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Al borde de la hiperinflación

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Al borde de la hiperinflación

Análisis

Escribe Lic. Alfredo Koncurat De EKO Consultora para EL DIARIO

Esta semana será clave, hoy y mañana se esperan medidas urgentes que puedan paliar el turbulento escenario que sufre el país

A lo largo de estos tres años de gobierno, las divergencias entre el discurso político de Cambiemos y sus actos, la diferencia entre lo que dice y hace, han tirado por la borda la confianza depositada de buena parte de su capital político. Con escasa credibilidad, el Gobierno, ante la realidad vivida la semana pasada, pasmado, solo atinó rogar un nuevo apoyo de prestamistas externos, el minidiscurso de un minuto y medio de Macri fue como querer apagar un incendio con nafta.

Hoy día es clave para que el Gobierno dé una señal oportuna para calmar las turbulencias económicas, una nueva falta de tacto puede terminar de derrumbar una economía ya herida y sin confianza.

 

Descontrol

El año par lejos está de mostrar los augurios que pregonaba el Gobierno a finales de 2017; primero, los eufóricos ajustes de fin de año luego del triunfo en las urnas hicieron mella en una sociedad ya por entonces sentida; luego, los recortes en marzo y abril pasados terminaron de destruir el consumo privado, después la suba de tasas para frenar una corrida al dólar que igual sucedió, y finalmente, la frutilla del postre: llamar al Fondo Monetario.

Hay que remontarse muchos años atrás para encontrar semejantes inconsistencias en las variables macroeconómicas: inflación incontrolable, dólar imparable, creciente déficit fiscal, recontrarojo el saldo de balanza comercial (exportaciones menos importaciones), fuga acelerada de capitales, tasa de interés por las nubes, récord del riesgo país y freno abrupto de la actividad económica.

La situación actual es pura lógica, desde mayo hasta hoy la política económica ha estado acéfala, se hizo más de lo mismo, por supuesto con resultados más profundos en el mismo sentido (es obvio, si hacés siempre lo mismo, obtenés siempre los mismos resultados).

Hoy la crisis ha llegado a su clímax, lamentablemente las medidas presurosas de la semana pasada acarrearan mayores problemas: ¿Cómo se sostienen las Pymes con tasas del 80%? ¿Cuánto tardará en cortarse la cadena de pagos? ¿Cuánto demorarán en impactar estas consecuencias en el empleo? Es inevitable, después de una megadevaluación es de esperar una megarecesión.

 

¿Qué esperar para los próximos meses?

La economía argentina está atravesando una crisis muy compleja, el escenario externo no ayuda y la apertura externa a importaciones como a la libre entrada y salida de capitales a principio de 2016 ayuda a que la misma sea más profunda y con peores secuelas para nuestro país.

Las inconsistencias en la política económica fueron advertidas un sinnúmero de veces, lamentablemente la falta de coordinación entre la política fiscal y la política monetaria, la dolarización de tarifas y la libre movilidad de capitales nos han puesto en un escenario que parecía para siempre superado: fuerte especulación financiera, destrucción de la actividad productiva y la posibilidad de recaer nuevamente en una hiperinflación.

Según los manuales, la hiperinflación es la subida del nivel de precios muy rápida y continuada, fuera de control, que provoca que la gente no retenga el dinero por su pérdida de valor constante, es decir: la plata quema en las manos. En esta situación, la moneda pierde uno de sus principales atributos: la reserva de valor, y la gente prefiere conservar bienes.

En este escenario, los agentes económicos se desprenden de forma inmediata de sus pesos porque saben que pierde poder adquisitivo día tras día (¡¡la plata no alcanza!!), por lo que aumenta la velocidad del dinero acentuando aún más una demanda desenfrenada e irracional que estimula aún más la escalada de precios.

La fuerte devaluación de la semana pasada se trasladará inevitablemente en gran parte a los precios porque muchos componentes de la cadena de valor están dolarizados, la especulación natural para cubrirse y el temor a no poder reponer mercadería harán el resto.

El proceso hiperinflacionario resulta traumático para cualquier economía que la sufra. Hoy, sin medidas atinadas que generen confianza, el país corre serios riesgos de caer en un espiral incontenible de subas de precios.

 

“Hay que remontarse muchos años atrás para encontrar semejantes inconsistencias en las variables macroeconómicas”.