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Reducir la velocidad en zonas urbanas, clave para salvar vidas

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Reducir la velocidad en zonas urbanas, clave para salvar vidas
La velocidad excesiva o inapropiada contribuye a 1 de cada 3 muertes en el tráfico
La velocidad excesiva o inapropiada contribuye a 1 de cada 3 muertes en el tráfico

La velocidad excesiva o inapropiada contribuye a una de cada tres muertes por causa del tráfico a nivel mundial, según un nuevo reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) denominado “Reducir la velocidad”. Las medidas para evitar las altas velocidades, en particular en zonas urbanas, pueden prevenir muertes y lesiones por el tráfico, y hacer a las poblaciones más saludables y a las ciudades más sostenibles.

Cerca de 1,25 millón de personas mueren anualmente en calles y carreteras en el mundo, 12% de ellas en la región de las Américas. Los estudios indican que en general entre un 40% y 50% de los conductores manejan por encima de los límites de velocidad. Los conductores hombres, jóvenes y que conducen bajo la influencia del alcohol, tienen más posibilidades de estar involucrados en un siniestro vial vinculado a exceso de velocidad. Las muertes por siniestros viales continúan siendo la primera causa de muerte entre las personas jóvenes de entre 15 y 29 años. Se estima que cuestan a los países entre un 3% y 5% del producto bruto interno y empujan a muchas familias hacia la pobreza.

Sin embargo, solo 47 países en el mundo mantienen buenas prácticas en una de las principales medidas para controlar la velocidad, como es implementar la velocidad máxima en zonas urbanas de 50 km/h o menos, y en permitir a las autoridades locales que reduzcan estos límites aún más en áreas cercanas a escuelas, residencias o negocios.

“La velocidad está en la base del problema mundial de las lesiones por el tránsito”, afirmó la directora general de la OMS, Margaret Chan. “Si los países abordaran este riesgo clave, verían rápidamente la recompensa de tener caminos más seguros, tanto en términos de vidas salvadas, como en aumentos en el caminar y andar en bicicleta, que puede tener efectos profundos y duraderos en la salud de las personas”.

En las Américas, 17 países han fijado límites máximos de velocidad inferiores a 50 km/h en las zonas urbanas, que se ajustan a las mejores prácticas, y 13 países permiten a las autoridades locales reducir aún más ese límite. Sin embargo, las leyes sobre límites de velocidad deben ir acompañadas de un cumplimiento estricto para que sean eficaces y se pueda así salvar vidas. En ese sentido, sólo un país de las Américas califica su cumplimiento de estas leyes como “bueno”, según el reporte Seguridad Vial en la Región de las Américas, publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

“La región de las Américas ha avanzado en la aprobación de normas que limitan la velocidad en las zonas urbanas, pero necesita reforzar mucho más aún la aplicación de estas normas si se busca reducir las muertes y lesiones debido al tránsito”, afirmó Eugênia Rodrigues, asesora regional en Seguridad Vial de la última entidad citada.

Las medidas para reducir la velocidad pueden ser:

  • Construir o modificar las vías para incluir elementos que permitan calmar el tráfico, como reductores de velocidad.
  • Establecer límites de velocidad adecuados para cada tipo de vía.
  • Hacer cumplir los límites de velocidad a través del uso de controles manuales o automatizados.
  • Instalar tecnologías en los vehículos, como asistentes de velocidad y frenos de emergencia autónomos.
  • Sensibilizar sobre los peligros de excederse en la velocidad.

 

Semana de Seguridad Vial

La publicación de la OMS “Reducir la velocidad” se publica al comenzar la cuarta semana de seguridad vial de Naciones Unidas, que se celebra del 8 al 14 de mayo. Esta semana se vincula con la campaña “Salva vidas: #Reducelavelocidad” que trajo su atención a los peligros del exceso de velocidad y las medidas que se deben aplicar para abordar este riesgo de muertes y lesiones por el tránsito.

La Semana de Seguridad Vial es una oportunidad única para concientizar sobre este tema, que contribuye a lograr los objetivos de desarrollo sostenible (3.6 y 11.2).

Más de 20 países de la región de las Américas realizarán diversas actividades de concientización e información, tanto a tomadores de decisión y autoridades de las instituciones competentes en regulación del tránsito, como al público en general. Entre ellas se incluye la diseminación de mensajes en medios de comunicación y redes sociales, sistemas de transporte y escuelas. También se realizarán caravanas y ferias de seguridad, así como presentaciones en espacios públicos y actividades de señalización en áreas urbanas, y se promoverá la firma de protocolos y compromisos por parte de autoridades locales dirigidas a reducir los límites de velocidad.