
El equipo de la ciudad acaba de finalizar su participación en el Torneo Federal con un saldo positivo en todos los aspectos. A continuación, un balance de lo realizado, los números, los nombres y toda la campaña durante este certamen

Escribe Gustavo Ferradans
Cuando se escuchó el silbato del final hubo varias sensaciones entre los asistentes, los que estuvieron desde el primer partido y en los que se fueron sumando con el correr del campeonato, a medida que iban creciendo las expectativas ante un Ameghino que era protagonista del Torneo Federal de básquetbol. Ninguna fue de reproche.
Más allá de la desazón de quedar eliminado tan cerca del objetivo, la sensación era de conformidad, de saber que el equipo dio todo lo que podía y el reconocimiento de la gente fue el mejor premio.
Hubo varios objetivos que se pudieron cumplir, aunque el sueño por el ascenso quedó a un paso, apenas a un partido. Ameghino dejó en claro que con un trabajo a largo plazo, manteniendo varios nombres, entre ellas la del cuerpo técnico, más un acompañamiento serio y responsable de un grupo de dirigentes, a la larga premia.
La entidad villamariense, que el 1 de junio pasado cumplió 78 años de su fundación, arrastra un largo camino ligado al básquetbol liguero. Hace 22 años atrás, tuvo un recordado paso por la Liga “B” Nacional, tras participar y clasificar en el Regional “C” organizado por la CABB. Aquella experiencia dejó huellas inolvidables en la institución de calle San Juan, con un equipo integrado, entre otros, por Darío Arrigoni, Juan Carlos Granado, Walter Carrasco, Rodolfo Aiello, Ariel Bernabei, Gustavo Finello y Daniel Cajal, dirigidos técnicamente por Carlos Menard. No tuvo un buen final, a partir de los problemas presupuestarios que aparecieron a medida que transcurría la competencia, que le hicieron desistir de iniciar la competencia al año siguiente.
En la segunda parte de la primera década de este siglo comenzaron a trabajar un grupo de dirigentes, algunos se fueron agregando, a veces retrocediendo en decisiones e iniciando un nuevo camino. Así fue como en 2009 la institución obtuvo la Liga Provincial de Clubes “B” (con el equipo dirigido por Darío Arrigoni) y en los años siguientes encadenó a nivel de la Asociación local numerosos títulos.
Para 2010, la entidad puso como objetivo participar en la Liga Provincial “A” 09/10 y contrató a Pablo Castro, quien impuso una nueva forma de trabajo. Al principio con algunas resistencias en parte de jugadores, pero iniciando un camino que el tiempo y los resultados le dieron la razón.
El largo camino recorrido marcó un crecimiento desde lo deportivo a lo institucional, dando un gran salto cuando en la Liga Cordobesa 2014/2015 Ameghino fue el campeón, luego de un proceso que se inició tres o cuatro años antes, que marcó la superación de etapas y objetivos, hasta la derrota en la final de la Liga 2013/2014.
El título alcanzado en 2015 le dio el ascenso al Torneo Federal, el fruto de un trabajo sostenido por la dirigencia, que siempre apostó al proyecto que proponía Pablo Castro. El criterio del entrenador establecía mantener parte de la base del plantel y es así que hasta hoy siguen varios de los que alcanzaron aquel logro, como Aristimuño, Albornoz o Iglesias.
En esta nueva experiencia, con el sueño de llegar al TNA, la institución mantuvo la coherencia de ese trabajo. En 2015/16, en el Federal tuvo por objetivo aprender, hacer experiencia y mantener la categoría. El equipo superó la Fase Regular y cayó en cuartos de final de la Conferencia Sur de ese torneo. En lo económico fue el primer club en alcanzar el certificado de libre deuda, al cumplir con las obligaciones pactadas y con el total del presupuesto estimado.
En esta temporada, el objetivo de máxima era ascender, pero la idea era seguir creciendo, generando un plantel largo, con gran parte de la base del torneo anterior.
Durante la primera fase, el equipo terminó primero en la División Centro, con el segundo porcentaje más alto de toda la competencia, quedando segundo en su Conferencia Norte, por detrás de Talleres de Tafí Viejo (Tucumán), el de mejor porcentaje en la Fase Regular.
