El reconocido especialista español Joaquín Capistrós Moreau compartió conceptos con EL DIARIO en el marco de su participación en el evento mollense
El profesional Joaquín Capistrós Moreau, proveniente de la ciudad de Zaragoza (España), analizó ante nuestra consulta y con destacables precisiones en la materia temas atinentes a los sistemas de producción, tanto en alfalfares como en otros rubros de dicha dinámica económica, trazando paralelismos o diferencias entre la economía de ambos países.
Manifestó que “en Zaragoza está la sede de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada, en el valle del Ebro y donde se produce el 80% de la alfalfa española, tratándose de una zona reconocida tradicionalmente por dicha característica”.
Sostuvo que en su país “no es habitual realizar eventos como este, que trata de aglutinar a todo un sector productivo, y esto en realidad es importante”.
Con respecto a los sistemas o estrategias de alimentación, tanto en bovinos como en otras especies “veo en Argentina (llegué ayer) y en relación a España que hay una gran diferencia: allá la ganadería (especialmente de vaca), lo que es carne está estabulada (sin salir a campo); es un clima muy árido donde no se producen forrajes, por lo tanto debemos recurrir a alimentarlos en las vaquerías, entonces allí está en parte la alfalfa deshidratada que se lleva a las industrias”.
“El 95% se vende”
Indicó como dato de significación que “en España el 95% de la alfalfa que se produce se vende, el 70% se lleva la industria con contrato y el resto se henifica y se vende henificada”. Prosiguió: “Hablo de la alfalfa como cultivo, es muy importante, el agricultor valora mucho en España su producción porque es un cultivo más, como hablar del maíz o de la soja; acá en Argentina, como en la zona principal de Estados Unidos, se consume todo y por ello no se lo valora demasiado”.
Capistrós aclaró que en España y dentro de las especies ganaderas “predomina la cría del porcino estabulada, puesto que somos el segundo país en Europa tanto en producción como en exportación; luego estaría el vacuno de carne, el vacuno de leche (900 mil vacas) y luego siguen los ovinos, cuyo desarrollo lamentablemente se ha venido a menos”.
“Reina de las forrajeras”
Resaltando la significación de las jornadas, definió a la alfalfa como “la reina de las forrajeras: si se comercializa se valora; a veces no sabemos apreciar las ventajas que tiene, que aparte de la proteína y la fibra alimentaria posee otra variedad de componentes que ya se empiezan a destacar y que son los medioambientales: es un cultivo que puede tener cinco años sin laboreo, no hay erosión, casi sin agregarle fertilizantes ni minerales, aspectos que debemos elogiar realmente, pensando en mañana y porque está ligado a todas las políticas globales que se quieren hacer en beneficio del ambiente”.
En cuanto a la conceptualización de estas Jornadas Nacionales de la Alfalfa, no escatimó elogios hacia la organización general de las mismas, el trabajo integral del INTA y sus profesionales, la iniciativa de Todo Agro, el nivel de participación de industriales, ganaderos y agricultores”. “Todos merecen un 10”, enfatizó.