Más de 600 personas estuvieron ayer en la Rural para escuchar a los periodistas Alfredo y Diego Leuco. Al término de la conferencia, padre e hijo hablaron con la prensa
Alfredo Leuco no dudó en mostrarse optimista por el futuro de Argentina. Cree que después de “un conflictivo 2016”, vendrá un período de crecimiento como consecuencia de la demanda de alimentos.
Pero a la hora de hablar del periodismo, no dudó en citar la frase que asegura que la prensa “debe ser fiscal del poder y abogada del hombre común”. “Uno siempre tiene que estar con el más débil, con la víctima. Te podés equivocar, pero te vas a equivocar menos”, planteó.
Entiende que la disputa entre periodismo “militante” e “independiente” es “un triunfo cultural del Gobierno”. “Esto hace que la gente desconfíe en lugar de creer, que tenga que buscar siempre la fuente de la información para entender la noticia”.
“Para mí, el periodismo militante es un concepto que no existe. Ellos cobran del Estado para manifestar sus simpatías, ocultar la corrupción del Gobierno y, como el ladrón cree que todos son de su condición, creen que los periodistas que tratamos de mantener una mirada crítica, honrando la profesión, somos opositores”, agregó.
“Si el que roba es (Amado) Boudou, será criticado; si el que roba o comete alguna irregularidad es Fernando Niembro (excandidato del PRO), también. Nosotros los periodistas no tenemos que tener camisetas partidarias, defendemos valores: la democracia, la justicia, la verdad, los derechos humanos. Las camisetas partidarias la tienen los militantes, bienvenidos sean, pero el periodismo es otra cosa, nuestro trabajo es ser la piedra en el zapato del poder”.
Campo y Gobierno
Al ser consultado sobre el terreno político y la relación del Gobierno nacional con el campo, destacó que en el Ministerio de Agricultura hay profesionales que “conocen bien la realidad, pero son permanentemente sojuzgados por lo que ellos llaman ‘kiciboys’, que son una máquina de hacer macanas”.
Asegura que la presidenta actúa “por odio al campo y no para beneficiar a otro sector”. Entiende que esa actitud se funda en que el reclamo agropecuario “le propinó tres derrotas al Gobierno: una paliza electoral (2009), una paliza en el terreno de las movilizaciones con actos multitudinarios como el del Monumento a la Bandera y una paliza en el Congreso, con el voto no positivo de (Julio) Cobos”.
“Pero la buena noticia es que los candidatos que vienen tienen una mirada distinta, ven el campo como locomotora de crecimiento”, aseguró.
Después de octubre
Entiende que en las próximas elecciones, “gane quien gane”, tendrá que afrontar unos meses críticos.
“Si gana (Daniel) Scioli, va a tener una pelea entre el kirchnerismo duro, como La Cámpora y Cristina (Kirchner), contra el partido justicialista tradicional, por tratar de imponer la línea económica y política. Y si gana Mauricio Macri, va a tener una batalla contra sectores de trabajadores y el movimiento de piqueteros, que van a tratar de ganarle la calle. En definitiva, Macri, Scioli o (Sergio) Massa, además de ganar la elección, van a tener que legitimarse como conductores en los primeros meses”. “Pero insisto, después de eso, vislumbro un buen futuro para Argentina, porque estamos en condiciones competitivas de producir alimentos, que es lo que demanda el mundo”, agregó.
Finalmente, se refirió a las amenazas que sufrió la organizadora de la conferencia que se concretó ayer en la Sociedad Rural ante más de 600 personas. “Hay una hostilidad generada desde el poder, que genera en militantes de base ganas de ser más cristinistas que Cristina. Pero deben estar arrepentidos porque lograron el efecto contrario: vino más gente que lo esperado y la charla fue gratis”, concluyó.