Escribe Beto Arce

El triunfo es el resultado que fue a buscar y lo consiguió. Aunque no sabía qué rival iba a tener enfrente, Yrigoyen entendió que como defensor de los últimos dos torneos tenía la obligación de salir a ganar y finalmente, con mucho esfuerzo, lo logró. El 2 a 0 fue reflejo de la diferencia técnica entre un equipo y otro. Si bien el «Diablo» mostró en la conformación del equipo muchos cambios respecto al pasado campeonato, Unión de Arroyo Algodón era un enigma en cuanto a los hombres que saldrían a la cancha. Por eso el partido se inició con un trámite confuso, repartiéndose el balón y con mucha incertidumbre sobre los caminos a elegir para ganar el mayor protagonismo posible.

El partido tuvo la primera situación peligrosa sobre los 19′, momento en que el volante de Yrigoyen Diego Fernández metió un cabezazo que obligo a Maximiliano Piva a estirarse para evitar la apertura del marcador: el uno resolvió bien con un manotazo.

Los dirigidos por Miranda encontraron en Nicolás García el nexo necesario entre los delanteros que tendrían más actividad en el período final, ya que por lesión debieron dejar la cancha Lucas Sachetto y Esteban Oliva.

El propio García probó primero con un remate desviado desde fuera del área y luego con un tiro libre que respondió bien Piva. El «10» (que ejecutó todos los tiros de esquina) se la puso en la cabeza a Mayco Rodríguez con un envío que cruzó toda el área y con un cabezazo estrelló todo su grito de gol en el travesaño: jugada clave que casi abre el juego.

Antes de que finalizara el período inicial Esteban Oliva se metió desde el centro hacia la izquierda y con un gran remate de zurda estableció más diferencia de protagonismo en el partido: la bola pegó en el poste y se fue desviada. Yrigoyen claramente era más, pero no podía reflejarlo en el marcador ante un equipo de Moretti que estuvo lejos del arco de Pauletti y no encontró los caminos. Rodrigo Villena demostró tener grandes condiciones para desnivelar, al igual que Lucas Taddei, pero la historia siempre se complicó en los últimos metros para Unión, ya que la defensa de Yrigoyen estuvo siempre bien plantada.

El segundo tiempo definitivamente fue un segmento muy distinto al anterior. Las obligaciones florecían, fundamentalmente las del visitante, porque empujaba y no podía. Sin embargo, Unión arrancó mejor, con otra actitud para afrontar los últimos 45′. A los 4′ el defensor Bruera tuvo el gol, pero jamás pensó encontrarse con esa pelota dentro del área chica. Tras un córner de Ferreyra, se la llevó puesta cuando todos gritaron gol. Inmediatamente después, a los 6′ Godoy probó con un zurdazo que obligó a Pauletti a contener en dos tiempos. Pero en el mejor momento de Unión en el partido apareció la mala fortuna: García intentó tirar un centro que no tuvo destino, excepto el error del arquero Piva que en una desinteligencia compartida con Bruera y Lazo no hizo más que meterla dentro de su propia valla con un fallido intento de corte. El 1 a 0 parecía injusto para Unión, pero lo producido en la primera etapa por Yrigoyen se ajustaba al resultado.

Sobre los 9′ el experimentado Stevenot le perdonó la vida a Esteban Peralta, quien metió un tremendo patadón digno de amarilla, pero el juez la dejó pasar, ya que estaba amonestado. Taddei (quien luego dejaría la cancha por una dolencia) ejecutó de manera precisa un tiro libre que pasó la barrera y convirtió a Pauletti en héroe de ese tramo del partido. Unión inclinó la cancha con mucha valentía y coraje, pero careció de ideas para perforar la resistencia rival.

Sobre los 30′ Pauletti llegó a una pelota que se iba y rápidamente acertó en la asistencia. Sacó largo a posición de Nicolás García, mientras Lazo quedaba en campo rival. El «10» resolvió con mucha categoría por encima de Piva ante el cierre desesperado de Bruera que no lo pudo interceptar: 2-0.

Ganó Yrigoyen porque aprovechó sus momentos. Unión lo intentó con sus armas y no estuvo lejos de convertir ante el último campeón, que arrancó derecho y con la victoria que fue a buscar a Arroyo Algodón.