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Duro panorama para la cultura local por la situación económica

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Duro panorama para la cultura local por la situación económica
“Hoy sería imposible volver a traer a Sergio Dalma como el año pasado, por ejemplo. Sería una pérdida muy grande”, aseguraron desde Mundo Rojo

Los centros culturales y las academias artísticas manifestaron su preocupación. Ya implementan estrategias para ajustar gastos

“Hoy sería imposible volver a traer a Sergio Dalma como el año pasado, por ejemplo. Sería una pérdida muy grande”, aseguraron desde Mundo Rojo

La situación económica que están atravesando los espacios culturales de nuestra ciudad es preocupante para todos. “Es un panorama bastante negro para la cultura villamariense”, manifestó Javier González, director de El Globo Rojo, uno de los consultados por EL DIARIO.

“Más que el aumento de los servicios y las tarifas en sí, lo que nos afecta, como a todo ciudadano, es la ausencia absoluta de políticas culturales a nivel nacional que avalen, apoyen y, de alguna manera, hagan posible que los emprendimientos de identidad cultural puedan llevarse adelante”, expresó y agregó: “Esta fuerte presencia de políticas de destrucción de las identidades culturales y de todos los que hacemos cultura está muy presente en el modelo actual”.

Lo que hacen desde El Globo Rojo es buscar convenios de articulación con distintas instituciones para poder sostenerse: “Por ejemplo, con la Subdirección de Artes Escénicas, con la Universidad Nacional de Villa María y el Ministerio de Cultura de la Nación”.

“Pero para darse una idea, la gestión anterior tenía 116 programas culturales nacionales en marcha. La gestión actual tiene uno solo. Nosotros tuvimos suerte y justo en ese solo que quedó estábamos incluidos. Pero te hacen llenar formularios y son rechazados continuamente, siempre hay un ítem que no está bien hecho y te piden que lo vuelvas a mandar una y otra vez. El subsidio 2016 que tendríamos que haber cobrado directo desde el Ministerio de Cultura de la Nación, por ser uno de los 64 Puntos de Cultura, referentes nacionales, todavía no llegó. Lo último que nos dijeron fue que habían perdido el expediente, nos llamaron la semana pasada pidiendo que por favor lo reenviemos porque dieron vuelta todo el ministerio y no lo pudieron encontrar, una burla”, contó sobre cómo dilatan desde el Estado nacional la entrega de los subsidios que les fueron asignados.

El 1 de abril El Globo Rojo retoma las funciones de teatro todos los sábados, pero prepara giras por el exterior para poder sostenerse

Natalia Asteggiano, dueña de la academia de danza Alas, expresó su preocupación por el progresivo aumento de los costos fijos que tienen que afrontar: “Tuvimos mucha suba en la luz. Mi academia tiene ambiente climatizado, un aire muy grande y ventiladores porque nuestra idea es generar el mayor confort y lo teníamos manejado dentro de los gastos y dentro del presupuesto. Pero la última factura, por ejemplo, nos vino de $4.500, que ya es demasiado”.

“Venía siendo progresivo, pero los últimos tres o cuatro meses la situación se endureció”, agregó.

Tato Bertorello, del espacio cultural Mundo Rojo, en diálogo con este medio expresó que ve imposible vender hoy en día una entrada a un espectáculo que supere los 250 o 300 pesos: “Todo tenés que reducirlo a una grilla de espectáculos no mayor a $100 o $150 la entrada. Tampoco es que se llena con entrada barata, pero el público va a ese tipo de eventos donde la entrada es popular”, indicó y agregó: “Ni con tarjeta se venden entradas caras y los productores prefieren no venir, sólo van a grandes ciudades donde saben que llenan una sala de 700 personas”.

La decisión de este espacio es no programar eventos que salgan de esta realidad hasta que la situación no marque un atisbo de mejora: “Hoy sería imposible volver a traer a Sergio Dalma. por ejemplo. Sería una pérdida muy grande, y tampoco hay sponsors, todos achicaron las posibilidades. Estamos trabajando a pérdida y viendo cómo nos adaptarnos a la realidad”.

Sin contar caché del artista, los gastos para abrir arrancan desde los $30 mil.

Marta Mansutti, del teatro La Panadería, manifestó: “Los aumentos nos llegan a todos. No sólo están afectando a la cultura, sino a todos. Al tener el espacio uno tiene que asumir ciertos compromisos y responsabilidades, que traen costos. Nosotros hasta ahora lo podemos sostener. No es el primer año que pasa una cosa así, hace 25 años que estamos con el teatro y siempre la hemos remado. Con las distintas actividades uno va manteniéndolo y sosteniéndolo. Pero sé que se complica cuando uno tiene que pagar un alquiler”.

La Panadería mantiene la formación docente, con los profesorados de teatro y de danza: “Hay una gran demanda porque están en la currícula de las escuelas. Eso mantiene viva ‘la llama del horno’. Por supuesto que los aumentos los sufrimos, pero creo que la fuerza de la cultura y del apoyo de la ciudad mantiene todo esto. Esa es mi apreciación”.

