La palabra “aguantadero” es la que más suena entre habitantes del sector de Solares de la Villa, en barrio San Juan Bautista. Es que les provoca temor pasar a la noche por el predio que ocupaba la empresa de transporte urbano de pasajeros
“En invierno anochece temprano, nuestros chicos y las chicas vienen del colegio o salen muy temprano a la mañana para ir a gimnasia o los contraturnos, y tienen que pasar por ahí, es un lugar que se ha convertido en tierra de nadie; lleno de mugre… La verdad es que todavía no ha pasado nada, pero no queremos que pase”, indicó un integrantes del grupo de vecinos de Solares de la Villa que acercó el reclamo a nuestra Redacción.
Y es verdad, el aspecto que presenta la esquina de Porfirio Seppey (la exruta pesada) y bulevar Sarmiento, en su traza desde la Terminal de Omnibus hacia la Universidad Tecnológica Nacional y la Estancia La Negrita, por citar lugares que ubican geográficamente al lector, es deplorable.
Allí funcionó hasta finales del año pasado el playón donde eran reparados e higienizados los vehículos de la Empresa de Transporte Urbano de Pasajeros Sociedad del Estado (Emtupse). Mucho tiempo antes, fue una estación de servicios. Hoy, tambores de lubricantes y combustibles abandonados junto a neumáticos de colectivos, alambres caídos, son una postal apenas “disimulada” con carteles publicitarios.
Pero detrás de escena, el abandono, la desidia y la mugre no dejan lugar a dudas. “Queremos prevenir; nada más. No queremos un aguantadero en inmediaciones de nuestros hogares”, recalcaron desde el grupo.