivocada de lo que valen sus locales. Esperamos que esta reunión se logre pronto y podamos arribar a un entendimiento”, expresó el dirigente a EL DIARIO.
La entrevista, claro está, se plantea en el marco de alarma que se desprende de los datos surgidos tanto desde el propio municipio, donde los pedidos de baja de locales comerciales en los últimos meses han superado con creces a las solicitudes de altas, como de la simple observación que se puede hacer caminando las calles del centro, donde varios negocios han cerrado sus puertas, como lo hemos venido cronicando en los últimos días.
Volviendo al problema del alto costo de los alquileres, Salomón insiste en que los dueños de los locales hacen una valoración equivocada de sus inmuebles y recuerda que “todas las mejoras del centro comercial de la ciudad, poniendo como ejemplo la Peatonal, “se hicieron entre los comerciantes y la Municipalidad. Las luminarias, el embellecimiento, la puesta en valor del centro comercial no la hicieron los dueños de los inmuebles; entonces, no pueden pretender desconocer que si los locales aumentaron su valor es por esa realidad. No pueden aferrarse a números fríos dictados por estadísticas. La realidad no va con las estadísticas”, asegura el comerciante.
“Y desde luego, los servicios también han aumentado de manera exorbitante. Ese es otro condicionante. Y hay que agregarle a eso la presión fiscal que se ejerce a nivel nacional y, por ejemplo, el impuesto al cheque, que es totalmente injusto. Con este panorama, y sin dinero en la calle, se hace casi insostenible mantener un negocio abierto. Esta película ya la vimos y no queremos volver a eso, ya pasó en 2001”, explicó Salomón.
“Creo que es un momento muy difícil en el que tenemos que estar todos juntos y pensar un plan estratégico para defendernos ante esta situación”.
-¿No cree que, si los propietarios de los locales suben exageradamente los alquileres no van a conseguir alquilarle a nadie?
-“No, los van a alquilar igual. Se lo van a alquilar a alguna firma multinacional, de telefonía celular, por ejemplo, o a algún banco, o a esas casas de soluciones financieras que prestan dinero, porque ese tipo de empresas manejan otro tipo de moneda y pueden aguantar el precio. Pero esa no es la idea, porque el centro comercial se convertiría en un centro bursátil y dejaría se ser lo que siempre ha sido: un centro comercial para pasear y comprar. Yo no quiero que mi vecino cierre, porque no debe haber nada más contraproducente para la venta que haya locales cerrados. Si mi vecino de la izquierda cierra y luego cierra el de la derecha, la sensación de los clientes es la de esperar a ver cuándo cierro yo”, opinó el dirigente.
-Hace un momento, habló de multinacionales. ¿Cómo cree usted que impacta la apertura de las importaciones en la economía en general y en las ventas de los comercios en particular?
-“En cuanto a la economía en términos generales y en cuanto a la producción nacional, claro que afecta mucho, y en lo comercial también. ¿Al comerciante de qué le sirve tener, por ejemplo, en mi caso, zapatos cuatro veces más baratos si la gente no tiene dinero para comprarlos?; lo que hay que procurar es que no se corte la cadena de consumo, que la gente tenga dinero para gastar. Si un trabajador gana más, pongamos cuatro o cinco mil pesos más, no los va a invertir en la bolsa ni va a comprar Lebac, no va a especular, va a gastar, a comprar”, señaló el dirigente.
Desde Acovim, entonces, parecen estar dispuestos a encontrarle una solución al problema de los cierres, o al menos, a intentarlo seriamente.