Ocho de cada diez tests quedarán a cargo de Aptio, un voluminoso ingenio que están instalando técnicos venidos de varios países sudamericanos. Es el primer equipo de este tipo que se monta en el interior del país

Un sistema automatizado, que en pocos meses se encargará del 80% de los análisis sin intervención humana, está instalándose en la firma Laboratorios Gornitz, de nuestra ciudad.

En 2016, la empresa de salud realizó un millón de análisis, y con el nuevo sistema aspira a llegar a los tres millones de determinaciones anuales.

Días atrás, el propietario del complejo bioquímico, Pablo Gornitz, invitó a la prensa local a recorrer las instalaciones donde ocho técnicos, en su mayoría extranjeros, ponen a punto el Aptio Automation, un conjunto de robots que fabrica la empresa Siemens, que en Latinoamérica sólo ha instalado otros 9.

Tal como anticipamos en el pasado mes de octubre, la firma encara una transformación que la colocará en un selecto grupo de centros bioquímicos del mundo.

“Con la capacidad que llegaremos a tener podríamos hacer análisis todos los días a todos los habitantes de Villa María”, comparó Gornitz, quien aclaró que su empresa es un ente de referencia, y como tal recibe material de colegas de la capital provincial, del resto de la provincia, e inclusive de La Pampa, San Luis y Santa Fe.

El sistema, cuyo costo no precisó, consiste en una “autopista”, que distribuye a las unidades de trabajo los tubos contenidos en gradillas (especie de “microómnibus” que transportan los tubos codificados con barras). Una vez realizado el análisis, el tubo es devuelto a la autopista y colocado en la siguiente unidad de trabajo o devuelto a la “terminal de ómnibus”. Aptio, cuya salida al mercado data de sólo dos años atrás, es capaz de determinar el destino del tubo cuando una unidad no funciona o está en reparación, entre otras funciones.

El contrato con Siemens Healthineers prevé una financiación a 7 años, e incluye la compra de reactivos a la firma alemana, así como un servicio de control y reparaciones que contempla como mínimo dos visitas anuales de rutina. Toda la actividad de Aptio quedará registrada y monitoreada en forma remota por el fabricante.

Gornitz puso de relieve que “el desafío de montar un equipamiento tan sofisticado está respaldado por 70 años de trayectoria, que inició mi padre Salomón, quien fue pionero en la provincia en materia de automatización”.

Las ventajas de la incorporación tecnológica que se observarán serán “cuantitativas y cualitativas, con una mayor velocidad de entrega, un aumento de la cantidad de análisis y mayor seguridad en los resultados”. La mano del hombre sólo interviene al colocar el tubo en la gradilla, y luego el sistema realiza todo el trabajo.

La configuración flexible de la “autopista” permite adosar nuevos segmentos, por lo que en algunos lugares del mundo se han montado laboratorios automáticos de hasta 200 metros de largo.

“A pesar de lo que pueda imaginarse, el equipo no significa reducir personal, sino aumentarlo. Es más, ya estamos tomando personal”, aclaró el director del laboratorio villamariense, quien además valoró la importancia de “dedicar el recurso humano a ese 20% restante de análisis, que no están automatizados”.

Gornitz resignó una vinculación de 20 años con otro fabricante de equipos bioquímicos, y se inclinó por Siemens, “porque es el líder indudable en materia de automatización”.

Se estima que el voluminoso sistema, que exige al máximo la capacidad edilicia del complejo de calle Catamarca, estará listo en setiembre, y permitirá a poco de ponerse en marcha aumentar en 200 mil los tests anuales.

Gornitz dijo que “para tomar la decisión consideramos los siguientes elementos en las propuestas: experiencia del proveedor, solución tecnológica, soporte técnico, capacitación ofrecida al personal y costo”.

“En cuanto a experiencia, investigamos qué eligieron para procesar más de un millón de test al año laboratorios líderes en el mundo y quién es el proveedor con mayor número de instalaciones”.

“En la solución tecnológica pusimos la vista en la automatización del flujo de muestras, autovalidación de resultados (verificando controles de calidad y resultados previos) y flexibilidad para adaptarse al crecimiento (hemos tenido una tasa de crecimiento de 30% anual promedio los últimos cuatro años)”.

“Por otra parte, es indispensable el soporte técnico, estando como decimos en Argentina, en el interior del interior. Compromiso del equipo técnico para prevenir incidentes y responder en el menor tiempo posible si fuera necesario”.

“Acerca de la capacitación del personal, creemos que nuestra gente es el corazón del laboratorio, por lo que el plan de capacitación inicial de la nueva tecnología y la posibilidad de intercambio de experiencias con otros usuarios en el mundo fueron elementos claves a analizar. La resolución de tareas repetitivas mediante la automatización, ofrece tiempo al personal para estudiar, tiempo para analizar los resultados que requieran del raciocinio y tiempo para la vida familiar”.

En cuanto a su visión del sector, Gornitz expresó que “la salud está enferma. La oferta tecnológica en el mercado diagnóstico clínico en Argentina es muy heterogénea. Cada vez se exige, social y legalmente, mayor servicio con menos recursos”.

“Lamentablemente los escasos recursos en el sistema de salud, condicionan a que sólo puedan acceder a los últimos avances tecnológicos las instituciones con elevado volumen de trabajo y la extensión territorial de Argentina y la distribución demográfica de la población, en general permiten sólo un volumen elevado en grandes urbes”.

“Creo que el mercado se expande y se concentra. La expansión, se encuentra relacionada a la mayor expectativa de vida y a la aparición de nuevos análisis y la concentración a las variables económicas mencionadas”, concluyó.