Expresiones de dolor desde distintos sectores de la ciudad y acompañamiento a sus familiares y amigos. Tres días de duelo, Bandera a media asta y despedida al paso del cortejo por el Palacio Municipal. Honor a un hombre de los que quedan pocos
Horacio Cabezas se aprestaba para cumplir 95 años el próximo 30 de julio y estaba lleno de proyectos: en la imprenta Ambrosino le están dando los últimos “toques” a su libro sobre los cien años de la declaración de Villa María como ciudad, mientras él ultimaba los detalles de la lista de invitados a la presentación, picada y vinito de honor de por medio, en el Centro Vecinal Sarmiento.
De la misma manera que llegó a EL DIARIO hace dos semanas para entregar una investigación histórica sobre un fraude contra el Estado nacional ocurrido en los años 30 con la compra de las tierras de la base aérea de El Palomar, que publicamos en la edición del 27 de abril (traía, además, una lista con los temas a tratar en sus próximas notas)…
Pero don Horacio se sintió mal la noche del martes, se descompensó, por lo que fue trasladado desde su domicilio de la calle Mendoza hasta el Sanatorio Cruz Azul, donde se dispuso su ingreso a la sala de terapia intensiva. Sin embargo, su gran corazón no pudo más y se detuvo hacia las 7.30 de ayer.
Cabezas fue tenedor de libros y después contador de la desaparecida concesionaria de autos Fenés y Berrini. Abrazó el radicalismo como credo, convencido de que “la causa de los desposeídos” de Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen, Crisólogo Larralde, Moisés Lebenshon y Amadeo Sabattini era el camino hacia una sociedad más justa.
Y en el camino se casó con Nelly Guemberrena, con quien tuvieron cuatro hijas: Celia, Coty, Marité y Maite, que le dieron siete nietos.
Pero volvamos a la Unión Cívica Radical, que después de la larga y ensangrentada noche de la dictadura cívico-militar (1976-1983), lo puso en condiciones de competir por la Intendencia ante el adversario justicialista Alcides Demarchi. Y ganó. Afirmado en su bonhomía (la bondad unida a la sencillez) y montado sobre la ola alfonsinista que recorrió el país se consagró como el primer intendente de la ciudad a partir de la recuperación de la democracia.
Marcelo Barotto, el presidente del circuito local de la UCR le decía ayer a EL DIARIO que “le tocó un período difícil; casi que fue un barajar y dar de nuevo; reordenar, reconstruir la Municipalidad después de la dictadura”.
Pero hizo las cosas de manera tal que, al finalizar su mandato, le cedió el Sillón de Pedro Viñas a otro radical, Miguel Veglia, que lo conservó por tres períodos (doce años), hasta que la UCR perdió con Luis Caronni como candidato, ante el justicialista Eduardo Accastello.
Veglia falleció joven, en mayo de 2014. Ya no está para hablar de su antecesor. Pero sí están entre nosotros Accastello, Nora Bedano y Martín Gill, quienes siguieron el trabajo de dirigir los destinos de la ciudad.
Accastello, Bedano y Gill
Para Accastello, Cabezas fue “un gestor de servicio y de sueños, una persona muy querida”.
El hombre que gobernó Villa María en tres períodos rindió homenaje a Cabezas al ser consultado ayer por EL DIARIO.
«A todos nos genera un hondo sentir y pesar. Horacio siempre eligió el servicio, primero en la función pública y después desde las instituciones. Fue una persona muy generosa, muy especial», evaluó el entrevistado.
“En un momento especial de la democracia, cuando recién se iniciaba, no sólo fue el primero de un nuevo tiempo, sino que fue el primer presidente de la Fundación de la Universidad Nacional de Villa María, cuando se da la circunstancia de que se impulsa la creación de la misma y con Veglia coincidimos, él como intendente y yo como candidato, que don Horacio tenía que serlo».
