
Pese al acuerdo entre la CGT Nacional y el Gobierno de Macri, Franco Monetti consideró que en gran parte las industrias locales y de la zona no están en condiciones de afrontar el pago de un adicional para fin de año

Días atrás la CGT a nivel nacional acordó con el Gobierno de Mauricio Macri la aplicación de un bono de fin de año con una base de referencia de 2 mil pesos. De todas formas, en Villa María y la región esto no es una realidad, sino que demandará arduas negociaciones. De hecho, Franco Monetti, presidente de la Asociación de Empresarios de la Región Centro Argentino (AERCA), consideró que “a las empresas de nuestra región se les va a hacer muy difícil cumplir con el bono”.
En un análisis de la situación, el panorama que plantea Monetti para los trabajadores no es el mejor, puesto que argumentó que “esta posibilidad que dejó abierta la CGT con el Gobierno nacional es para que se pudieran sentar a negociar, pero creo que es una realidad diferente la que viven las grandes empresas en las grandes capitales a la que están viviendo las firmas locales o regionales.
“Nosotros no tenemos la envergadura en importancia que tienen esas empresas en cuanto a posicionamiento de mercado”, indicó, y agregó que el tema del bono, “por una cuestión de que a principio de año se cerraron las distintas paritarias, fue algo que las empresas dieron por concluido”.
En ese sentido, el titular de AERCA mencionó que las empresas “estuvieron todo el año batallando contra la caída de las ventas, la inflación, la caída de la productividad y todo lo que conocemos que dejó este año”, por eso pagar un bono adicional a fin de año “me parece que va a complicar a las empresas de la región”.
De todas maneras, dijo que cada sector deberá negociar porque “ha habido realidades diferentes este año”, como, por ejemplo, “la situación a nivel nacional con empresas de la industria automotriz o metalmecánica que manejan otros montos y dos mil pesos no le significan tanto esfuerzo para abonar”.
“El sector bancario, por ejemplo, no ha tenido un año tan malo como el de otros sectores más ligados a las industrias que fueron más castigados por las medidas que se tomaron y por la situación macroeconómica del año, no sólo a nivel país, sino a nivel Mercosur”, ejemplificó.
En relación a las paritarias y el pedido de reapertura, Monetti consideró que “lo fundamental es tener paciencia y esperar a que termine 2016 y ver como abre 2017”.
“Somos conscientes de que por ahí los salarios, por la inflación, van a quedar retraídos. Pero también somos consientes de que la situación que atravesaron las empresas e industrias no fue fácil y por ahí reabrir hoy las paritarias en forma temprana puede significar poner en juego la fuente de trabajo”, explicó.
En ese sentido, lanzó: “Una vez que en 2017 se cumplan las expectativas y se vea un mejor horizonte, ahí sí abrir paritarias y acomodar los salarios, pero en esta rescisión que se estuvo viviendo y con la caída general de la actividad, reabrir las paritarias a las industrias va a ser como echarle nafta al fuego”.