“Con la democracia no se jode”
El 16 de septiembre de 1955 las minorías oligárquicas, la Embajada yanqui y sus corporaciones económicas decidieron terminar con el Gobierno popular del General Perón, convalidado democráticamente por las mayorías populares en las urnas. Para ello, dispusieron del Partido Militar, lo convalidaron por intermedio de la corporación judicial e intentaron otorgarle un viso de legalidad convocando por izquierda y derecha a los títeres de la oposición.
El 16 de septiembre de 2015, los grupos económicos, las minorías oligárquicas terratenientes de los ingenios tucumanos, patrocinados por la Embajada yanqui, decidieron acelerar los tiempos de una ofensiva antidemocrática convocando a la corporación judicial para que dicte por intermedio de la Cámara Contencioso Administrativo de Tucumán la decisión de anular el proceso electoral provincial y con ello poner en cuestionamiento la elección de Juan Manzur como gobernador de la provincia.
Hoy, como ayer, la estrategia golpista intenta encontrar en la oposición política y la corporación judicial los legitimantes de sus intereses. Si no pueden manipular la voluntad popular, están decididos a desconocerla.
Los jueces Salvador Ruiz y Ebe Lopez Piossek decidieron ayer anular el proceso electoral tucumano que convalidó la elección de Juan Manzur como gobernador de la provincia, quien superara por 12 puntos a José Cano, quien encabezara la lista opositora “Acuerdo del Bicentenario”. Para ello, utilizaron como argumento jurídico su desprecio por los más humildes y la voluntad de las mayorías populares.
A lo largo de su sentencia cuestionan el proceso democrático de elección popular, tras entender que los humildes de Tucuman se encuentran viciados en su libertad de elección por resultar “vulnerables” y recibir “prebendas” para condicionar su libre albedrío.
Mas allá del solapado elogio al voto calificado, lo que desnudan los jueces es el enorme desprecio a la voluntad popular que tienen los sectores conservadores en la Argentina.
Nos encontramos en vísperas de un proceso electoral provincial en Chaco, donde no debemos sorprendernos que intentan deslegitimar la voluntad popular por la misma vía.
Pero lo preocupante es que uno y otro episodio, tiene por objetivo poner en cuestionamiento la voluntad popular que habrá de expresarse el 25 de octubre, tal y como lo hizo en las PASO, transformando a Daniel Scioli en el próximo presidente de los argentinos, y la continuidad del Frente para la Victoria y el peronismo como fuerza política de gobierno.
Si no pueden derrotarnos por los votos, no estamos dispuestos a dejar avasallar la voluntad de un pueblo de convalidar las conquistas de estos 12 años y avanzar por lo que falta.
No estamos dispuestos a ceder un centímetro en la defensa de la democracia como sistema de gobierno, aún mas, estamos decididos a profundizar la matriz democrática de éste tiempo histórico.
Ni 20 jueces, ni mil tapas de los diarios, ni miles de horas de televisión, ni fortunas de pauta publicitaria opositora podrán detener la voluntad de un pueblo.
Quieren calentar el escenario electoral de octubre para cuestionar la decisión popular. Quieren incendiar la voluntad del pueblo en el altar de los intereses de las minorías derrotadas. Sepan de antemano que cuando el fuego crezca, vamos a estar allí.
Ni lo intenten, el futuro es nuestro.
Corriente Peronista
Descamisados Villa María
“Los tucumanos no somos de cuarta”
Señor director:
Otra vez se sobrepasó, por cadena nacional, Cristina Fernández de Kirchner.
Con el desparpajo que la caracteriza y su postura de niña acaudalada con voz ronca y sonora, inapropiada para una mujer, supuestamente, con estilo, se da el lujo de descalificar groseramente a dos constitucionalistas tucumanos que han tenido la valentía de emitir un dictamen decoroso y contundente, relacionado al avasallamiento patotero del oficialismo que perpetró el gran fraude eleccionario del 23 de agosto pasado para su conveniencia.
En relación a los jueces de la Cámara Contencioso Administrativo, dijo la mandataria muy despectivamente que «son sólo dos los jueces que dictaminaron en contra de los deseos de miles de ciudadanos».
Con el respeto que merece su investidura, no su persona, le digo Señora Presidenta que para defender las instituciones y la multitudinaria ciudadanía que optó por el cambio es más que suficiente, no hacen falta regimientos de jueces nombrados a dedo como usted acostumbra hacerlo.
Tergiversar los hechos delictivos que sucedieron en Tucumán es mentir descaradamente y están filmados.
La mayoría de los tucumanos hemos votado por el cambio. Se lo dijimos, todos, en la plaza Independencia durante nueve días consecutivos.
Por último, presidenta, tenga usted a bien deje que Tucumán resuelva, dignamente, esta lamentable y vergonzosa situación y que los jueces que comulgan con el oficialismo tengan la hidalguía de dar un paso al costado para que, llegado el momento, no tengan que llorar ante las cámaras televisivas como lo hizo el doctor Gandur cuando se vio obligado a informar que “en los comicios todo estuvo perfecto”.
¡Qué vergüenza!
Sarah Baxtell
DNI 12.306.110
Sobre la Bandera de Córdoba
La Bandera cordobesa flamea, desde hace cinco años, en todos los edificios públicos provinciales junto a nuestra enseña patria.
Creada en 2010 por Cristian Baquero Lazcano, del Instituto Argentino de Relaciones Públicas y Ceremonial, está conformada por tres bandas verticales proporcionales: roja a la izquierda, blanca al medio y azul-celeste a la derecha, que cumplen el doble propósito de rescatar los colores empleados por Artigas y ser compatibles con las de las otras dos provincias de la Región Centro: Entre Ríos y Santa Fe, simbolizando, de esta manera la vocación integradora del área.
Vistos de forma separada, el rojo representa la sangre vertida y el federalismo abrazado por Córdoba, el azul-celeste los aportes a la independencia nacional y los cursos de agua que recorren la provincia y el blanco se refiere a la identidad de un pueblo formado por numerosas corrientes migratorias.
Contiene, además, la silueta del “sol jesuita”, que con sus 32 rayos (16 rectos y 16 ondulados) dispuestos alternadamente, coinciden desde los gráficos con el “sol inca o sol de mayo” presente en la Bandera nacional, buscando reflejar la importancia política, social, cultural, educativa y religiosa de los jesuitas que dieron a lo largo de la historia a Córdoba un legado patrimonial que ha sido reconocido por la Unesco a fines del año 2000 como Patrimonio de la Humanidad.
Mediante Ley 9.989 la Legislatura de la provincia -por unanimidad- estableció el 18 de septiembre como Día de la Bandera de la Provincia de Córdoba, en conmemoración del fallecimiento del brigadier general Juan Bautista Bustos, primer gobernador constitucional de la provincia.
Juan Carlos Córdoba