«Después se ocupó como escritor de hacer reseñas históricas de la ciudad y fue el presidente de la Junta de Historia y también se ocupó del Museo Sabattini», recordó.
La exintendenta Bedano, que participaba de la sesión de la unicameral de Córdoba, expresó a EL DIARIO desde la capital provincial que «seguramente la ciudad lo va a extrañar».
La legisladora remarcó que el exintendente fallecido «deja un ejemplo de cómo se ejerce la vocación pública», al tiempo que resaltó que lo hizo sin llegar nunca al agravio.
«Fue realmente un sustento insoslayable para la democracia en Villa María y para la democracia en su partido. Lamento profundamente la muerte de Horacio, aunque soy de las que piensan que la muerte es una prolongación de la vida… Deja toda una historia para nosotros, para las generaciones venideras. Valoro muchísimo el ideario, la conducta, la actitud, el coraje político y cívico de Horacio Cabezas y seguramente la ciudad lo va a extrañar», declaró Bedano.
El actual mandatario Gill recordó, en tanto, las visitas que se hacían con Cabezas, en la casa de uno, en el despacho del otro. “El venía a verme, yo fui a comer a su casa… Ahora estábamos con la edición de su nuevo libro, que lo tenía muy ilusionado. Está en la etapa de corrección y muy pronto va estar listo como una contribución más de su parte para la ciudad”, comentó, para agregar: “Estamos tristes, es verdad, pero a la vez también estamos agradecidos por haberlo conocido, por todo lo que nos transmitió desde su personalidad y desde su experiencia”, señaló.
Decreto de duelo
El intendente también firmó ayer el decreto 498 que estableció duelo en la ciudad por tres días y declaró asueto administrativo para hoy entre las 9 y las 12, además de la disposición de mantener la Bandera izada a media asta.
Entre los considerandos, el decreto hizo hincapié en la figura del primer intendente de la ciudad del retorno de la democracia (1883-1987) “como militante político y social de reconocida trayectoria pública”. Consignó además, que el político, historiador y contador público, fue un excelso escritor, autor de varias obras sobre la ciudad, entre ellas “La historia de los barrios de la ciudad” y “La historia del radicalismo villamariense”.
“La personalidad del contador Cabezas, su hombría de bien, su preocupación por la cosa pública y el aporte que en vida hizo al interés general, ameritan el reconocimiento póstumo del Gobierno, del pueblo de la ciudad y el tributo de honras fúnebres”, indicó el texto oficial.
“La desaparición física de Cabezas representa para la sociedad de Villa María la pérdida de una figura respetada por el conjunto de la población, sin distinción de banderías e idearios políticos, que causa un profundo dolor a los vecinos de esta ciudad por quien fuera distinguido por el Concejo Deliberante, en 2001, como Ciudadano Notable”, señaló.
“En su paso por la vida pública de la ciudad posibilitó la concreción de importantes obras en beneficio de la comunidad toda, como, por ejemplo, la creación del Instituto Municipal de Discapacitados Auditivos y el Instituto Municipal de Historia”, concluyó.
El velatorio
Los restos de don Horacio fueron velados en el Concejo Deliberante hasta las primera horas de la noche, ya que sus familiares aceptaron el ofrecimiento en ese sentido que les hizo el Gobierno municipal. La Casona de Pereira y Domínguez, en Mitre 90, estuvo abierta al desfile de ciudadanos entre las 15.30 y las 21 y hoy volverá a abrir sus puertas a las 8 para recibir a todos quienes quieran despedirse del exmandatario y expresar sus condolencias a sus familiares y amigos.