En los playoffs de Conferencia Norte superó a Unión Orán de Salta y a Unión de Sunchales, respectivamente, por 3 a 0. Y ya en los playoffs nacionales venció 3 a 2 en cuartos de final a Centro Español de Plottier (Neuquén), quedando entre los cuatro mejores equipos de este Torneo Federal, entre los 50 que comenzaron la competencia en octubre del año pasado.
En semifinales perdió con Ramos Mejía Lawn Tennis Club, que había sido el “uno” de la Fase Regular en la Conferencia Sur y que venía desarrollando también una destacada campaña.
Ameghino quedó a un paso del ascenso, muy cerca de alcanzar un sueño. Pero son muchos los aspectos positivos que quedaron tras esta gran campaña.
Uno de ellos se vivenció en la segunda parte de la competencia; el crecimiento del apoyo del público local y la región fue cada vez mayor. Quizás en gran parte lo resuma el extenso aplauso, acompañado por el “dale Rojo, dale Rojo” que bajaba de la tribuna, premiando a todo el plantel una vez que había terminado el partido del pasado martes.
Ameghino dejó en claro que la ciudad está en condiciones de contar con un equipo con pretensiones en las principales ligas de básquetbol del país y su gran campaña lo certifica.
También se creció desde lo institucional y sobre todo en los últimos años. La normalización del club y las obras de mejoramiento de la infraestructura, que incluyeron el cambiado del piso de parqué, el armado de la tribuna Germán Bischoff (el mejor de los reconocimientos al dirigente fallecido algunas semanas antes de comenzar este torneo, allá por septiembre pasado) y la optimización de recursos fueron elementos para destacar.
Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores ya forman parte de una de las páginas importantes de la historia del deporte villamariense. Sin lugar a dudas que este fue un paso más, en pos de seguir creciendo. Es un escalón más en su camino a concretar un gran sueño que persiste desde hace varios años: jugar el TNA.
Después de esta gran campaña y el crecimiento observado a lo largo de toda la temporada, queda claro que aquel sueño sigue firme y con bases sólidas. Tal vez el mejor capítulo de esta historia todavía está por escribirse.
Los marcadores partido a partido fueron los siguientes:
Fase Regular: 1) Verón 16, 2) Paparini 16, 3) Paparini 26, 4) Verón 19, 5) Paparini y Verón 18, 6) Grenni 17, 7) Alberici, Verón y Aristimuño 15, 8) Aristimuño 20, 9) Aristimuño 16, 10) Paparini 18, 11) Paparini 18, 12) Iglesias 16, 13) Iglesias 16, 14) Verón 21, 15) Aristimuño 23, 16) Paparini 18, 17) Paparini 9, 18) Iglesias y Aristimuño 17, 19) Iglesias 17, 20) Aristimuño 19, 21) Aristimuño 16, 22) Verón 21, 23) Iglesias 17, 24) Paparini y Grenni 15.
Fase de playoffs: 25) Paparini 18, 26) Paparini 16, 27) Grenni 18, 28) Paparini 15, 29) Grenni y Aristimuño, 30) Ferrini 11, 31) Aristimuño y Albornoz 15, 32) Verón 16, 33) Iglesias 20, 34) Ferrini y Aristimuño 13, 35) Aristimuño 20, 36) Aristimuño 16, 37) Verón 26, 38) Paparini 13, 39) Ferrini y Verón 14.
Esto demuestra que Ameghino nunca dependió de un solo jugador. Fue siempre un equipo largo y que utilizó 20 jugadores durante el torneo.
El equipo de Ameghino en la División Centro ocupó el primer puesto de la Fase Regular con 43 puntos en 24 partidos, 19 triunfos y cinco derrotas y un porcentaje de 79,167%, que fue el segundo mejor de esa fase, de toda la competencia. Ameghino sumó 1.935 goles a favor y recibió 1.681, con una diferencia de 254
En la fase de playoffs jugó 15 partidos, ganó 10 y perdió cinco, logró 1.097 goles y recibió 992.
En total jugó 39 partidos, con 29 triunfos y 10 derrotas.
Los jugadores que estuvieron en todos los partidos fueron Federico Grenni, Agustín Paparini, Cristian Verón y Cristian Zenclussen, aunque los dos primeros tuvieron la mayor cantidad de minutos.
El mendocino Agustín Paparini fue el máximo goleador del equipo.