A los jóvenes de la Escuela Especial Pablo Sexto se les ofrecieron herramientas teóricas y prácticas para poder sumar a los trabajos que ya realizan con los cultivos en la propia institución
Alumnos de la Escuela Especial Pablo Sexto recibieron ayer a especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), quienes les brindaron una capacitación en el marco del Programa ProHuerta.
La intención era ofrecer a los jóvenes herramientas para que puedan seguir profundizando sus conocimientos sobre esta temática, que desarrollan habitualmente dentro del marco educativo de la institución.
Marcos Borri, docente de enseñanza práctica de huerta de la escuela, contó que con los alumnos vienen trabajando desde hace tres años, “y ahora estamos aumentando nuestra superficie sembrada”.
“El año pasado no pudimos concretar un taller con el INTA y estamos contentos de recibirlo este año”, remarcó, y adelantó que “la idea es hacer todos los talleres que ellos tienen; ahora es el de huerta, en mayo, el de aromáticas y también el de cocina”.
Borri contó que tuvieron que trasladar la huerta que desarrollaban en un terreno de la institución educativa porque fue atacada por jóvenes que “prendieron fuego, nos rompieron plantines, entre otros daños”. Cabe mencionar que “la idea es que con la producción podamos generar dinero para tener recursos para comprar aromáticas y algunas frutales”.
Según contó el docente, los alumnos disfrutan de este espacio educativo “porque es algo práctico que los saca del aula, que los mantiene en contacto con la naturaleza para poder producir un alimento” y, de hecho, “algunos chicos llevan la iniciativa y los conocimientos a sus hogares también”.
Por su parte, José Luis Martínez, ingeniero agrónomo del INTA Villa María, mencionó que la idea fue poder llevarles las herramientas que ofrece el Programa ProHuerta para que puedan incluirlas en su proyecto educativo. También estuvo presente Pablo Luque, técnico agrónomo de la entidad gubernamental.
“La escuela cobra muchísima importancia como lugar de multiplicación y de promoción de esta actividad”, enfatizó Martínez, y apuntó que “una de las aristas que tiene el programa es la semilla para una huerta escolar o también para que desde la escuela nazcan huertas familiares de la comunidad educativa”.
“La actividad, básicamente, es promover la autoproducción de alimentos que aportan nutrientes muy importantes para la salud a través de una huerta”, describió sobre la charla que dio a los alumnos ayer.
A su vez, el ingeniero les dejó en claro a los alumnos que están a disposición de quienes necesiten “apoyatura técnica”. “Si hace falta, nos llegamos y acompañamos durante todo el proceso de armado de la huerta. Hay gente que tiene mucha experiencia y también nosotros aprendemos de ellos”, subrayó.
Por otra parte, el especialista dijo que han notado “una enorme demanda de semillas en el INTA” para esta temporada de otoño. Martínez focalizó en que la entidad intenta ingresar sus propios proyectos para la difusión, pero que también “nos sumamos a proyectos que ya tienen, por ejemplo, centros vecinales, centros de jubilados o parroquias”.
“Se llega así a muchísimas familias y la idea es esa, que cualquier persona pueda acceder fácilmente por lo menos a la semilla para hacer su huerta”, cerró.