Fue encontrada detrás de un camión en la localidad bonaerense de Pilar, a pocas cuadras de la Panamericana. Tenía las manos atadas con precintos y los ojos vendados
Apareció, en horas de la madrugada de ayer, la mujer de 51 años de edad que fue secuestrada cuando dormía en su casa de Leones, informó el director general de Investigaciones Criminales de la Policía de la Provincia de Córdoba, comisario Calixto Fabián Luna.
Se trata de María Gabriela Oliveto, pareja del empresario Javier Emiliano Francucci, de 48 años, quien fue hallada sana y salva en la localidad bonarense de Pilar.
Oliveto alertó a los gritos a una vecina de la localidad bonaerense de Pilar, quien pese a los temores iniciales, le abrió la puerta de su casa y le permitió entrar.
Fue secuestro
En tanto, desde la Fiscalía Federal de Bell Ville se informó que no se pagó rescate alguno a los secuestradores (los delincuentes habrían pedido un millón de pesos), a la vez que se confirmó que se trató de un rapto extorsivo y que en la investigación trabajaron en forma conjunta el Departamento Antisecuestro de la Policía de Córdoba y la Brigada Antisecuestro de la Policía Federal.
Como informó EL DIARIO en la edición de ayer, Oliveto fue sacada a la fuerza por dos sujetos armados que ingresaron a la vivienda situada al 1600 de calle Laprida de Leones, quienes actuaron con los rostros cubiertos.
Al momento de producirse los hechos, en el interior de la vivienda también se encontraban descansando dos hijos de Francucci de 11 y 15 años.
Hipótesis
En el entorno familiar de la mujer, en tanto, trascendió luego del secuestro que existían antecedentes y denuncias por violencia en el seno del hogar, a la vez que se supo que Francucci es dueño de la firma “Servicio Mecánico Diesel SRL” y que tiene antecedentes por “encubrimiento agravado” que lo vinculan con la tenencia de camiones y autos con números alterados.
En tanto, Oliveto, técnica en diagnóstico por imágenes, es hija de uno de los primeros médicos de Leones, tiene su hermano también médico y entre sus familiares se encuentran productores agrícolas.
La mujer es madre de tres hijos de un matrimonio anterior, uno mayor de edad y otros dos adolescentes, a la vez que es una activa militante contra la violencia de género y en su ciudad participó de las marchas #NiUnaMenos.
En un primer momento en el entorno familiar se ensayaron tres hipótesis: fue un caso de secuestro extorsivo, un autosecuestro o un caso de violencia de género.
«Estaba nerviosa y vi que temblaba»
La mujer que ayudó a María Gabriela Oliveto, llamada Claudia (foto), refirió al periodismo que la encontró frente a la puerta de su casa donde, a los gritos, trataba de llamarla diciendo “¡Hola! ¡Hola!”.
Claudia dio cuenta de que, en un primer momento, temió en abrir la puerta al pensar que podría tratarse de un robo, pero “hice lo que cualquiera puede hacer en estos casos, abrí igual y traté de calmarla”.
“Tenía las manos atadas con precintos, estaba en pijama, descalza y la noté muy nerviosa, no se acordaba prácticamente de nada, aunque me dijo que la habían secuestrado en Leones, provincia de Córdoba”, dijo Claudia.
Señaló, por otro lado, que “la hice entrar y la llevé al baño, mientras llamé a la Policía”, y a los pocos minutos llegaron dos patrulleros.
Fue entonces que la llevaron a la Comisaría y “después me enteré que la trasladaron al hospital para revisarla”.
