Un grupo de ingenieros de la Universidad Nacional de Córdoba trabaja en el desarrollo de una impresora 3D portátil (foto) para construir viviendas que, con la durabilidad y solidez de las casas tradicionales, permita una reducción importante en tiempos y costos, según explicó uno de sus impulsores.
El propósito de la iniciativa es «desarrollar e implementar un sistema de impresión tridimensional para la edificación de casas a través de máquinas transportables, material de base de cemento y un sistema flexible en cuanto a la arquitectura», dijo a Télam Francisco José Luperi, uno de los creadores del proyecto.
«Nuestras expectativas son remplazar procesos (especialmente los pesados), bajar drásticamente los tiempos y costos de construcción», agregó el joven de 34 años, doctor en Ciencias de la Ingeniería y exbecario del Conicet.
El proyecto forma parte de una camada de emprendimientos tecnológicos que se seguirá desarrollando al menos durante los próximos tres años en la Incubadora de Empresas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
El grupo cuenta con «el diseño mecánico y cinemático para llevar a cabo la operación» y trabaja junto con una empresa dedicada al diseño y fabricación de maquinarias especiales para «tratar de construir el prototipo», detalló Luperi y evaluó que la iniciativa está en un estado «intermedio» de desarrollo.
«Necesitamos conseguir más financiamiento, estamos a la mitad del trabajo y estamos demorados porque necesitamos importar algunos elementos. Factibilidad técnica poseemos, pero tenemos que elaborar el modelo y necesitamos el dinero para poder demostrar que el sistema funciona, e implementarlo», remarcó.
Del proyecto participan también Franco Sabbatini, ingeniero electromecánico de 26 años, y Franco Soffietti, ingeniero civil, de 25 años.
Los jóvenes trabajan desde hace dos años en esta iniciativa, y a la empresa que conformaron, que ya forma parte de la incubadora de la UNC, la nombraron «Haus Drucker».
«El desarrollo es propio, local», aseguró Luperi, y siguió: «Pusimos este nombre en alemán con el propósito de constituirnos como empresa, pero no es la denominación con el que nos vamos a lanzar».
El proyecto tiene varias aristas: «una parte de material, otra de robótica o del control numérico, digamos; de la mecánica, del software que maneja el sistema. También un software que genera las instrucciones, para que la máquina siga y opere. La ventaja es que nosotros estamos planteando un sistema transportable para la construcción in situ de viviendas», subrayó.
Según destacó, una las ventajas de un sistema como este es que «uno puede agarrar cualquier plano arquitectónico y con solo cambiar los datos de entrada, puede construir con el mismo método una vivienda, cualquier arquitectura flexible. No es como el sistema de encofrados fijos o cosas parecidas, donde uno tiene módulos. Incluso uno podría edificar casas con muros curvos porque la maquinaria, al ser de control numérico, le da lo mismo construir un muro de tal o cual dimensión, porque la impresora puede seguir cualquier instrucción».
«Entonces -continuó- no está atado a un diseño modular o secuencial», por lo que «uno podría modificar las instrucciones fácilmente mediante software y elaborar la arquitectura que uno desee».
El prototipo en el que los jóvenes trabajan tiene una planta circular de 12 metros de diámetro.