A veces asomaban algunos casos por semanas, ahora son diarios: los perros callejeros cada vez son más en Villa María y Villa Nueva, y las agrupaciones y rescatistas no dan abasto.
La situación tiende a empeorarse porque todavía no existen grandes soluciones.
Tampoco se conocen aplicaciones de la ley a quienes ejercen el maltrato y dejan a los animalitos al desamparo.
Al costado de la ruta, a la vera del río, en algún campo y en otros sectores de la ciudad se detectan más seguido grupos de cachorros entregados a la buena de Dios.
“Los vi llorando en el parque, me los traje, pero no los puedo tener… Por favor, ayuda!”, es uno de los tantos mensajes que aparecen en las redes sociales, uno tras otro, acompañados por fotos donde las caritas tristes de los animales se hacen más crudas en estos tiempos de frío.
Desde este suplemento pudimos detectar la dura realidad esta semana, recibiendo constantemente historias de perros en adopción o en la calle. De hecho, se detectaron cerca de diez callejeros que dominaron la escena esta semana, en la misma cuadra del bulevar Alvear, en la zona de la Terminal.
Uno de los tantos animalitos apareció manchado con cal, seguramente echado de una obra en construcción y, si bien los vecinos le dieron comida, no pudieron alojarlo.
En la red social Facebook, utilizada para contarle historias a este suplemento, aparecieron otros escritos con pedido de ayuda o de adopción, la mayoría de rescatistas que, al parecer, ya no dan abasto por la situación actual.
“¡Nemo busca un hogar sumamente responsable! ¡Es tamaño bajito y al ser adulto ya no va a crecer más! ¡Nemo también fue rescatado de la soledad, el abandono y el maltrato. Todo eso quedo atrás y hoy está listo para empezar una nueva vida, pero necesita un hogar para poder hacerlo!”, pide Silvana, mostrando la foto del perrito color negro.
Agostina, en tanto, escribió: “¡No nos olvidemos de ellos! ¡Sólo quedan 3!, un machito negro, una hembra manchada y una hembrita negra. Van a ser medianos/grandes de tamaño, se entregan con promesa de castración a los 6 meses, ¡vuelven a la calle si nadie los adopta!”.
Tanto Agostina como otras mujeres estuvieron ayer en la costanera regalando perros a quienes deseaban adoptar, responsablemente.
Las agrupaciones están a cargo de este tipo de eventos, casi siempre los domingos o feriados, en la costanera.
Mientras, otro vecino escribe: “Tito se me cruzó en la moto y no pude dejarlo ahí, después del control en la veterinaria llegamos a que no controla sus esfínteres ni camina correctamente porque tiene un golpe en la columna. Yo no puedo seguir cuidándolo porque no tengo tiempo suficiente”.
Quien encontró a Tito buscaba alojamiento provisorio para luego darle lugar definitivo. Y en ese objetivo andan muchos, cada vez más.
“¡Gente! ¡Necesito ubicar URGENTE a este muchachito! Es dulce, pero tiene provisión sólo por esta noche. Es de buen carácter, muy mimoso, y se lleva bien con los demás perros”, escribió otro vecino.
Yohana, amiga en el Facebook de este suple, nos contó de Morena, una hermosa cachorra en adopción.
“Tendrá cuatro meses, aproximadamente. Se desparasitó. Es superjuguetona, cariñosa, brinda mucho amor y besos. La encontré a la orilla de la ruta, un día de llovizna…”.
“Tengo muchísimos gatos y perros, ya no me da el lugar para más”, se lamentó Yohana, pidiendo hogar para la bella Morena.
Mientras, Lucrecia, también pidió desesperadamente por los cinco perritos “muy chiquitos en la escuela de las 400 Viviendas”.
“Necesitan un hogar urgente”, recalcó la joven. Y así las historias se van multiplicando.
Algo habrá que hacer, más allá de los que siguen haciendo.