El establecimiento de Villa Nueva abrió sus puertas esta semana y permitió que estudiantes de dos universidades observaran la cría, reproducción, alimentación, la innovación de la melaza y mucho más. Convergieron además los proyectos para prevenir ataques de pumas e integrantes del Voluntariado Universitario Nacional del Ovino
El productor ovino Gerardo Colombano recibió esta semana en su establecimiento La Ovis a estudiantes y profesores de la Facultad de Agronomía y la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Río Cuarto y de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) que se dicta en Villa del Rosario, para conocer sobre las instalaciones, la cría y reproducción y otras novedades que aprovecharon.
Además, los contingentes abarcaron a estudiantes que llevan adelante en la Casa de Altos Estudios riocuartense, el Proyecto Tureré, y una docena de cursantes de la sede villamariense de veterinaria que integran el Voluntariado Ovino Nacional. También participó de la jornada Guillermo Ceppo, de la firma villanovense Lince, que lleva adelante un proyecto junto a alumnos avanzados de la UNVM.
La visita en la cabaña de Colombano, ubicada en la zona rural de Villa Nueva, que hace un mes tuvo el arribo de una delegación de la Universidad de Joinville (estado de Santa Catarina, Brasil), albergó durante toda la tarde del lunes a los visitantes que pudieron ver sobre raza, cría y reproducción. Así lo contó Mariano Cena (5º año), uno de los cursantes de la especialidad Ovino Caprino II, de la UNRC (400 horas): “La verdad que es asombroso, porque no se enfoca solo en un producto como podría ser la carne, sino que se mete poco a poco en el mercado y se puede ver en terreno cómo se puede lograr muchas cosas, con variantes que nos faltan conocer”. “Estamos a un clic de diversificar”, añadió.
Narró que “además se pudo observar alimentos como la melaza”, la que desconocía.
“Se nota la pasión en los productores”, cerró.
La melaza
Ceppo participó en ronda con el anfitrión y los estudiantes, dando a conocer la melaza (ver Golosina para vacas), presentada en bloques de 30 kilogramos pero que apuntan a llevarla a 400 kilos (“para manejar tipo rollo”, dijo).
Explicó junto a Colombano que lo usan hace unos 20 días en el establecimiento como alimento (se colocan tres bloques cada 50 ovinos), que tiene todos los componentes nutricionales para el animal, y que podría en su fabricación variar algunos componentes de acuerdo a las falencias de cada región. Indicó que el valor por tonelada de la melaza estaría en los 12 mil pesos.