La presidenta de la agrupación de exdetenidos durante la última dictadura dijo que el Gobierno quiere “blanquearse” tras el fallo de la Corte, pero que “fueron creando el escenario” para que se posibilite

“El rechazo de la gente y la movilización popular es muy importante, por eso mañana (por hoy) vamos todos a la plaza, no sólo los que tuvimos hermanos, amigos o parejas desaparecidos”.

Soledad García, además de presidir la agrupación cordobesa de expresos políticos fue la compañera de Eduardo Requena, uno de los villamarienses desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar, a quien la mujer “busco en las sombras hasta encontrarlo”.

Así lo aseguró a EL DIARIO la exprisionera que tuvo que exiliarse en España tras ser perseguida por el Estado de facto.

Soledad vivió en carne propia la época más oscura de la historia reciente de nuestro país y al recibir la noticia del fallo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) -que dio lugar al beneficio del 2×1 a uno de los genocidas de aquel entonces- aseguró que sintió “un mazazo”.

“Era algo impensable, fue como un golpe frío en la espalda y en el estómago, fue como revivir momentos terribles”, narró la militante por la Memoria, la Verdad y la Justicia.

“No soy una persona que sueñe con la tortura, siempre fui de la lucha, de la resistencia y de poder poner en palabras lo que nos pasó, pero mucha gente no pudo hacer lo mismo.

Pensé en los chicos que faltan de recuperar, en los cuerpos que no sabemos adónde están”, lamentó García.

“El pueblo no se entrega fácilmente”, expresó, al mismo tiempo que alertó sobre la posibilidad de ver libres a personas que denunció con nombre y apellido: “Nosotros fuimos denunciantes de las violaciones en el marco de la tortura y tenemos la preocupación de vernos cara a cara con ellos. Yo lo denuncié con nombre propio al Gato Gómez”.

El rol del Gobierno

“¿Qué es esta locura de igualar la delincuencia general con la lesa humanidad?”, cuestionó Soledad García, ex-presa política que analizó el rol del Gobierno en el marco del fallo de la Corte.

“Se creó todo un clima, con la domiciliaria de algunos, con una parte de la Iglesia hablando de reconciliación, datos que circulaban.

Lo que nos parece es que si la CSJ sigue diciendo lo que dice, el país se va a ganar una sanción. En este sentido, el propio Gobierno intenta blanquearse de la Corte”, señaló.

-¿Qué se espera de ahora en adelante?

-Sabemos que tiene que confluir lo jurídico con lo político y no es pavada un fallo que tiene dos votos en contra, porque los de la CSJ suelen ser por unanimidad.

Esta situación es anticonstitucional, irregular y con voto dividido.

Es sumamente peligroso porque da pie a cualquier otra cosa. No nos interesan las personas, nos interesan las causas y saber qué va a pasar en Córdoba después de este fallo.

-¿Y en cuanto a lo jurídico?

-En cuanto a lo jurídico hay muchos abogados y organismos trabajando muchísimo para no dejar pasar nada y rechazar pedidos de personas, como, por ejemplo, el atroz Chubi López.

Volver atrás el fallo de la Corte sabemos que no es tan simple ni tan fácil, sabemos que va a demorar, incluso si llega a la Corte Interamericana.

Desde la sede en Santiago de Chile, la ONU acaba de cuestionar a la Argentina por no manejar los estándares internacionales, más allá de lo cuestionado que fue por haber sido por mayoría y minoría.

Nada menos que el presidente de la Corte junto a otros miembros rechazaron el fallo.

Estoy hablando como persona que lo vivió concretamente, pero mucha gente que no vivió lo que paso y que estuvo atenta a los juicios, a los testimonios, leer los diarios que mostraron la verdad, ¿qué pasa hoy si esto queda en la nada?