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Un largo camino a casa

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Un largo camino a casa
El regreso a Villa María de los asistentes al recital del Indio en Olavarría

El trágico recital del Indio Solari contó con asistentes de todo el país. Desde Villa María, partieron varios colectivos y trafics, además de los que viajaron por su cuenta. Entrevistamos a algunos de los villamarienses a su regreso

El regreso a Villa María de los asistentes al recital del Indio en Olavarría

Fue un largo camino a casa. Los villamarienses que fueron a disfrutar del recital del Indio Solari, regresaron sanos y salvos. Ya en esta ciudad, no dudaron en cuestionar a la organización del show que fue, a su criterio, lo que generó los disturbios que provocaron muertos y heridos.

Nicolás García, de Superlógico, estuvo a cargo de 114 personas que partieron desde Villa María hacia Olavarría en dos colectivos contratados por la empresa. “Llegamos a las 11 de la mañana y pudimos dejar el colectivo cerca del predio, lo que fue muy beneficioso después, entre otras cosas, porque quedó cerca de la avenida principal y ayudó a la gente a ubicarse para el regreso”, dijo.

Destacó que tuvieron un trabajo previo de organización “y contamos con el compromiso de los chicos que viajaron”, lo que facilitó el regreso con tranquilidad.

“Cada uno había llenado una planilla con dos teléfonos de Villa María por si había que comunicar cualquier cosa que pasara; además, todos tenían una pulsera con nuestros teléfonos”, agregó.

También “armamos grupos de whatsApp para ir informando cómo era allá, que es común quedarse sin batería o no tener señal del celular, por lo que había que estar atentos al regreso. Todo eso permitió que a eso de las 3.15, ya estuvieran todos en el colectivo y a las 3.30, estábamos transitando la ruta”, indicó.

Dijo además que la ciudad de Olavarría no estaba preparada para recibir a tanta gente. “A las 11, ya no había más hielo en ningún lugar” y sobre la organización del show, lamentó que no tuvieran en cuenta aspectos mínimos para garantizar la seguridad de los asistentes.

Hernán Cuello, uno de los que viajó a Olavarría, destacó que sobre el escenario “hubo un show de nivel internacional, al nivel de los Rollings o de U2”. “Lo que estuvo mal fue la organización. Ingresaron 200 mil personas casi sin control, porque prácticamente no hubo cacheo ni pedían entradas. Te dejaban ingresar con conservadoras, mochilas, algo que no pasa nunca en un recital”, dijo.

“Y lo peor, fue la salida, porque bloquearon con vallas los lugares por donde habíamos ingresado y se armó un cuello de botella en el que se hizo muy difícil salir. No había policía ni defensa civil, los mismos asistentes empezaron a colaborar para organizar todo”, agregó.

Cabe señalar que ellos no tenían celulares con batería, por lo que recién tomaron noticia de las muertes y de los heridos alrededor de las 7 de la mañana de ayer, cuando cargaron sus teléfonos y les llegaron las noticias de que, lo que debía ser una fiesta, terminó en tragedia.

 

Estela y Gabriela, dos de las madres que “cortaron clavos” hasta que
llegaron sus hijos

Madres aliviadas al abrazarse con sus hijos

“Fue una experiencia muy dura, hasta que llegó el mensaje desde el teléfono de un amigo, en el que me decían que ya estaban en Rufino. Ahí me enteré que antes que terminara, ellos empezaron a salir del predio y además, la empresa se portó bastante bien y sacó a los chicos rápido”, dijo Estela, una de las mamás que esperaba que llegara su hijo de Olavarría.

Junto a ella, Gabriela relató una experiencia similiar: “Me desperté a la madrugada y cuando vi las noticias, agarré el teléfono y ahí ya mi hija me había enviado un mensaje tranquilizador, que estaban bien y en el colectivo.

No deberían pasar estas cosas, tendría que haber más seguridad. Nosotros fuimos a recitales, pero era una época más tranquila, yo no sé si ahora por la droga y el descontrol, se hace todo más difícil, más inseguro y deberían ocuparse más de las medidas de seguridad para que no pasen tragedias como esta”, concluyó.

Ambas, respiraron con total tranquilidad cuando pudieron abrazarse finalmente con sus hijos a salvo.