En la sede de la obra social, referentes de los tres sectores se reunieron ayer para reclamar por las medidas que dispusieron las autoridades nacionales, que incluyen el cambio de rol de las agencias, centralización de trámites en Buenos Aires, afectación de la carrera administrativa de los trabajadores y la reducción de prestaciones sociales
Agentes del PAMI Villa María junto a referentes sindicales de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Unión de Trabajadores del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (UTI) y representantes de Centros de Jubilados de Villa María y Villa Nueva fueron protagonistas ayer de una asamblea donde se analizaron las consecuencias de dos polémicas resoluciones impulsadas por las autoridades de la obra social de los pasivos que afectarán profundamente a la estructura de la entidad.
Según precisaron los participantes de la reunión alineados, el encuentro, además de informativo para los jubilados, se llevó a cabo en “rechazo al ajuste de las autoridades del PAMI que modifican de forma drástica la estructura organizacional, a través de las disposiciones 559 y 560”.
“Lo que está gravemente sucediendo es que dos resoluciones de la patronal implementadas de un día para otro sacó, provocó un rechazo total de los trabajadores porque va en contra del convenio colectivo de trabajo y también de la carrera administrativa de los trabajadores”, precisó Estela Corso, delegada nacional de la CTA-ATE por la Región Centro.
“Por otra parte, lo definido por las autoridades provoca una desjerarquización para el interior del país, ya que se propone una centralización muy fuerte orientada hacia la sede de PAMI en Buenos Aires, generando todo tipo de demora en los trámites”, acotó la sindicalista.
En este sentido se advirtió que muchas agencias que estaban localizadas en diversas ciudades, pasarán a ser “bocas de atención” con todo lo que ello implica.
En camino a perder el equilibrio
“Vamos a perder en muchos lugares ese contacto cotidiano con las gestiones de los jubilados y se minimiza el poder de resolución que teníamos. Sabemos la burocracia que hay y consideramos que el interior ha sido perjudicado con esta decisión arbitraria”, remarcó.
“Ha sido un disposición unilateral, hecha a espaldas de los trabajadores que han reaccionado organizando asambleas en todas las agencias que PAMI tiene en Argentina”, indicó.
La representante sindical también señaló un panorama sombrío para las prestaciones que se les brindan a los pasivos, debidos a los “achiques y ajustes” que se han anunciado y que sin dudas afectará la atención y servicios que estaban dispuestos para los beneficiarios de la obra social.
Cabe consignar que si bien los cambios en PAMI alterarán severamente el planteo organizativo que la institución tiene, la agencia que se yergue en Villa María sobrevivirá a los cambios junto a la delegación ubicada en San Francisco.
“Villa María y San Francisco seguirán como están, pero sin jefaturas, ya que los cargos han sido eliminados. Por supuesto que estamos pidiendo la derogación y nos mantendremos con un plan de lucha”, advirtió.
“A los jubilados hay que decirles la verdad, lo que nos está pasando a los trabajadores y cómo será la afectación para ellos”, consideró la reporteada.
“La intervención a PAMI era por 180 días y pasaron 12 años desde aquel momento. ¿Justo ahora a tres meses de las elecciones comienzan con estas acciones? ¿Cuál es el objetivo de estos cambios tan rotundos?”, expresó Corso para concluir.
“Con este achique nos quitan privilegios”
“Los presidentes de los centros de jubilados estamos hoy aquí para apoyar a la gente del PAMI y hacer sentir nuestra voz”, manifestó el titular del Centro Fraternales, Risieri Bettiol.
“Las medidas que ha tomado el señor Luciano Di Césare (máxima autoridad del PAMI) en Buenos Aires atenta no sólo contra los empleados, sino también a los jubilados y pensionados de todo el país”, consideró Bettiol en diálogo con EL DIARIO.
“Está claro que se va a resentir la atención y se ha recortado un montón de beneficios. Con este achique nos están quitando privilegios que habíamos obtenido con la lucha y el esfuerzo de todos los días”, subrayó el dirigente.
“Además de toda esta situación, continúa el cobro de plus, la atención diferida a tres meses y otras cosas que nos tienen muy cansados”, concluyó. Por su parte, la presidenta del Centro de Jubilados Villa del Parque (Villa Nueva), María Ranciglio, consideró que lo que está sucediendo con la obra social “es tremendo”.
“Que los trabajadores sean atropellados por sus patrones con medidas injustas y que nos van a afectar a todos es realmente preocupante”, sostuvo la consejera federal de PAMI.
“Apoyamos el reclamo y queremos mejoras en la organización de la institución que nos tiene como beneficiarios”, cerró.