 

Ajustar costos

Los distintos espacios elaboraron sus presupuestos para este año y comenzaron a pensar estrategias para enfrentar los altos costos que se les presentan: “Este año necesitamos $36.000 por mes, sólo de costo de funcionamiento del grupo y de la sala, para poder producir y para poder llevar adelante las escuelas. Es una situación muy compleja”, afirman desde El Globo Rojo.

“Para eso ya tomamos medidas concretas. Nos articulamos fuertemente con la Provincia de Córdoba, ahora vamos a participar de la Noche de los Teatros en abril, por ejemplo”, explicó González.

“También hemos hecho una concentración de actividades. En lo que es formación, antes trabajábamos los cinco días de la semana y lo redujimos a dos. Nos estamos también enfocando en la producción teatral y estamos haciendo contacto con el exterior y programando giras hacia fuera, como hicimos muchos años. Son medidas fuertes porque tienen que ver con El Globo Rojo hacia fuera de Villa María más que hacia adentro. Si bien a partir del 1 de abril la sala va a funcionar”, agregó.

“Esto ya lo vivimos. Ya viví en los 90 lo que significan las políticas de destrucción de las identidades culturales en pos de una imposición de la cultura foránea y comercial”, finalizó.

El actor Juan Pablo Amante, uno de los dueños del espacio Escena, señaló: “Nosotros estamos hace seis meses y tenemos el gasto de la inversión inicial. Aparte de eso, decidimos la política de dejar la ganancia de las entradas directamente a los artistas que vienen. Cuando hay teatro, música o lo que sea, la ganancia bruta era para ellos. A raíz de los costos estamos pensando en empezar a cobrar un bordereau, como se hace en el teatro, en donde te quedás, por ejemplo, con un 20% del precio de la entrada. No está definido, lo estamos pensando, pero es algo que no queríamos hacer. No lo implementamos, tampoco esta definido ni el porcentaje, pero sí lo empezamos a charlar y pensar con mis dos socios, porque no vemos otra forma. Lo nuestro es todo a pulmón”.

Además, dejaron de prestar el espacio como lo hacían para que otros lo puedan utilizar y, por ejemplo, grabar un videoclip: “La luz es un tema, tenemos luz comercial y cuando nos piden el espacio no lo podemos costear porque suma como $1.500 a la factura”.

Otros espacios, salas de teatro y academias manifestaron no conocer el incremento de los costos y cómo les afecta, porque recién están comenzando las inscripciones o las clases.

Natalia, de la academia de danza Alas contó que evitan y tratan todo el tiempo que estos aumentos lleguen a la cuota del alumno: “Porque hay gente que va descartando gastos y es triste. No vimos merma de gente, pero es porque mantenemos la cuota y porque por suerte nos vuelven a elegir. Para mantener el precio de esa cuota hacemos un gran sacrificio y disminuimos nuestros ingresos. Tratamos de sostenerlo, pero cada vez se hace más difícil porque aumenta todo y nos traba muchísimo”, finalizó.

 

«El municipio tendría que apoyar más activamente a los que hacemos cultura»

“Creo que el Estado municipal tendría que tener una fuerte presencia en el apoyo a los artistas que venimos haciendo cultura hace años, un apoyo concreto y directo, sobre todo a las salas que vienen funcionando en forma ininterrumpida en nuestra ciudad”, manifestó a este medio el director de El Globo Rojo, Javier González, y agregó: “Creo que tendría que tener una posición más activa en cuanto al apoyo de los que hacemos cultura”.

Al ser consultado sobre cuáles son las medidas concretas que él espera, contestó: “Lo principal es el trabajo. Que cuando uno presente un proyecto sea fuertemente respaldado, como apoyan los movimientos culturales foráneos a través del Anfiteatro, que me parece excelente. Pero es necesario que también exista el mismo nivel de apoyo a los artistas locales. Eso sería importantísimo”.

“Un apoyo concreto y puntual a los que generamos cultura todo el año y hace años. Es necesario e imprescindible. En cualquier país civilizado, el Estado tiene un rol fundamental en el desarrollo de las culturas locales y creo que eso es algo que hay que remarcar”, agregó.

Pese a eso, González asegura que cree que esta gestión recién empieza: “Y todavía está perfilándose en cuanto a sus estrategias de políticas culturales. Todavía están descubriendo de qué se trata la cultura en Villa María”, finalizó.

Otros espacios culturales se manifestaron preocupados por los cursos gratis que se dan en el centro de nuestra ciudad, como, por ejemplo, en el Centro Cultural Leonardo Favio, ya que los afecta económicamente: “Apoyo muchísimo a este Gobierno municipal. El tema es que por ahí las clases gratuitas en el medio de la ciudad nos perjudican. Somos los primeros en apostar a la cultura como medio transformador, pero creemos que las clases gratis deberían ser en los barrios, donde esta la situación de emergencia. Si lo hacés en el centro de la ciudad, gran parte de la gente que va es gente que lo puede pagar”.

La mayoría insistió en que apoyan las políticas culturales del municipio, pero no pueden evitar verse perjudicados: “Apoyo muchísimo a este intendente y creo que hasta debería ser un derecho el acceso al arte, por todo lo que genera. Pero no hay que olvidarse de los que todos los meses pagamos un montón de costos fijos para sostener nuestros espacios, que somos los que invertimos en la ciudad, los que estamos luchando para que esto no se apague”, finalizaron.