En su primera sesión del año, la Cámara alta tratará el proyecto que se ha dado a conocer con el nombre de “Ley de Emprendedores”, que permite la apertura de una empresa en 24 horas bajo la denominación de Sociedades de Acciones Simplificadas. Los pro y los contra…
En medio de un año electoral, en el que se anticipa que el Congreso tendrá una actividad más reducida, el Senado realizará su primera sesión el próximo miércoles 22 de marzo.
Fuentes legislativas del oficialismo anticiparon a Parlamentario.com que uno de los principales temas a tratar será “el proyecto de una ley de apoyo a emprendedores”.
La iniciativa del Poder Ejecutivo, elaborada a través de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa (Sepyme), había llegado al recinto de la Cámara alta el pasado 23 de noviembre, ya con media sanción de Diputados, pero su aprobación se cayó. En esa oportunidad, en la votación en particular hubo un empate y el oficialismo decidió rápidamente la vuelta del proyecto a comisión.
La idea que manifiestan desde Cambiemos es que “la finalidad pasa por impulsar la actividad emprendedora en el país y su extensión internacional”.
Asimismo, se plantea crear un registro en el que se inscriban las instituciones de capital emprendedor, los administradores de esas entidades y los inversores en capital emprendedor, quienes recibirán beneficios fiscales. Estos últimos deberán informar los compromisos y efectivos aportes efectuados.
El texto crea las “Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS)”, tal la figura jurídica que facilitaría la apertura de una empresa en 24 horas a través de Internet, con constitución de CUIT y apertura de cuenta bancaria en forma inmediata.
Un extenso articulado, con mucho para discutir
De aprobarse el proyecto (de 42 páginas), este tipo de sociedades podría dar un domicilio temporal, teniendo entre 6 y 12 meses para modificarlo.
En el mismo paso de darse de alta obtendría una cuenta bancaria (lo que implica una reducción de pasos burocráticos y de tiempo sustanciales).
El texto elaborado por la Sepyme cuenta con el apoyo de la Asociación de Emprendedores Argentinos (ASEA), pero también con algunas oposiciones de cámaras tradicionales, que señalan “demasiados privilegios”, que “pueden operar como competencia desleal”.
Empleados con acciones…
Según un artículo del proyecto de ley, se les otorga a los empleados la posibilidad de adquirir acciones a un determinado valor durante un período de tiempo específico, muchas veces se da durante el inicio de la start up (como se conoce a las empresas pequeñas o medianas dedicadas generalmente a desarrollar accesorios tecnológicos o servicios que están de moda).
“La promoción de este marco regulatorio favorecerá la creación de empresas y promoverá el surgimiento de nuevo empleo con mayor valor agregado, y también dará nuevos ímpetus a emprendimientos con alto grado de innovación”, esgrimen los mentores de la posible norma.
Como contrapartida, se cita la vulneración de derechos laborales, el posible “choque” con la sociedad unipersonal establecida en del nuevo Código de Comercio… Y “¿si no funcionan cosas simples en la Inspección General de Justicia (IGJ) como un simple cambio de domicilio, cómo piensan hacer funcionar esto?”, según un profesional local consultado por Peso Específico.
Basado en el derecho anglosajón
Buscando más información para nuestros lectores, Peso Específico consultó Eleve, para saber que “se trata de un modelo de legislación basado en el derecho anglosajón; es un concepto nuevo de sociedad, que puede crearse de forma online en el día y puede ser de un solo socio”.
“Trae la posibilidad de pagarle a sus empleados con acciones (sin que caigan en el Impuesto a las Ganancias) y si el emprendedor suma a un socio, no debe modificar el tipo de sociedad jurídica, que es lo que actualmente ocurre con la sociedad unipersonal”, se agrega.
Como toda empresa, la SAS debería tener los libros contables obligatorios pero, si el emprendedor quisiera, podría tener toda esa información online, en su propio sitio de Internet.
Al respecto, la Inspección General de Justicia (IGJ) está trabajando en hacer los libros on-line, viables. Esto permitiría reducir costos como las rúbricas y evitar los riesgos de extraviarlos o que en algún caso, el Estado esté impidiendo de acceder a la información.
“La idea es crear una Sociedad simple, por acciones, para facilitar al emprendedor el camino que lo ocupe en su negocio, más que en cuestiones burocráticas”, insisten en medios oficiales, y deslizan que “el proyecto también contempla el pago en especies, algo que ahora está gravado por el Impuesto al Valor Agregado (IVA)”.
“La idea es diferir el pago del IVA a una futura venta de acciones de la empresa”, acotan.
¡Período de prueba de un año!
Otro tema delicado en materia de derecho laboral es el párrafo del proyecto que está destinado al período de prueba en el trabajo. Allí, se busca que pase de 3 a 12 meses para las sociedades SAS.
En cuanto al financiamiento, muchas veces conseguir el dinero para una start up puede resultar dificultoso. En caso de volverse ley, facultaría a la Agencia Nacional de Seguridad Social (ANSES) a destinar un porcentaje de sus ingresos anuales a la inversión a fin de dotar de liquidez a entidades de capital emprendedor.
Y contemplaría una modalidad novedosa para nuestro país de financiamiento para emprendedores, un sistema colectivo que permite a las personas sumar su aporte de dinero a través de Internet a un proyecto que necesita fondos (hoy, tal posibilidad, no se encuentra habilitada).