En la Escuela Agustín Alvarez trabajaron en un ambicioso proyecto con alumnos de sexto grado que involucró cuatro asignaturas e incluyó paseos históricos, lecturas, charlas y elaboración de poesías

Desde la Escuela Agustín Alvarez se propusieron que el 148º aniversario de Villa María que se celebra mañana y su Centenario como ciudad no sea una fecha más.

Por eso, desde las asignaturas Ciencias Sociales, Lengua, Artes Visuales y Música llevaron a cabo un proyecto con los alumnos de sexto grado que titularon “Villa María: 100 años como ciudad” y en el que se motivó a los niños a conocer la historia de su propia ciudad.

Los alumnos desarrollaron contenidos de las ciencias vinculados a la historia argentina, como conocimientos de los cambios sociales, políticos y demográficos que se produjeron en la sociedad argentina entre 1860 y 1930, la llegada de inmigrantes y la expansión ferroviaria, y también de la sociedad actual, investigando describiendo y comparando los centros urbanos de nuestro país, considerando las distintas jerarquías.

Además, desde el área de Lengua trabajaron con textos de Bernardino Calvo, Rubén Rüedi, poesías de Cayetano Orioli y otros que ellos trajeron de la casa, como los suplementos de diarios que hablan sobre el tema, además de material sobre ferrocarriles del Instituto Municipal de Historia. En esta asignatura, días atrás, en la previa del cumpleaños de la ciudad comenzaron a escribir poesías dedicadas a Villa María, al río, al tren o a su gente.

Los alumnos de sexto grado participaron de un recorrido por el sector histórico, comenzando por la vieja estación de tren. Fueron recibidos por gente de la Municipalidad, quienes les ofrecieron un valioso paseo por las instalaciones del antiguo Palace Hotel y donde mostraron detalles arquitectónicos del edificio y narraron historias del lugar. En torno a la estación, pudieron observar las fachadas de las casonas que aún hoy se levantan imponentes, como es el caso de la que fuera la casa de don Joaquín Pereira y Domínguez, la Casa España, entre otras.

En otra de las asignaturas, Artes Visuales, reprodujeron en papel diseños de la moda femenina en los tiempos fundacionales, como así también algunos muebles y especialmente fachadas de edificios. Todos los trabajos realizados son exhibidos actualmente en la institución.

Zacaría, alumno que formó parte del trabajo realizado, remarcó que “este proyecto me gustó para aprender sobre Villa María, aprender de la historia, me gustó el paseo que dimos por la Muni y ver las cosas nuevas que se van creando, como el Parque de la Vida o los barrios nuevos”.

En ese sentido, María Luz opinó que “lo que más me gustó fue toda la historia de cómo nació Villa María y cómo fue creciendo y cambiando a medida que el tiempo seguía.”

Desde la escuela aseguraron que los chicos pudieron vivenciar “lo hermosa que es nuestra ciudad, no sólo a través de fotografías y folletería, sino recorriendo sus calles más pintorescas, compartiendo con sus compañeros y cumpliendo el objetivo principal de reconocer, valorar y respetar el patrimonio natural y cultural de todos los villamarienses”.

Algunas poesías

El remolino pide viento,
el sol, la luz,
la luna, las estrellas.
Yo te pido a ti, Villa María,
las noches más bellas.

Los días pasan,
los puentes se oxidan.
Pájaros y estrellas,
remolinos y escuelas,
montes y vientos,
en septiembre
nuestras voces no terminan.

Karla Maldonado y “Anto” Fuentes

Allá por el 1º de septiembre
de 1867 pasó un tren,
un tren muy especial.
Por esa razón
Manuel Anselmo Ocampo
a este pueblo el nombre de su hija le dio.
Luego la ciudad creció
con mucho amor.
Aunque muchas veces
con el viento en contra.
Pero a veces con la misma dirección del río.
Primeros construyeron
puentes, también escuelas.
Por nombre llamaron a los barrios.
En el verano
se vienen las peñas
con una luna grande,
luna rodeada de estrellas.
Hoy la gente sale a las plazas,
al río a pescar bagres y mojarritas,
palometas y viejas del agua.
A descansar bajo los sauces
y disfrutar de vivir
en la mejor ciudad.

Lucas Goymil y Benjamín Zara