El geólogo Germán Tissera analizó los problemas que podría generar el hecho de que el Ctalamochita lleve entre seis y siete meses crecido, cuando habitualmente presenta esas condiciones durante un mes como máximo
últimos meses hemos tenido arriba de 100”, manifestó Tissera
Hace más de un año y medio que el geólogo Germán Tissera, a cargo de la Dirección de Ambiente y Saneamiento de la Municipalidad, lleva adelante una investigación sobre la cuenca del río Ctalamochita, por lo que conoce como pocos a nuestro río.
El especialista advirtió que el nivel que presenta el río desde hace meses puede llegar a tener serias consecuencias. “Lo que vemos a nivel natural es que se trata de un río que crecía 10, 15, 20 días al año, pero en lo que va de este año, hace desde los últimos seis o siete meses que está crecido”, analizó, y lanzó: “El poder erosivo y lo que genera el movimiento de bancos de arena, lo que podría haber hecho en 50 años, lo ha hecho en seis meses”.
En ese sentido remarcó que las consecuencias de esta situación actual del río “las vamos a ir viendo en el movimiento de los áridos, ya hemos visto bancos de arena por otros lados y sobre todo en la erosión de las márgenes, porque el río está preparado como sistema natural para manejarse con un máximo de 27 metros cúbicos, y en los últimos meses hemos tenido arriba de 100, y eso se va comiendo las orillas”.
Las consecuencias, adelantó, podrían observarse “sobre todo en lugares donde tenemos infraestructura implantada” ya que “la utiliza como un freno antinatural y tiene mucho menor porosidad que la que tiene un suelo, menor capacidad de transporte, de retención, y eso hace que el agua actúe con mayor poder erosivo, más allá del cambio en el uso del suelo que hemos tenido en los últimos años con el avance de la agricultura”.
“Todo lo que ha metido el hombre va a generar problemas”, sentenció, por lo que fue necesario consultarle entonces qué problemas podría ocasionar la colocación de un nuevo puente sobre el Ctalamuchita, que ya está proyectado.
Al respecto, contestó: “Las obras están calculadas, hay que ver bien que tengan los parámetros necesarios para cuando los niveles del río se desbordan y que no tengamos problemas de que alguna pila esté mal ubicada o algo y empiece a generar una especie de embalse. Pero supongo que todo esto está bien evaluado y calculado porque hemos tenido un claro ejemplo de lo que pasa cuando el río se desborda”.
