El capítulo regional de la Olimpíada de Filosofía de la República Argentina, certamen organizado por la Universidad Nacional de Tucumán en convenio con el Ministerio de Educación de la Nación, se realizó ayer en la Medioteca Mariano Moreno.

En la sede local, la coordinación del encuentro fue responsabilidad por primera vez del Instituto San Antonio, a través de los docentes Franco Lehmann y Sergio Veronese.

Asistieron alumnos de tercero a sexto año de escuelas de Nivel Medio de una amplia región, quienes presentaron trabajos sobre las consignas de este año: “¿Siento, luego existo?”, “Redes sociales: posible encuentro real o soledad”, “Sensatez y sentimientos”.

La valoración de los trabajos presentados tiene en cuenta entre otras cosas el manejo de la lengua, la profundidad del texto, así como las respuestas al jurado, que previamente revisó los trabajos.

Los escritos presentados fueron elaborados por grupos de estudiantes de los cuales los docentes de Filosofía eligieron a delegados para defender los trabajos en la Olimpíada.

Según observó Lehmann a EL DIARIO, “afortunadamente los profesores siempre podemos escoger a algunos estudiantes interesados en la Filosofía”. La Olimpíada, agregó “es una buena oportunidad para pensarnos y así humanizarnos y ser más libres, a la vez que nos da un sentido de eternidad”.

El educador también consideró importante que la justa educativa es “una buena ocasión para compartir entre los adolescentes”.

Según destacó la universidad tucumana, “la originalidad de nuestra propuesta reside en primer lugar, en que se apoya en una forma de concebir la filosofía que se aleja de los cánones tradicionales y, en segundo lugar, en que implementa una metodología que remplaza el examen por el trabajo en jornadas y talleres y la elaboración de ensayos. La metodología está en una estrecha conexión con la concepción de filosofía que sustentamos”.

El diagnóstico que arroja la enseñanza de la Filosofía en la escuela indica que hay problemas marco, que consisten en las dificultades que superan las posibilidades de estas Olimpíadas, pero que condicionan la estructuración y el dictado de las asignaturas filosóficas. Algunos de ellos son insuficiencia de recursos humanos para su dictado, déficit de infraestructura para atender las demandas crecientes, recursos didácticos insuficientes e inadecuados a las exigencias de la tecnología moderna.