CONTAMINACION
Una comisión interdisciplinaria que tiene como principales referentes a investigadores del Instituto Tecnológico de Buenos Aires, conformó un mapa del país donde las urbes locales junto a Las Mojarras y Etruria, muestran altos niveles del elemento químico en el agua
Una comisión interdisciplinaria conformada por integrantes del Departamento de Ingeniería Química del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y referentes del colectivo ambientalista “NutriRed.org”, ubicaron a Villa María y Villa Nueva y otros puntos de la región, entre las ciudades más complicadas por la presencia de arsénico en el agua disponible para ser consumida.
El grupo que se ocupa del tema del agua, la contaminación y sus consecuencias en la salud desde comienzos de 2010, terminó de conformar una mapa de todo el país y en ese contexto, a los territorios villamariense y villanovense con un nivel que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como tóxico.
Concretamente, el “mapa del arsénico” calificó en tres colores (verde, amarillo y rojo) a la situación registrada en cada locación geográfica.
En el caso del conglomerado urbano que componen las dos Villas que divide el río Ctalamochita, se las designó con rojo, es decir que el arsénico es mayor a 50 partes por billón (ppb) o 50 microgramos por litro, y por ello la OMS considera que “existe cierta evidencia de efectos adversos”.
Según precisaron los que aseguran que esta preocupante realidad tiene asidero, para la comprobación se utilizó como técnica de análisis de agua, el sistema de Espectrometría por Absorción Atómica.
Vale destacar que de la región que tiene como cabecera a la urbe villamariense, otras localidades también tienen bandera roja. Hablamos de Las Mojarras y Etruria.
Es importante apuntar que para llegar a la conclusión que tomó estado público, los especialistas del ITBA, recibieron más de 400 muestras de agua de consumo o de usos agropecuario, provenientes de 20 provincias.
Luego de la categorización efectuada por los investigadores, las villas y las dos localidades del Departamento San Martín, ocupan el selecto grupo de centros urbanos con situación crítica.
«Hay que informar no alarmar. El hecho de que alguien vea en el mapa que su localidad tiene pinche rojo no significa que toda la población esté expuesta al problema», explicó Jorge Stripeikis, que también dirige el Centro de Ingeniería en Medio Ambiente del ITBA, en nota concedida a un medio nacional.
«Mediante el análisis de las muestras vimos, por ejemplo, que en una misma localidad, en casas a pocas cuadras de distancia pueden consumir agua con o sin presencia elevada de arsénico», agregó.
«No necesariamente todas las personas están expuestas a este problema, más allá de que teóricamente una vasta cantidad de agua subterránea en la Argentina está contaminada o supera los niveles que la OMS considera aptos para consumo de esa agua.», aclaró para cerrar.
Acá ya se sabe
A nivel local, los que alzaron la voz denunciando la presencia del elemento químico en el agua de red fueron muchos.
Por caso, el año pasado, desde la agrupación proteccionista “Eco-Sitio”, subrayaron a través de un comunicado que en 2009 se tomó conciencia de la presencia de arsénico en el agua potable “en niveles legales, pero que alertan”.
“Luego de un análisis cruzado entre el método legal de estimación del elemento y otro más preciso realizado en el Ceprocor, quedó demostrado que lo que manifestaba Eco-Sitio era cierto: los valores reales eran prácticamente el doble de lo estimado mediante la metodología obligatoria de la Resolución 415”, precisaba el escrito que fue remitido a EL DIARIO.
Tras señalar que nueve años atrás se había acordado un análisis sistemático semestral mediante la técnica de “espectrometría de masas”, tecnología con que contaba el laboratorio provincial Ceprocor y que “era mucho más precisa que el legal”, la entidad destacó que ese acuerdo quedó en el olvido con el conflicto de Innviron (contratada por el municipio para la gestión de residuos sólidos urbanos, con la promesa que transformaría a la basura en energía).
Por otra parte sostuvieron que “los análisis que ha venido realizando Eco-Sitio de manera particular muestran que estamos en el límite legal y que es necesario seguir avanzando en un estudio doble del arsénico”.
Mirada constante
Por su parte, desde la Cooperativa 15 de Mayo y la Capyclo en Villa Nueva, ambas concesionarias del servicio de agua en la ciudad, semanalmente monitorean el estado de los líquidos que se ofrecen a los consumidores locales.
En el caso de Villa María, los cinco estudios microbiológicos y uno físico químico son realizados por personal de la Universidad Tecnológica Nacional en el laboratorio que la casa de altos estudios posee en su Campus de barrio San Juan Baustista.
En cuanto a las extracciones se llevan a cabo en la Iglesia Catedral, la Terminal de Omnibus, instituciones escolares, clínicas privadas, dispensarios municipales, el tanque elevado, pozos y domicilios particulares de la ciudad, entre otros espacios locales.
Incluso, los interesados en conocer detalles de las evaluaciones que se realizan pueden acceder a las mismas a través de la página web de la entidad, Aguas de Villa María.