Casi durante toda la tarde estuvieron las hijas, los nietos y la escritora Geroma Prado, la compañera con la que Cabezas -viudo desde el año 2001- compartió los últimos años, recibiendo el apoyo de funcionarios y de dirigentes de todo tipo de organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles, cooperativas y sociales como el Centro Filatélico y Numismático, el Museo Sabattini, el Instituto Municipal de Historia, por citar solamente algunos. Estas últimas instituciones se cuentan también entre las muchas que enviaron a nuestra Redacción conceptuosos comunicados destacando las cualidades de Horacio Cabezas. Nuestro agradecimiento a todos ellos, que los verán publicados en nuestras próximas ediciones (hasta el pronunciamiento del Consejo de Administración de Cooperativa de Trabajo Comunicar, editora de EL DIARIO, queda para próximas ediciones).
La despedida
Mientras tanto, en un nuevo comunicado oficial enviado anoche a los medios desde el municipio, se hizo saber que en el día de hoy, el cortejo fúnebre partirá a las 10 desde el Concejo Deliberante para pasar instantes después por las puertas del Palacio Municipal, donde el titular del Ejecutivo y su equipo despedirán al exintendente.
También se analizaba la posibilidad de un paso frente a la Casa Radical, en la calle Tucumán, aunque la cercanía entre ambos edificios podía unir en el saludo póstumo a partidarios y afectos en general.
Esos serán apenas detalles. Y el hombre que nos ha dejado estaba más allá de esas cuestiones pequeñas. Estaba más allá, por la ruta pesada, llevando ayuda a la copa de leche Soldaditos de Jesús, hablando con todos, intentando conocer sus necesidades, sus alegrías, compartir medio vaso de vino tinto de caja o un mate cocido completo con pan casero mojado… Desde el radicalismo, pero con todos. Desde el cariño de los suyos, de la mano de Geroma, del brazo de May, paseando por las calles con la cabeza en alto y recogiendo afecto y respeto con forma de abrazo y de apretón de manos. Don Horacio se va, es cierto, pero nos ha dejado todo lo necesario para que lo tengamos siempre presente.
Hasta cada recuerdo, señor intendente.
El Diario
“Fue el primer presidente de la Fundación de la Universidad Nacional de Villa María, cuando se da la circunstancia de que se impulsa la creación de la misma y con Veglia coincidimos, él como intendente y yo como candidato, que don Horacio tenía que serlo”. Eduardo Accastello, exintendente de la ciudad
“Le tocó un período difícil; casi que fue un barajar y dar de nuevo; reordenar, reconstruir la Municipalidad después de la dictadura”. Marcelo Barotto, presidente UCR
“Valoro muchísimo el ideario, la conducta, la actitud, el coraje político y cívico de Horacio Cabezas y seguramente la ciudad lo va a extrañar”. Nora Bedano, exintendenta de la ciudad
“En su paso por la vida pública de la ciudad posibilitó la concreción de importantes obras en beneficio de la comunidad toda, como, por ejemplo, la creación del Instituto Municipal de Discapacitados Auditivos y el Instituto Municipal de Historia”. Martín Gill, intendente de la ciudad
CONTADOR
Cuando el taller de impresión de EL DIARIO se quemó en junio de 2005, don Horacio se sumó rápidamente a la comisión de vecinos que organizó varios eventos que nos ayudaron en la recuperación de bienes que se vieron afectados por el fuego. El fue el contador de ese grupo que nos dio una mano grande, y que no olvidamos. Y lo hizo con el mismo espíritu de colaborar siempre, sin pedir nada a cambio. Del mismo modo que se comportaba con otras instituciones de la ciudad.
UN RADICAL DE TODOS
Los ediles Mónica Lazos, Gustavo Bustamante y José Carignano charlando en las galerías del Concejo. Una muestra de lo que se vivió durante toda la tarde en la Casona de Mitre 90: el diálogo multipartidario en torno a la figura de don Horacio.
300 El número aproximado de páginas que tiene el libro inédito de Horacio Cabezas, que se encuentra ya en imprenta. Trata sobre los cien años de la declaración de Villa María como ciudad. Se sumará pronto a su producción de escritor e historiador.
