El Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Daniel Gollan, se sumó a la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna que se extiende hasta el viernes bajo el lema «Amamantar y trabajar ¡logremos que sea posible!» con acciones territoriales conjuntas con otros organismos gubernamentales, en donde el eje central son las madres trabajadoras que quieren seguir amamantando al término de su licencia por maternidad, una práctica que en Argentina está garantizada por una ley. La alimentación con leche materna desde el nacimiento y hasta los 6 meses en forma exclusiva, y complementada con otros alimentos a partir de esa edad y hasta los 2 años, es un buen comienzo para una vida saludable. La leche de la madre contiene todos los nutrientes que el niño necesita y anticuerpos que lo protegen de muchas enfermedades, factor que ninguna de las leches industrializadas puede proveer. Además, la leche materna siempre está disponible, no presenta riesgos de contaminación y favorece el vínculo entre la mamá y el bebé. Lo cierto es que para que una mamá pueda sostener la lactancia materna, necesita mucho apoyo de parte de su entorno. Los más cercanos (la pareja, la familia, los amigos) desempeñan un papel muy importante liberando a la mamá de otras actividades cotidianas o del cuidado de otros hijos menores, para que cuente con el tiempo para amamantar al bebé con tranquilidad. Y el círculo social más amplio, que incluye el ámbito trabajo, también debe colaborar. Por eso, los objetivos de la campaña de este año apuntan a: • Unir los esfuerzos de todos los sectores para facilitar que las mujeres puedan trabajar y amamantar en todo lugar. • Desarrollar acciones por parte de empleadores/as para que dispongan de «Espacios Amigos de la Lactancia» en todos los lugares de trabajo y que apoyen activamente a las madres trabajadoras para que continúen amamantando. • Informar sobre los últimos avances en protección de los Derechos de las mamás que amamantan y crear conciencia sobre la necesidad de fortalecer las legislaciones nacionales y su aplicación. «Desde el Ministerio de Salud entendemos como fundamental acercar las políticas públicas de cuidado, salud y promoción de la lactancia, por eso consideramos que el final de la licencia por maternidad no tiene por qué marcar el final de la lactancia materna», sostuvo Sabrina Balaña, subsecretaria de Medicina Comunitaria, Maternidad e Infancia. La funcionaria destacó que «con la reglamentación de la Ley 26.873, referida a la Promoción y Concientización Pública sobre la Lactancia Materna, el Estado argentino marcó una posición respecto de favorecer la lactancia materna como política pública».
Promoción y concientización pública sobre la Lactancia Materna
En la Argentina la Ley de Contrato de Trabajo (N° 20.744 y sus modificatorias) establece en su artículo 179° que toda madre trabajadora dispone, durante al menos un año, de dos descansos de media hora para amamantar a su hijo durante la jornada de trabajo. Si el niño no está cerca, la madre puede sumar esos descansos y trabajar una hora menos por día, o bien utilizarlos para sacarse leche y conservarla en un recipiente limpio y dentro de una heladera, hasta su hora de salida del trabajo para que al día siguiente, la persona que cuida a su bebé puede dársela en su ausencia, ya que la leche humana guardada en heladera -sin congelar- conserva sus propiedades hasta por tres días. En enero de este año se publicó el Decreto 22/2015, reglamentario de la Ley 26.873 de Promoción y Concientización Pública sobre la Lactancia Materna, con el que se completó y puso en vigencia esta norma, orientada a extender y ampliar la promoción y la concientización pública sobre la importancia de la lactancia materna y de las prácticas óptimas de nutrición segura para lactantes y niños de hasta 2 años de edad. Una novedosa iniciativa contenida en esta ley, a instancias del Ministerio de Salud de la Nación, se refiere al apoyo a la madre trabajadora en período de lactancia y al establecimiento de «Espacios Amigos de la Lactancia» en los lugares de trabajo, que ha comenzado a divulgarse y extenderse entre empresas y empleadores de distinta envergadura. Los favorecidos por esta estrategia no son únicamente el niño y su madre, que obtienen beneficios para su salud, tanto inmediatos como a largo plazo, sino también los empleadores de esas madres y la sociedad toda, ya que los niños amamantados son más sanos y se enferman menos.
Espacios Amigos
Los «Espacios Amigos de la Lactancia Materna» donde las madres trabajan, son un ámbito privado, donde disponen de las comodidades necesarias para que puedan extraerse leche y conservarla en condiciones adecuadas hasta que concluya su jornada laboral. Además de la higiene y la privacidad, los requisitos mínimos que deben reunir estos espacios son un asiento cómodo, un perchero, una pequeña mesa para apoyar los enseres necesarios y el acceso a una heladera. Si el espacio no incluye una pileta, debe estar al menos cerca de un lugar donde la madre pueda lavarse las manos con agua y jabón. En este último caso, se recomienda que la madre disponga además de alcohol en gel. No es necesario que el local esté dedicado a ese fin de manera permanente y exclusiva, pero bajo ningún concepto puede destinarse para ese fin un baño. Sus dimensiones y otras características estarán en relación con la cantidad de mujeres que podrían utilizarla.