El alumno del Instituto San Antonio, Francisco Moral, viajó ayer a Mar del Plata para sumarse a las Olimpíadas Ñandú. El niño es el tercero del grupo familiar que participa de un certamen matemático de relieve nacional
Cuando el deporte y las disciplinas académicas se encuentran de la mano en alguna historia el relato se torna atractivo, sobre todo cuando al hecho se le agrega el componente familiar.
En esta oportunidad, la historia gira en torno a Francisco Moral, un alumno primario del Instituto San Antonio (ISA), que comparte dos pasiones con su padre (Franco) y su hermano (Matías): el básquet y los cálculos matemáticos.
Cabe resaltar que el más pequeño de la familia que se completa con la mamá (María Julia Negrini), partió ayer a Mar del Plata para sumarse a las Olimpíadas Ñandú, donde estudiantes de todo el país demostrarán sus cualidades en la disciplina Matemáticas.
Francisco representará al nivel primario del ISA, donde cursa quinto grado.
El pequeño, que al igual que su hermano, practica básquet en el Club Unión Central (el papá jugó en Primera división y se retiró en la entidad de calle Rucci), tendrá desde hoy la chance de vivir una interesante experiencia, acompañado por la docente Nora Agoglia.
Otro hecho que resulta importante destacar es que tanto Franco como Matías y Francisco participaron de eventos donde el eje estuvo puesto en la resolución de problemas numéricos.
Con el acceso al certamen nacional por parte de Francisco, los tres han podido ser parte de un certamen matemático.
“Es una hermosa coincidencia que a los tres los atraigan las mismas cosas. Todo ha sido muy sorprendente, Francisco atravesó todas las instancias de evaluación hasta que clasificó a la etapa nacional”, consideró la mamá del destacado educando.
“Desde chiquito él ha sido habilidoso por los números y vemos que es algo que le nace. Para nosotros es una alegría ya que es la tercera generación que puede estar presente en un certamen de estas características”, indicó María Julia.
“Hay momentos que los tres se enganchan en resolver problemas juntos y creo que eso, y la tarea de los docentes que lo han apoyado y acompañado siempre, ha servido de estímulo para avanzar”, subrayó la reporteada por este matutino.
“Creo que los une una pasión a ellos que se divide entre las matemáticas y jugar al básquet en el club, donde van casi todos los días”, redondeó para concluir.
Es preciso señalar que la Olimpíada Matemática Ñandú tiene como objetivo fundamental estimular entre los alumnos de la escuela elemental la actividad matemática y desarrollar la capacidad para resolver problemas.
En su camino al desenlace del certamen los participantes debieron superar los niveles Escolar, Interescolar, Zonal y Regional. En cada uno los alumnos realizaron pruebas escritas (tres problemas para cada nivel), que debieron resolver individualmente. También hubo pruebas orales.