
Desde ayer, el Salón de Usos Múltiples de la Cooperativa Comunicar se denomina Raúl Angel José en honor a nuestro querido amigo y compañero. Familiares, compañeros, colegas y amigos participaron del acto concretado en la víspera

Más que un homenaje, ayer se dio una gran reunión de amigos y afectos.
Un encuentro donde el recordar al compañero, amigo y colega, Raúl Angel José, fue el motivo de la convocatoria que tuvo como eje el denominar al Salón de Usos Múltiples de la Cooperativa de Trabajo Comunicar con su nombre.
Precisamente en la víspera, se generó el momento para apreciar las palabras sentidas de personas que realmente lo apreciaron, justo en el lugar que Raúl ayudó a que fuera realidad: la sede cooperativista donde jornada a jornada se edita EL DIARIO.
La ocasión fue propicia para que brotaran sin cesar los recuerdos y las anécdotas protagonizadas por alguien que dejó como legado su humildad, hombría de bien e innumerables vivencias y enseñanzas.
También hubo espacio para las lágrimas y la emoción durante el descubrimiento de la placa recordatoria y en la proyección del video alusivo que se proyectó. La intensidad emotiva creció ante cada mención de momentos compartidos y de las expresiones que quedan truncas cuando un ser querido emprende su último viaje.
Emociones
“Considero que el mejor homenaje que le podemos llegar a rendir es encontrarnos para celebrar su paso por acá. Debemos recordarlo de la mejor manera porque él fue uno de los emblemas de este lugar, un soldado que siempre estuvo peleando en esta trinchera y en ningún momento vaciló, claudicó o dejó de hacerlo”, manifestó Raúl Olcelli, actual presidente de la Cooperativa Comunicar.
“Para nosotros ha sido un ejemplo, un compañero y un hermano que ha sido parte de nuestros sueños y de todo lo vivido acá adentro”, sostuvo Olcelli durante el comienzo del acto al que asistieron familiares, integrantes de su círculo de amistades, referentes de instituciones, colegas de diarios, radios y otros medios de comunicación de la ciudad y región, y también aquellos que respetan su trayectoria y simplemente quisieron sumar su adiós.
“Creo que hoy no lo estamos recordando a un mes de su desaparición física. Esa placa que esta allí afuera será un simple adorno en la pared, porque para nosotros o por lo menos para mí, Raúl sigue presente, estará siempre en el afecto de todos los que personalmente tuvimos el privilegio de disfrutar su amistad y aún aquellos que a pesar de no ser tan íntimos pudieron contar con su bonhomía”, enfatizó Héctor Cavagliato, al momento de brindar su reflexión durante el evento.
“La vida es un camino de ida, Raúl hacia allá vamos”, redondeó para cerrar el reconocido comunicador local.
“Es un honor para mí hablar de Raúl como amigo ya que él ha tenido muchísimos amigos. Lo conocí en 1975 cuando mi viejo tenía el Diario Momentos y Raúl era tipógrafo en el taller, pero se daba maña para manejar la linotipo que era una máquina muy compleja, también estaba en la Redacción. Era un autodidacta, un todo terreno”, definió Enrique Houriet, amigo dilecto de nuestro homenajeado.
“No me hice amigo por su capacidad de laburo sino por su personalidad y su generosidad. Era un tipo al que le importaba un carajo lo que nos importa a la mayoría de nosotros. No le importaba la guita, tener poder ni tampoco el estatus. El enseñaba, más que mandaba”, subrayó.
“Quiero agradecer a todos los socios porque El DIARIO era su vida, acá se sintió importante, ustedes lo hicieron sentir importante”, concluyó “Quique”.
De extensísima trayectoria en los medios locales y con algunas incursiones en espacios informativos de otra provincia, durante distintas épocas de su vida, Raúl dejó huellas por donde transitó profesionalmente.
Sin embargo, el dueño de su corazón fue EL DIARIO y acá se quedó para siempre, en cada nota, en cada opinión, en las miles de tapas hechas, en las ideas, en los proyectos y en el ejemplo que fue para muchos. También estará en nuestro futuro.
Hoy ya no está físicamente, pero el compromiso sigue, no decae sino que se fortalece…“hacer un diario en serio” es la misión y prometemos seguir intentando no fallarte. Hasta siempre.