Sin inauguración oficial ni con un pomposo acto ni con la presencia del gobernador ni la del ministro de Educación. Así, sin más, ayer quedaron habilitadas las nuevas instalaciones del IPEA Nº 218 Juan Bautista Bosio de Pasco.

Hace dos meses que la empresa Tetra SA había finalizado los trabajos y comenzó a llegar el mobiliario. En ese marco cercano a los Festejos Patronales de la localidad, que cada 8 de septiembre venera a la Virgen Niña, surgió como primera fecha tentativa el 9 y después la semana del 20, la del Estudiante y la llegada de la Primavera. Pero no se pudo concretar y nunca hubo un día designado de manera oficial en la agenda de la Gobernación.

Todo eso y mucho más quedará en el anecdotario. Lo importante será la felicidad que desbordó la histórica jornada de ayer. A eso de las 8.30, con algunos libros y archivos apenas, el plantel docente se trasladó con toda la comunidad educativa a las órdenes del director Juan Carlos Pizarro a las puertas del flamante edificio, donde los 200 estudiantes y el intendente, Daniel Delbono, junto al inspector Henry Calvo, se sumaron para abrir las puertas y ocuparlas con la alegría del aprendizaje.

El director, el inspector y el mandatario municipal fueron los oradores de un breve y sencillo acto que no pudo ocultar ese contrapunto de felicidad y nostalgia.

“Contento, muy contento”, dijo Delbono, “por tratarse al fin del primer día de dictado de clases en este nuevo edificio de 1.200 metros. Significa mucho y por eso conté pasos de la gestión ante el Estado provincial, pero además es muy significativo como obra a inaugurar. Un colegio va más allá porque se abre a la sociedad y como comunidad un sinnúmero de oportunidades y mucho más. Esto es ahora un polo educativo junto al albergue de los estudiantes y el predio de prácticas (que hasta hace algunos años estaba solo en el sector y entonces se construyó un barrio de Cáritas). Aparte de la nostalgia como exalumno y hoy intendente, Delbono confirmó que con el uso será posible saber de los desperfectos que puedan aparecer en la construcción, ya que existen sólo seis meses de garantía para poder reclamar.