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Alarmante: una mamá y sus tres hijos viven en una obra abandonada

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Alarmante: una mamá y sus tres hijos viven en una obra abandonada
Elisa mostró el lugar en donde vive con sus hijos desde hace tres meses. Las condiciones son escalofriantes

Elisa Rodríguez se instaló en un terreno en barrio La Calera hace cuatro meses porque no tiene dónde ir. Dice que la quieren sacar y que desde el municipio le han dado la espalda desde hace tres años

Elisa mostró el lugar en donde vive con sus hijos desde hace tres meses. Las condiciones son escalofriantes
Elisa mostró el lugar en donde vive con sus hijos desde hace tres meses. Las condiciones son escalofriantes

Una obra en construcción parada. Cuatro paredes de ladrillos huecos. Un techo con algunas chapas donadas. Una pequeña tela intentando detener la helada brisa que se colaba por la ventana. Sin luz, agua, baño, calefacción. En esas condiciones está viviendo Elisa Rodríguez, de 24 años, junto a sus tres hijos, de 7, 9 y 11.

Hace cuatro meses se metió en un terreno en la calle Marcos Juárez al 500, en barrio La Calera, porque no tiene dónde ir, pero la crueldad del frío hace que ya no aguante más. Por eso, contó a EL DIARIO la situación por la que está atravesando, y sobre los desesperados pedidos por una vivienda que realiza desde hace mucho tiempo.

“Hace tres años que estoy anotada en la lista de familias con riesgo de calle. En todo ese tiempo la Municipalidad no me dio nada, sólo promesas y palabras”, recordó, y contó que ahora quieren sacarla del lugar que hoy habita. “Me metí acá hace cuatro meses porque los vecinos me dieron el dato de que hacía muchos años que el dueño, un señor peruano, no aparecía por el lugar. Estos terrenos eran del ferrocarril y se los donó a la gente que más lo necesitaba, haciendo un convenio con la Municipalidad que decía que en seis meses tenían que tener al menos una pieza construida y estar viviendo en el terreno y el convenio se vencía a los dos años, si en ese tiempo no hacías nada o no estabas viviendo en el terreno, lo perdías”, repasó.

“Aparentemente hay una denuncia del dueño y la Fiscalía le dio curso, porque fue con el convenio y se lo hicieron valer porque tiene parientes dentro de Tribunales, pese a que no cumplió con los requisitos que pedían por el terreno”, reclamó la joven y sostuvo: “La Municipalidad lo citó para que renuncie al convenio, él no se presentó y el municipio no insistió más. A mí me cayó la Policía de Investigación tres veces acá, sin orden y ni siquiera en un móvil, sino en una moto particular. Uno de los que vino es sobrino de él, me amenazó que me iba a sacar de acá”.

Elisa estuvo privada de su libertad y cuando salió volvió a la carga en su pedido por una vivienda y desde el municipio “como veían que estaba en situación de desalojo, me pusieron en la lista roja de familias en riesgo, porque además tengo tres hijos a cargo”, pero “pasó el tiempo y siempre me mandaron a hablar con uno y con el otro, fui permanentemente, y jamás tuve respuesta”.

Las condiciones en las que está Elisa y sus hijos son alarmantes entre el frío y la lluvia, que hace estragos ante el débil techo de chapa, los bichos y la suciedad. “No tengo dónde ir, si no encontraba esto estaría abajo del puente, aunque mucha diferencia con esto no habría”, remarcó y dijo, con un dejo de vergüenza: “Las necesidades mías y de los chicos las hacemos en un balde”.

Una amiga publicó en Facebook su situación y automáticamente muchos vecinos se acercaron a ayudarla donándole mercadería, frazadas y ropa. Las integrantes del grupo Las Iguanas Solidarias le ayudaron a colocar las chapas en el techo. Aseguró, además, que en estos cuatro meses recibió la visita de funcionarios del área de Vivienda y Desarrollo Social “que sacaron fotos, pero no hicieron nada”. “Me dijeron que lo único que podía hacer era irme. De hecho, Hercilia (Brusasca, de Dirección de Políticas Sociales y Habitacionales de la Municipalidad) me dijo que lo que pudiera hacer acá, que lo haga, que ellos iban a hacer la vista gorda”.

“En todo este tiempo hablé con Hercilia, Pablo González y Silvia Cuello (presidente y vicepresidente del Instituto Municipal de la Vivienda), Claudia Arias (secretaria de Inclusión Social y Familia) que vino con una asistente social, pero nadie tiene una respuesta, de hecho, una de las veces que fui a la Municipalidad hablaron con Martín Gill al frente mío, hace tres meses atrás, y él dijo que quería que me resuelvan mi situación urgente”, describió indignada.

Elisa está preocupada por la salud de sus hijos, porque los pequeños están faltando a la escuela y por el miedo a que se los quiten. “Si a mí Tribunales me manda una asistente social, en las condiciones que estoy viviendo, me sacan a mis hijos, cuando hace tres años que pido ayuda”.

Sobre el cierre de la nota, Elisa pidió específicamente que se publicara una situación que le tocó vivir y que quiso dar a conocer por la bronca que le generó: “Cuando hablé con Claudia Arias me pidió por favor que me saque de encima a la Defensoría del Pueblo, a las Iguanas Solidarias y a todo periodista. Me dijo que si me sacaba de encima todo eso, me iba a dar una mano. Fue el miércoles, que me presenté en la Municipalidad por última vez”.

Quienes quieran colaborar con Elisa pueden comunicarse al 154206730.