Un hombre involucrado en un presunto caso de trata de personas registrado en Villa María, que tomó estado público el pasado lunes 14 de noviembre tras la detención de una mujer de 60 años y su hijo de 40, se presentó ayer en la Redacción de EL DIARIO para anunciar que se iba a poner a disposición de la Justicia Federal a raíz de un pedido de captura en su contra.

“Dejando el temor y el miedo de lado, yo voy con la verdad para que el juez me escuche”, dijo Javier Aquino (32) al dialogar con un periodista de este medio sobre la causa que involucra a dos de sus familiares, apresados durante un allanamiento realizado en una vivienda de calle Estados Unidos al 500.

Aquino, quien llegó acompañado por una persona debido a su discapacidad visual, es hijo y hermano de los detenidos hace nueve días. “Yo vengo a hablar por mí y por mi mamá, no por mi hermano”, aclaró.

“A mi vieja le usurparon la casa y le daban chirolas”, comentó el hombre que reside actualmente en Santa Rosa de Calamuchita y dijo dedicarse a la venta de ropa en comercios y casas de familia de la zona.

“Quiero cuidar mi integridad física, porque voy a nombrar a varias personas ante el juez”, manifestó Aquino, quien tiene pedido de captura tras una intervención de su línea telefónica por parte de la Policía Federal, en la cual se lo escucha hablando con su madre y, según el implicado, sólo “me pidió dinero y le dije que no tenía, y en eso se basó la Policía”.

Al mismo tiempo, Aquino reconoció haber estado con “mujeres que trabajan”, pero aseguró que ellas lo hacían “porque querían estar con él”.

“Ellas trabajaban porque querían; cuando cruzaban la puerta no sabía si iban a volver, porque es su vida”, finalizó.