Un tractorista villamariense, confeso adicto a la cocaína, fue condenado ayer a tres años de prisión de cumplimiento efectivo por una serie de hechos delictivos cometidos en los últimos meses de 2016, pero por el tiempo que lleva entre rejas quedó a un paso de obtener la “libertad condicional” ya que se trata de un convicto primario.
Federico Niedfeld (31) fue declarado autor responsable de “robo calificado por escalamiento”, “encubrimiento” y “daño” y se lo absolvió por un hecho de “estafa” que se le atribuía.
Niedfeld se encuentra detenido desde mediados de noviembre pasado, luego que vendiera distintos elementos robados junto a otros dos sujetos que solicitaron la “probation” (suspensión del juicio a prueba) y evitaron tener que sentarse en el banquillo de los acusados.
El hecho más grave por el que fue condenado se produjo a fines de octubre en el domicilio de Soledad Salguero, en Tío Pujio, de donde se llevó un teléfono celular, una consola de videojuegos, una tablet, dinero en efectivo y un televisor led luego de escalar una tapia.
Un par de semanas más tarde vendió bebidas alcohólicas, productos de limpieza y hasta un cabrito que había sido robado en una carnicería de Tucumán y bulevar Cárcano, y luego protagonizó un incidente en una vivienda local, donde rompió una abertura.
La audiencia de debate, sustanciada en la Cámara del Crimen local, fue presidida por el juez Félix Martínez y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y del abogado defensor Jorge Bustos, quienes coincidieron en solicitar la pena finalmente impuesta.