La familia Tuninetti esperaba la llegada de los primeros fríos para ver los frutos de su naranjo. Es que, hace años, en el domicilio de barrio San Martín tienen como único frutal una bellísima planta que regala alimento, color y aroma a la familia y a los amigos.

Pero en esta temporada no salieron de su sorpresa cuando observaron el tamaño de las naranjas.

Recolectaron una, la que a simple vista era la más grande, la pesaron y grande fue su sorpresa cuando observaron que la balanza marcó 700 gramos. Hay varias de gran tamaño, “y eso que todavía no llegó la helada”, plantearon.

Con naranja en mano, se acercaron a EL DIARIO para contar el hecho curioso: “Muchas veces vimos que salieron en sus páginas los zapallos gigantes y nosotros pensamos que bien podríamos mostrar las naranjas gigantes”, dijeron.

Prometieron volver el año próximo, porque si la misma planta fue dando cada temporada frutos más grandes, confían en que 2018 les regale naranjas de casi un kilo.

Habrá que esperar.